Piqué y Shakira: una caja fuerte, un corazón roto y un acuerdo extraoficial

El 17 de marzo, Piqué abandonaba el chalet que, hasta ese momento, había sido el domicilio oficial. Se trasladó a su piso de soltero para vivir un nuevo capítulo amoroso de su vida con la joven Clara Chía, una chica a la que había conocido el año anterior en el bar La Traviesa, donde ella trabajaba esporádicamente organizando eventos.

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Inés Gutiérrez

La cronología exacta del amor y desamor ha sido difícil de ajustar porque los protagonistas no han hablado en primera persona aunque sí a través de terceros, cuartos o quintos. La realidad con fechas concretas en el calendario solo ellos la saben.

Este sería el resumen de una separación que para muchos era anunciada desde que el deportista comenzó con su vida alternativa de salidas con sus amigos.

Sí que habría que aclarar que, durante la época de rumores, nunca hubo ninguna imagen del jugador acompañado de otra mujer que no fuera Shakira. Sus reuniones festivas en su piso de la zona alta de Barcelona nunca fueron documentadas salvo por algún vecino con ganas de minutos de gloria en los programas de televisión. Uno de ellos llegó a decir que cuando sacaba a pasear a su perro por la noche escuchaba la algarabía desde la calle. Un dato contradictorio.

Más adelante se descubrió que el vecino traidor vivía en otro barrio y además no tenía perrito. Aparte de las fantasías animadas que rodearon a Piqué, lo que sí era cierto era que se había enamorado.

¿Cuánto durará esa historia? Pues según confirman personas que lo conocen, está muy enamorado de Clara y por lo tanto tienen un proyecto común. Y confirman que ninguno de los dos se plantea en un futuro más o menos cercano tener hijos.

Ha pasado una década y medio año desde que Shakira y Piqué se vieron por primera vez en Madrid, en el rodaje de 'Waka Waka', la canción del Mundial de Sudáfrica del 2010. La cantante colombiana era ya una de las grandes artistas con millones de seguidores y millones de discos vendidos. Hubo tonteo por parte de ambos. Él estaba con una medio novia y Shakira con Antonio de la Rúa, su pareja y su mánager, que no se portó bien. Además de pedirle a la cantante el 18 por ciento de las ganancias profesionales, que, por cierto, no consiguió, no la dejó en buen lugar. Tiempos pasados que no volverán, pero donde la música fue clave en el enamoramiento de la pareja que, a día de hoy, solo mantiene cierta relación por los hijos. Todos los acuerdos a los que han llegado han sido gestionados por los abogados respectivos. Los niños viven con su madre y con puertas abiertas para el padre. Han pactado dos años en España y los dos siguientes serían en Miami, donde Shakira tiene familia y amigos.

Si 'Waka Waka' les unió, la 'Monotonía' (así se llama su último trabajo) les separó. Y así lo manifiesta en esta bachata que comparte con Ozuma y donde los mensajes subliminales marcan el tema. Por ahora no ha confirmado que la letra esté inspirada en su ruptura con Piqué, al que llama narcisista, pero no hace falta. Sus seguidores lo saben y así lo confirman en las redes. El hombre que aparece en escorzo lleva el mismo chándal que Piqué en otro de los vídeos anteriores en los que intevino.

Por cierto, el éxito de ‘Monotonía’ es brutal. Quizá lo más significativo sea la puesta en escena del clip grabado en Manresa. Aparece una Shakira doméstica comprando en un supermercado a la que disparan y su corazón se separa de su cuerpo. Lo pisotean hasta que lo vuelve a recoger y lo mete en una caja fuerte. Ella, que siempre ha controlado su vida, deja una pista importante. Se queda con la llave. Las interpretaciones a este gesto dan a entender que ya nadie la va a romper el corazón.