India Rose James, la heredera más salvaje de Reino Unido, anuncia su compromiso

Mientras la cuenta atrás para la gran boda de lady Violet Manners, hija de los duques de Rutland, ya ha comenzado, el anuncio de otro gran enlace llega para amenizar a la prensa social de Reino Unido. Se trata de la próxima boda de India Rose James, una de las dos herederas del imperio creado por Paul Rymond, el llamado 'rey del Soho'. India se casa con el músico estadounidense Daniel Vildósola. Compartieron la noticia con una publicación de Instagram, donde la joven mostró cómo su prometido le había propuesto matrimonio con un estilo propio del rock and roll: un tatuaje en el antebrazo que decía "¿Quieres casarte conmigo?".

"Amigos, no hagan otros planes para 2026", advierte la galerista en el pie de foto de su publicación, recordando a su círculo íntimo que habrá otra boda de la alta sociedad el próximo año. Su anillo de compromiso es una impresionante sortija con un gran zafiro rodeado de diamantes. ¿Les suena? Sí, es calcado al icónico anillo de pedida que el príncipe de Gales le regaló a Kate Middleton cuando anunciaron su boda.

India Rose preparará una boda a la altura de la gran fortuna que representa. El patrimonio de India superó al de la reina Isabel II cuando cumplió 21 años y heredó 329 millones de libras procedentes del imperio inmobiliario generado por su abuelo, Paul Raymond. Dueño de un club de striptease y editor de pornografía, Raymond transformó la escena nocturna londinense en los años 70 y 80. Paralelamente, invirtió millones en edificios y otras propiedades, especialmente en la zona del Soho (se dice que en 1977 compraba un edificio en la zona cada semana). También adquirió propiedades en Chelsea, Kensington y Hampstead. Estaba empezando a entregarle el control de sus negocios a su hija Debbie cuando ella murió de una sobredosis de heroína en 1992 y sus dos pequeñas, India Rose y Fawn James, se convirtieron en sus absolutas herederas.

Sobria desde hace siete años

India Rose James ha pasado los últimos años ocupada con su galería de arte Soho Revue, fundada en 2019. En declaraciones a 'The Standard' en abril, James reflexionó sobre el legado "más personal" de su familia. "Al crecer en un entorno donde se celebraba y fomentaba el espíritu creativo, incluso mis primeras fiestas de cumpleaños adquirieron un matiz diferente", explicó. "Mientras mis amigos estaban completamente absortos en algún tipo de entretenimiento infantil, a menudo me encontraban dibujando en mi cuaderno".

Sin embargo, si hay una declaración pública que define al personaje es la que compartió en sus redes cuando llevaba 18 meses sobria (hoy ya son siete años): "Ha sido un gran cambio de estilo de vida. Sinceramente, no podría estar más orgullosa de mí misma. Probablemente esta ha sido la única meta que me he propuesto y que he logrado".

Esa es una frase descriptiva del estilo de vida que entonces llevaba esta "pobre niña rica y salvaje", que fue expulsada de su escuela (St. George's, Ascot) por tener una "actitud incontrolable". Que compartía juergas en el Soho con otros nepobabies como ella: el hijo del conde de Yarborough, Will Pelham; el actor Micheál Richardson, hijo de Liam Neeson; Nell Campbell, Twiggy Garcia, etc). Y que, a los 16 años, fue la persona más joven en aparecer en la Lista de Ricos menores de 30 que cada año publica el Sunday Times por estas fechas.

Hoy la 'princesa del Soho' ha cumplido 32 años y es una persona reformada que ha dejado atrás sus modales salvajes para convertirse en una madre modelo para su hija de cinco años, Saffi, fruto de una relación fugaz con el guitarrista principal de The Kooks, Hugh Harris. "Me lo estaba pasando bien y, sí... salía demasiado a menudo, y empecé a tener fama de fiestera. Lo cual está bien cuando eres joven, pero me estaba volviendo un poco... No juzgo a la gente que sale de fiesta, pero no quiero eso. Tampoco quiero que mi hija, si me busca en Internet (cosa que estoy segura que hará en algún momento), descubra que hay un montón de artículos sobre mí borracha. Eso no está bien. Quiero que lea artículos sobre mis logros", reflexionó India Rose en la publicación británica.

Atrás quedaron los tiempos en que quemaba los billetes encima de los vasos de chupito o se jactaba de haber gastado 180 libras en golosinas. En una ocasión contó que se subía a los tejados del Soho "para contemplar a la gente común". Y cuando su padre cumplió 60 años compitió con su hermana por quién le impresionaba más con su regalo. "Tengo siete días para comprarle a mi papá un regalo mejor que el que le dio mi hermana: un Bentley”.

India Rose James ya no es aquella niña que escuchaba en su casa continuamente que nunca tendría que trabajar. "Era más bien una broma. Pero cuando la gente hace bromas y eres un niño, empiezas a adoptar esas frases. Pero siempre quise trabajar, siempre he tenido un espíritu libre", dijo al 'Times'. "Ha cambiado mi perspectiva. Ahora he aprendido a valorar la libra".