Catherine Deneuve cumple 80 años: todas las veces que la icónica francesa dejó huella en España

Si hay un rostro que ha resaltado en el cine francés, ese ha sido el de la actriz Catherine Deneuve. La elegante frialdad de esa rubia envuelta siempre en un halo de misterio conquistó no solo a directores como Luis Buñuel, sino también a diseñadores de la talla de Yves Saint Laurent y millones de espectadores en todo el mundo hasta convertirse en todo un icono de la gran pantalla y de la moda.

Este domingo 22 de octubre, la mítica actriz cumple 80 años y lo hace con una gran carrera a sus espaldas en la que no ha faltado una vinculación con España.

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J. Madrid

Si hablamos de la relación de Deneuve con nuestro país, el primer nombre que viene irremediablemente a nuestra mente es el de Luis Buñuel y el del título de la película ‘Tristana’.

El director de cine quiso llevar a la gran pantalla la galdosiana obra de ‘Tristana’, que narraba la historia de una huérfana acogida por un viejo amigo de la familia, don Lope, un hombre que lejos de comportarse con ella como un padre trata de abusar de la joven. Tristana se rebela ante esta situación y escapa de sus garras convirtiéndose en la amante de un pintor llamado Horacio. Tristana termina abandonada, enferma y con una pierna mutilada, por lo que debe regresar junto a don Lope, con quien acaba casándose.

“No me parecía que Catherine Deneuve perteneciese en absoluto al universo de Galdós”, confesó Buñuel tiempo después, pero la actriz logró que apostara por ella para este papel.

En octubre de 1969, el director y el resto del equipo llegaron a Toledo, donde fue rodada la película en el mes de noviembre. En aquellos días, cientos de curiosos abarrotaron las calles en cada jornada, deseosos de ver a la francesa y al resto de actores de cerca. El Paseo del Tránsito, Santo Tomé, la iglesia de San Justo, la plaza Zocodover y otras localizaciones del rodaje, atraían a los ciudadanos como un imán. También el hotel Carlos V, donde estaban situados los camerinos y de donde era probable ver salir a Deneuve.

Mientras que Buñuel, un enamorado de Toledo, disfrutó de su estancia en la ciudad o Fernando Rey y el italiano Franco Nero se alojaron allí, Catherine Deneuve prefirió sin embargo centrarse allí en el trabajo y disfrutar de su tiempo libre en Madrid. La actriz se alojó en la capital e iba y venía en coche de Madrid a Toledo y de Toledo a Madrid. Así, cuando no trabajaba, aprovechaba para realizar planes de ocio como por ejemplo visitar el Museo del Prado, donde fue inmortalizada por Philippe Le Tellier posando junto al cuadro de Goya ‘El aquelarre’ en una fotografía que fue publicada en la revista 'Paris Match'.

En cuanto al rodaje en Toledo, Deneuve lo recordaría años más tarde como un mes de trabajo distendido, aunque en 2004, en el libro ‘À l’ombre de moi-même’, una especia de diario de varios de sus rodajes que ella misma escribió, confesó que se sintió algo sola, que en ocasiones tenía ganas de llorar y que Buñuel prestaba mucha más atención a los actores masculinos.

'Tristana' logró un gran éxito y fue candidata al Oscar en 1971 a la mejor película de habla no inglesa.

En 1977, Catherine Deneuve regresó a nuestro país, esta vez a Almería, donde se rodó en el desierto de Tabernas parte la película ‘Marchar o morir’, de Dick Richards, y en la que compartió cartel con Terence Hill, Max von Sydow o Gene Hackman.

Su estancia en la ciudad transcurrió con total discreción, pero Almería nunca olvidaría su paso por allí. Así, en 2016, Deneuve regresó para abrir el Festival de Cine Internacional y fue homenajeada con una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama, así como con el Premio Almería Tierra de Cine, que le fue entregado en el Teatro Cervantes.

En ese momento, la actriz hizo alarde del “poquito” español que sabía hablar, aunque confesó que entiende bastante bien nuestro idioma. También desveló que el rodaje de ‘Marchar o morir’ resultó “muy duro” y que esa intensidad de trabajo no le permitió conocer Almería.

Antes de ese regreso a Almería, Deneuve ya había pisado España en otras tres ocasiones. Una fue en 1992, con motivo de la Expo de Sevilla, un evento memorable en nuestro país que atrajo a multitud de rostros conocidos del panorama nacional e internacional. Michael Douglas, Claudia Schiffer, Linda Evangelista o Jacqueline Bisset fueron algunos de los famosos que se pasearon por Sevilla entonces. Catherine Deneuve también. La actriz francesa fue una de tantos rostros conocidos que no pudo resistirse a visitar la capital andaluza y ver todos los pabellones, una experiencia con la que, según aseguran los que la trataron de cerca, quedó maravillada.

Otra de las visitas que hizo a España fue en el 2009 para acudir como madrina a una subasta benéfica a favor de la Fundación La Casa del Actor y que fue celebrada por Moët & Chandon en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes. La actriz francesa, muy sensibilizada con la situación de los actores jubilados, no quiso faltar a esta cita y apoyar a la fundación.

Fue aquella una visita fugaz por la capital, a la que regresó dos años después, en marzo de 2011, para promocionar la película ‘Potiche, mujeres al poder’. Lo hizo en el Hotel Santo Mauro, donde protagonizó una anécdota que recogieron multitud de medios. Durante la rueda de prensa, Deneuve sacó un cigarrillo y lo encendió sin miramientos. Cuando los periodistas le advirtieron de que la ley antitabaco se lo prohibía, la actriz se mostró molesta y desafiante. Antes de apagar el pitillo, se ofreció ella misma a pagar la multa pertinente, algo que prefería hacer antes que perder “la libertad individual” por una ley a la que calificó de “excesiva” y “criminal”.