La prensa británica señala a Jennifer Aniston en los rumores de la (presunta) crisis matrimonial de los Obama
La ausencia de Michelle primero en el funeral de Carter y próximamente en la investidura de Trump ha desatado todo tipo de habladurías sobre el mal momento que estaría atravesando el matrimonio
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No es un rumor nuevo. Ya en el mes de octubre, el cómico Jimmy Kimmel interrogó a Jennifer Aniston sobre el asunto. “No es verdad”, respondió con tranquilidad la inolvidable Rachel de 'Friends'. "Le conocí una vez... pero en realidad tengo más trato con Michelle que con él". El 'asunto' es una historia aparecida originalmente en la revista 'InTouch' que se titulaba '¡La verdad sobre Jen y Barack!', en la que se contaba más o menos que ambos mantenían un affaire del que nadie, salvo ellos, eran conocedores.
"Es, es, es, es... eso no es cierto", respondió Aniston, con tono sosegado. La actriz dijo que de todos los rumores que había leído sobre ella, este no le había afectado especialmente. "De todas las llamadas que recibes de tu publicista en las que dices, 'Oh no, ¿qué será?' o los correos electrónicos que recibes sobre las historias cursis que publican los tabloides, esta no me enfadó demasiado". La actriz siguió desmintiendo bulos sobre ella relacionados con excéntricos tratamientos estéticos y un carísimo filtro de agua antienvejecimiento para sus perros, tirando de sentido del humor.
A pesar del desmentido, el anuncio de que Michelle Obama no estaría en la investidura oficial de Donald Trump el próximo lunes 20 de enero ha vuelto a resucitar el rumor. Tampoco estuvo en el funeral de Jimmy Carter la semana pasada. El diario sensacionalista británico 'Daily Mail' abre este viernes su versión digital con el siguiente titular a toda página: "Rumores descabellados sobre Jennifer Aniston. La dura admisión de que no siempre ha sido un camino de rosas. Y ahora Michelle no se presenta a la investidura de Trump... ¿qué está pasando con el matrimonio de los Obama?"
Acostumbrados a leer sus mensajes de amor mutuo en las redes sociales, a nadie le pasó desapercibida la fría reacción de Michelle Obama hace unas semanas en el programa de entrevistas de Jennifer Hudson cuando le preguntaron por Barack. No dijo "bien, gracias", pero casi. "Está bien, está bien. Sigue trabajando muy duro, pero creo que eso es algo que siempre hará". Aparte de añadir que estaba centrado en su último proyecto, el Centro Presidencial Obama (un museo y biblioteca en Chicago) y que era difícil comprarle regalos de Navidad, tenía poco que decir sobre su marido, con quien lleva casada más de tres décadas.
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Es tradición que los presidentes anteriores y sus primeras damas dejen de lado sus diferencias políticas para asistir a las investiduras, pero ya los Obama rompieron la tradición en la investidura de Joe Biden en 2021. Una fuente cercana a Michelle Obama ha filtrado a 'People' y al 'New York Post' que la ausencia de la exprimera dama tiene más que ver con la falta de sintonía con Donald Trump que con una supuesta crisis con Barack: "No es de las que ponen una cara agradable y fingen por el bien del protocolo. Michelle no hace nada porque se sienta obligada, sea un protocolo o una tradición".
Hasta aquí, bien. Sin embargo, es más difícil de entender su ausencia del funeral de Carter. Seguramente no tenía ninguna animadversión hacia un hombre al que, días antes, en una declaración conjunta con Barack, había elogiado por encarnar "integridad, respeto y compasión". Carter era una figura de referencia para los demócratas y el expresidente más longevo de la historia de Estados Unidos. La ausencia de la señora Obama, que sí asistió diligentemente al funeral del expresidente republicano George H.W. Bush en 2018, se hizo demasiado evidente. Los asesores de Obama informaron a la CNN de que un "conflicto de agenda" la había mantenido alejada, pero admitieron que probablemente no se trataba de un gran conflicto ya que "seguía en Hawai en unas vacaciones prolongadas". Al parecer, Michelle está centrada en los toques finales de su nueva mansión en la isla de Oahu.
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De nuevo, la explicación extraoficial que se ha dado es que, de haber ido al funeral de Carter, lo más probable es que la hubieran sentado al lado de Donald Trump, al que repele. Pero el argumento sigue sin convencer. De hecho, se han desatado los rumores sobre si podría haber otra explicación, como un problema en el matrimonio Obama. Y aquí es donde ha vuelto a aparecer Jennifer Aniston en la ecuación, por más que sea algo aparentemente descabellado.
Los Obama son uno de los matrimonios más conocidos y solventes de Estados Unidos. Se conocieron siendo dos jóvenes abogados trabajando para el mismo despacho de Chicago en 1989, y el pasado mes de octubre celebraron su 32° aniversario de bodas.
No es un rumor nuevo. Ya en el mes de octubre, el cómico Jimmy Kimmel interrogó a Jennifer Aniston sobre el asunto. “No es verdad”, respondió con tranquilidad la inolvidable Rachel de 'Friends'. "Le conocí una vez... pero en realidad tengo más trato con Michelle que con él". El 'asunto' es una historia aparecida originalmente en la revista 'InTouch' que se titulaba '¡La verdad sobre Jen y Barack!', en la que se contaba más o menos que ambos mantenían un affaire del que nadie, salvo ellos, eran conocedores.