Un flequillo como el de Rachel Valdés: chic, sexy y cómodo
Vaya a donde vaya, el flequillo de la novia de Alejandro Sanz siempre permanece perfecto en su sitio, llenando de estilo su look
Lo mismo remata un cuadro que acude a un acto protocolario. Da igual el evento que tenga, la novia de Alejandro Sanz nunca sale de casa sin atusar su flequillo, abriéndolo en la medida idónea para crear un estilo muy personal.
Pero no todo en el flequillo de Rachel Valdés es cosa de moda y de salir bien en las fotos, la cubana ha encontrado en su característico flequillo un aliado con el que estar siempre guapa pero sin que le robe tiempo. No olvidemos que es madre y siempre tiene que estar preparada para aupar a su hijo o salir corriendo detrás de él.
El flequillo de Rachel Valdés es un curtain fringe, es decir, un flequillo cortina. No debe ser muy grueso ya que su magia está en quedar entreabierto para dejar a la vista los ojos. Es como el visillo de los flequillos, intuyes lo que hay debajo, te llama la atención, pero no está al alcance de todos.
Aunque el curtain fringe se puso de moda hace algunos años, sigue estando de plena actualidad. Dakota Johnson, Caroline de Maigret o Bella Hadid han encontrado en este tipo de flequillo la mejor forma de cambiar de look prácticamente a diario. Al poder abrirse, permite poder variar el corte de pelo y así no tener que llevar aquellos flequillos que en 2008 nos obligaban a perder toda la visibilidad.
Rachel Valdés es otra de esas mujeres que se han entregado en cuerpo y alma a este tipo de flequillos. El suyo es muy breve y apenas sacrifica cabello. Nace desde atrás y cae como una cortina finísima que sobrepasa los ojos e, incluso en algunas zonas, alcanza los pómulos.
Entre los looks preferidos de la artista está el flequillo más retro, acomodado a los lados al estilo Bardot o como suele hacer su compatriota (de ascendencia cubana), Eva Mendes. Al dejar los mechones más cortos a los lados, se genera volumen y Rachel consigue armonizar sus marcados pómulos. Sin duda, su rostro anguloso se ve muy beneficiado del curtain fringe.
Otro de sus looks más habituales consiste en abrir el flequillo, pero dejar dos finísimos mechones sobre el rostro, eso sí, estratégicamente colocados, de tal modo que cada uno vaya en una dirección.
Pero lo maravilloso de este flequillo, que tiene el auge de su popularidad en Francia, está en que encaja a la más armoniosa perfección con el cabello recogido. Y Rachel lo sabe. Al tomar la cantidad adecuada de pelo, cuando se recoge el cabello en una coleta o en un moño, se disipa toda la sensación de tirantez y se gana volumen. Todo cosas buenas.
De ahí que la cubana se atreva incluso a rematar una obra de arte con meticulosidad y sin preocuparse de que el flequillo le nuble la visión. Lo abre un poco a los lados, recoge el pelo en una coleta y listo, un peinado fresco y cómodo pero además ultrafavorecedor y muy sexy.
Lo mismo remata un cuadro que acude a un acto protocolario. Da igual el evento que tenga, la novia de Alejandro Sanz nunca sale de casa sin atusar su flequillo, abriéndolo en la medida idónea para crear un estilo muy personal.