¿Quieres lucir un six pack de vértigo este verano? Túmbate y deja que esta máquina haga abdominales por ti
Lady Gaga, Cindy Crawford y Jennifer Aniston son fans incondicionales de este dispositivo que reduce la grasa, potencia el músculo y define el vientre
¿Quién diría no a un vientre liso y definido, sin un gramo de grasa y con los abdominales bien visibles? Nadie. Pero ahora vamos al detalle: ¿quién está dispuesta a intentarlo con matadoras sesiones de abdominales en el gimnasio? Uff, eso ya es otra cosa. Nos sobra pereza y nos falta tiempo, dos aspectos muy reales en la mayoría de los casos que funcionan como excusa perfecta para justificar la barriguita que asoma por el bikini o la cinturilla del pantalón.
La buena noticia es que podemos optar al mejor de los mundos: una máquina que hace abdominales por ti mientras permaneces cómodamente tumbada en una camilla. ¿Demasiado bueno para ser cierto? El doctor en medicina estética Moises Amselem cuenta para Vanitatis el cómo, cuando y por qué de Emsculpt, el dispositivo que triunfa en Hollywood y que promete, también, arrasar en España.
¿En qué consiste el tratamiento?
A grandes rasgos, Emsculpt emite ondas electromagnéticas que penetran 7 centímetros en los tejidos para conseguir un doble objetivo: por un lado, quemar hasta el 19% de la grasa del abdomen y, por otro, estimular y definir el músculo un 16% más.
¿Cómo lo consigue?
Mediante contracciones repetitivas en el mismo músculo, unas 20.000 aproximadamente en cada sesión (eso, queridas, significa un montón de abdominales en el gimnasio).
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Este es uno de los mejores aspecto del tratamiento. Es comodísimo –llegas, te tumbas y te colocan las palas del dispositivo en dos minutos– y no exige hipotecar tiempo ni energía. 4 sesiones –dos por semana– de 30 minutos cada una son el pasaporte para presumir de abdominales este verano.
¿Cuándo se empiezan a notar los resultados?
Tras la primera sesión, sales con una sensación de ligereza muy gratificante pero en la tercera los resultados son ya visibles: los abdominales empiezan a anunciar su presencia y la zona, que se va liberando de los pequeños cúmulos de grasa poco a poco, comienza a definirse. Con la cuarta los resultados son muy visibles y se prolongarán en el tiempo.
¿Tenemos que poner algo de nuestra parte?
Sí. Nada es gratis. Pero el precio tampoco es muy elevado: una rutina de ejercicio y comer con sentido común. Si corres, nadas, juegas al tenis o caminas de forma habitual, sigue con ello; de lo contrario, introduce el hábito en tu vida diaria. Y en cuanto a la comida, no es necesario que sigas una dieta estricta: basta con que no te pongas trampas y seas muy consciente de que el chocolate de después de la cena, la cerveza del aperitivo o picar sin pausa son muy apetecibles pero engordan. Si no te cuidas, la grasa volverá a aparecer y los abdominales, a desaparecer.
¿Funciona igual en todo el mundo?
No. Los estudios realizados señalan que la candidata ideal es una persona con un peso normal y en buena forma que no consigue definir el músculo ni eliminar pequeños depósitos de grasa a pesar de sus buenos hábitos. Pero esto no quiere decir que debas renunciar si te sobran unos kilos o llevas una vida sedentaria. Al contrario. Ponte un plazo de un mes antes de la primera sesión para perder un poco de peso, comienza a hacer ejercicio y además de abdominales obtendrás todos los beneficios de un estilo de vida sano.
¿Quién diría no a un vientre liso y definido, sin un gramo de grasa y con los abdominales bien visibles? Nadie. Pero ahora vamos al detalle: ¿quién está dispuesta a intentarlo con matadoras sesiones de abdominales en el gimnasio? Uff, eso ya es otra cosa. Nos sobra pereza y nos falta tiempo, dos aspectos muy reales en la mayoría de los casos que funcionan como excusa perfecta para justificar la barriguita que asoma por el bikini o la cinturilla del pantalón.
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