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De Chicago a California por la histórica Route 66
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VIAJE

De Chicago a California por la histórica Route 66

El viento sopla en Chicago, la ciudad del viento, lo que era de esperar. El tormento del control de aduanas ya ha quedado atrás, los papeles

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De Chicago a California por la histórica Route 66

El viento sopla en Chicago, la ciudad del viento, lo que era de esperar. El tormento del control de aduanas ya ha quedado atrás, los papeles están en regla y tan sólo queda recoger el vehículo alquilado, que espera con paciencia en el aparcamiento del aeropuerto para llevarnos a quemar neumáticos. Cruzar EE.UU. haciendo la diagonal que surca su territorio desde la fría y nororiental Illinois hasta la soleada y meridional California es un viaje de ensueño, pero también una oportunidad única para comprender la historia y el presente de una tierra mucho más compleja e interesante de lo que muchas veces queremos creer.

El camino escogido no podía ser otro que la calle principal de América, la tantas veces mencionada en libros y canciones Route 66. John Steinbeck narró en Las uvas de la ira las penurias de los granjeros de Oklahoma que la usaron para huir de las hambrunas de la década de los treinta. Años más tarde Jack Kerouac hizo que cientos de beatniks que tenían en su libro En el camino su biblia particular marcharan en este viaje atolondrado a través de la historia de los hombres y de la tierra.

Esta antigua carretera federal de EE.UU. fue oficialmente retirada de la red en 1985, al haber sido reemplazada por la Red de Autopistas Interestatales, pero sigue ocupando un lugar emotivo en la cultura popular del país. Que se lo digan si no a los Rolling Stones, Nat King Cole, Bob Dylan o The Eagles, que han contado al mundo las aventuras vividas a lo largo de sus casi 4.000 kilómetros, es decir, cuatro veces la distancia que separa A Coruña de Barcelona.

Antes de comenzar el viaje hay que tener en cuenta que la Route 66 no aparece indicada en los mapas oficiales de carreteras,por lo que es necesario adquirir uno. Desde Chicago hay que tomar el camino hacia Missouri pasando por Bloomington, la ciudad fantasma de Ballard o Springfield, donde vivió el presidente Abraham Lincoln. A lo largo del camino existen varios lugares llamados con el mismo nombre que la ciudad de Los Simpson, así que es necesario que sepa distinguirlos por el estado en el que se encuentran. Este está en Illinois; en Missouri, el siguiente, otro Springfield más.

Líbano está en Missouri

Ya en la Puerta del Oeste, Missouri, hay una parada obligada en Saint Louis, el área más poblada en el camino entre Chicago y Los Angeles. Esta ciudad es famosa por su arco de entrada, desde el que se obtienen unas espléndidas vistas del lugar. Una curiosidad: durante el siglo XIX se levantaron muchos pueblos en todo el medio Oeste atendiendo a nombres de reminiscencias grecorromanas o judeocristianas. No se extrañe si pasa por un lugar llamado Líbano o ve una indicación para llegar a Jericó. Juegue a buscar el nombre más curioso y a preguntar a los habitantes el origen de sus topónimos, se llevará más de una sorpresa.

En el pequeño tramo que discurre por Kansas es posible descubrir las ciudades mineras de Galena o Riverton. Si tiene hambre, pare en esta última un momento para comer un sándwich a la antigua usanza en Eisler Brothers Store, donde tendrá la oportunidad de probar el auténtico sabor de la Heartland, romántico eufemismo usado para nombrar a esta parte del subcontinente norteamericano.

El siguiente estado en el camino, Oklahoma es uno de los lugares en los que existe una mayor población nativa estadounidense. De hecho, aquí se hablan hasta 25 lenguas de indios americanos. Compruébelo en Oklahoma City o Tulsa, considerada por muchos auténtico origen de la Route 66 y una ciudad en la que se podrá admirar algunas de las mejores joyas de la arquitectura estadounidense art deco.

Cuando llegue a Amarillo, en Texas, no deje de visitar la 6th Street. En ella encontrará muchas tiendas de curiosidades y antigüedades en las que podrá captar la esencia de los viejos días en la 66. Al cruzar a Nuevo México hay que andar ojo avizor: no hay que olvidar que, aunque se encuentra un tanto alejado de nuestra ruta, esta es la tierra de Roswell y el famoso área 51.

Los paisajes más espectaculares del camino llegan al traspasar la frontera con Arizona. Aquí está el desierto pintado, una zona de tierras desérticas coloreadas que discurre entre las otras dos grandes atracciones naturales de la zona: el Gran Cañón del Colorado y el Parque Nacional del Bosque Petrificado.

Tras miles de kilómetros, experiencias inolvidables y con cuantos unos kilos de polvo encima de la piel, el viajero llega a California. Después de la inmensidad petrificada del Gran Cañón del Colorado, el infinito azul ondulante del océano Pacífico. La playa de Santa Monica surge frente a los ojos del cansado viajero. Con la espuma del mar deshaciéndose sobre nosotros termina esta gran experiencia, un viaje de esos que se recuerdan durante toda la vida.

HOJA DE RUTA

Iberia vuela desde Madrid a Chicago. Es absolutamente necesario adquirir una guía y un mapa actualizados antes de emprender el viaje. En ellos se recogen todos los datos necesarios y recomendaciones (hoteles, nombres de las carreteras) para recorrer la 66.

El viento sopla en Chicago, la ciudad del viento, lo que era de esperar. El tormento del control de aduanas ya ha quedado atrás, los papeles están en regla y tan sólo queda recoger el vehículo alquilado, que espera con paciencia en el aparcamiento del aeropuerto para llevarnos a quemar neumáticos. Cruzar EE.UU. haciendo la diagonal que surca su territorio desde la fría y nororiental Illinois hasta la soleada y meridional California es un viaje de ensueño, pero también una oportunidad única para comprender la historia y el presente de una tierra mucho más compleja e interesante de lo que muchas veces queremos creer.