Barack Obama confirma la crisis en su matrimonio con Michelle tras su paso por la Casa Blanca: "Intenté salir de ese agujero"
La pareja, que no ha escondido sus problemas, ha saltado al foco público por las últimas declaraciones del expresidente en las que asegura tener "una profunda deuda" con su mujer
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0e8%2Ff5f%2F592%2F0e8f5f592c301e54cfbd63c86b21578c.jpg)
Barack Obama ha vuelto a hablar —con la franqueza que le caracteriza— sobre su relación con Michelle Obama, dejando entrever las complejidades de un matrimonio que ha sobrevivido a la Casa Blanca, la presión pública y los inevitables altibajos de más de tres décadas juntos. Esta vez, el expresidente de Estados Unidos ha admitido lo que ya muchos comentaban: su vínculo pasó una crisis tras salir de la primera línea.
Durante una conversación con Steven Tepper, presidente de Hamilton College, el expresidente reconocía que tenía “una profunda deuda” con su esposa cuando terminaron sus mandatos, según adelanta 'The Daily Beast'. Una confesión que ha hecho resurgir las especulaciones sobre una posible crisis en el matrimonio más admirado de la política estadounidense reciente.
Lejos de sonar derrotado, Obama explicó que estuvo intentando “salir de ese agujero” haciendo “cosas divertidas de vez en cuando”, en un claro intento de reconectar con Michelle tras los años de desgaste que supusieron sus dos mandatos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc17%2Ff33%2F2d1%2Fc17f332d1c7a2e1c282a4784ce43a999.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc17%2Ff33%2F2d1%2Fc17f332d1c7a2e1c282a4784ce43a999.jpg)
No es la primera vez que la pareja habla abiertamente de las dificultades atravesadas. Michelle Obama, siempre directa, ya admitió en 2022 que hubo una década en la que “no soportaba” a su marido, especialmente cuando sus hijas —Malia y Sasha— eran pequeñas.
Esa honestidad brutal, lejos de debilitar su imagen pública, los ha humanizado. En entrevistas posteriores, el propio Barack ha dado contexto a esas declaraciones, reconociendo que aunque fue un padre comprometido, no llegó a comprender del todo “el grado de estrés y tensión” que vivía su mujer, sometida al escrutinio constante mientras criaban a sus hijas en un entorno que “no era normal”.
Las recientes declaraciones llegan en un momento delicado, cuando los rumores de distanciamiento entre ambos han vuelto a la conversación pública. Todo empezó con una publicación de la revista InTouch, que insinuaba un supuesto romance entre Barack Obama y Jennifer Aniston, algo que la actriz desmintió con contundencia. Aun así, el hecho de que Michelle no asistiera al funeral del expresidente Jimmy Carter ni a la investidura de Donald Trump no hizo más que avivar el fuego mediático.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb5b%2F4dd%2F154%2Fb5b4dd154bb1e14dc9b0e3a12a459c88.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb5b%2F4dd%2F154%2Fb5b4dd154bb1e14dc9b0e3a12a459c88.jpg)
En enero, Barack intentó disipar esas dudas con una romántica felicitación en Instagram por el cumpleaños de su esposa: “Feliz cumpleaños al amor de mi vida”, escribió junto a una imagen de ambos compartiendo una cena íntima. Aunque la fotografía transmitía ternura, no pasó desapercibida la distancia física entre ellos en la mesa.
A pesar de todo, lo que prevalece es la solidez de una relación forjada en la adversidad. Desde que se conocieron en Chicago en 1989, los Obama han sido compañeros de vida, apoyándose en momentos tan exigentes como sus años en la presidencia.
Barack Obama ha vuelto a hablar —con la franqueza que le caracteriza— sobre su relación con Michelle Obama, dejando entrever las complejidades de un matrimonio que ha sobrevivido a la Casa Blanca, la presión pública y los inevitables altibajos de más de tres décadas juntos. Esta vez, el expresidente de Estados Unidos ha admitido lo que ya muchos comentaban: su vínculo pasó una crisis tras salir de la primera línea.