Sí, tu pelo también puede ser mixto, al igual que tu piel

Si te decimos que la piel puede ser seca, grasa o mixta no te estamos desvelando ningún misterio, pero ¿qué pasa si aseguramos que tu cabello también puede clasificarse como pelo mixto? Al igual que ocurre con la dermis, este no tiene por qué ser extremo (seco o graso), sino que a veces puede ocurrir que combine la oleosidad en las raíces con la sequedad de medios a puntas. “Un cabello mixto es aquel que tiene tendencia a ser graso a nivel del cuero cabelludo pero que en la fibra capilar está seco, sin brillo, roto y con las puntas abiertas”, explica el doctor Javier Pérez Diez, médico estético y tricólogo de Clínica Premium Marbella.

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Al igual que ocurre con la piel, que puede ser mixta debido a factores externos como el clima o la contaminación, e internos, como la alimentación y la rutina de belleza diaria, tanto el pelo como el cuero cabelludo también se ven afectados por ambas circunstancias: “En condiciones normales el cuero cabelludo produce a diario una cantidad de grasa dependiendo de sus características individuales, de sus condiciones hormonales e incluso en algunos casos de si padece alguna patología, como dermatitis, colesterol o triglicéridos altos. En el caso del cabello, aunque tiende a ser normal, puede volverse seco cuando está expuesto a contaminación ambiental, polución, exceso de sol y playa, uso de tintes y herramientas de peinado con calor…”, relata la doctora Anaya Fernández, tricóloga de Henao Wellness Clinic y de Clínica Dermatológica Giovanni Bojanini.

Sin embargo, “hay personas que genéticamente tienden a producir mayor cantidad de sebo en el cuero cabelludo, y otras que contribuyen, consciente o inconscientemente, a ello siguiendo una mala alimentación, padeciendo demasiado estrés o con un exceso de lavado, aplicación incorrecta y frecuente de acondicionadores o sérums. Si, además, el cuidado no es el adecuado, el pelo se puede secar y estropear, llegando a la paradoja de tener un extremo graso y el otro seco”, apunta Pérez Diez.

El problema añadido es que las personas con un cuero cabelludo graso suelen tener la necesidad de lavarse la cabeza a diario para deshacerse de la suciedad, usando también champús demasiado fuertes que solo provocan lo contrario: que el cuero cabelludo genere más grasa debido a que ha perdido sus aceites naturales y que el cabello se seque más aún, como consecuencia del abuso de tensioactivos o agentes limpiadores que se encuentran en las fórmulas de los champús.

Más allá del cuero cabelludo, “los cabellos finos son los que tienen más tendencia a tener una base capilar grasa y suelen ser más susceptibles a las agresiones. Además, al lavar la cabeza con más frecuencia –a veces todos los días en un intento por compensar el exceso de aceite–, se termina por secar y romper el resto de la melena”, añade el tricólogo de Clínica Premium Marbella. Aunque no hay que olvidar que las personas que tienen el cabello encrespado y largo también pueden sufrir la preocupación de tener las raíces grasas y las puntas secas, ya que hay que recordar que el frizz es un una señal que indica que los aceites del cuero cabelludo no se distribuyen bien por la melena.

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Cómo cuidar el pelo mixto

Aunque no lo parezca, dominar este desequilibrio no tiene por qué ser tan difícil. “La buena noticia es que si regulas los lavados, usas productos adecuados que sean más ligeros, hidratas adecuadamente solo con respecto a las puntas, evitas el exceso de calor con las herramientas de peinado y ajustas tu estilo de vida, este problema es fácilmente controlable”, asegura el experto. Por su parte, Tomás Martín, educador de Montibello, te detalla a continuación los gestos que debes llevar a cabo para mantener a raya la grasa de las raíces y aportar un extra de hidratación en el resto del cabello:

Evita friccionar el cuero cabelludo enérgicamente para no activar la producción de sebo. Y como el pelo deshidratado tiene menor elasticidad y mayor rigidez, trátalo con sumo cuidado a la hora de desenredar, aplicando un tratamiento o acondicionador hidratante en el lavado y posteriormente productos que favorezcan la elasticidad e hidratación del cabello en el tocador.

Acude a un profesional que te recomiende un tratamiento que regule el sebo y combínalo con un champú, a modo de mantenimiento en casa, que sea equilibrante; masajeando lentamente con mimo y dejándolo actuar unos minutos. Y después no te olvides de aplicar una mascarilla u acondicionador que aporte hidratación, distribuyéndolo solo de medios a puntas.

Haz del champú en seco tu mayor aliado para aguantar algún día más con la melena limpia. Aplícalo sobre las raíces y, pasados unos minutos, realiza un buen cepillado para eliminar el producto, una vez haya hecho su trabajo.

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Por último, al igual que acudes a un centro de belleza a realizarte un tratamiento facial, ¿por qué no hacerlo para poner tu cuero cabelludo a punto? “La congestión del folículo por exceso de grasa, la obstrucción folicular por células muertas o restos de cosméticos (champú, mascarilla o productos de peinado) y una deficitaria circulación sanguínea pueden ser algunas de las causas que provocan alteraciones en el desarrollo del pelo, la pérdida de engrosamiento y volumen, y potencian la caída del cabello. El resultado es un pelo frágil, áspero, sin flexibilidad y brillo”, asegura la médico estético Cristina Arruabarrena. El tratamiento Hydrafacial Keravive (1.200 €, el protocolo de tres sesiones y tratamiento domiciliario incluido) es una hidradermabrasión sobre el cuero cabelludo que lo exfolia, nutre e hidrata, mejorando la microcirculación y la absorción de nutrientes; todo sin dolor y con cero invasión. Son necesarias tres sesiones, una al mes, y se recomienda hacerlo dos veces al año: antes del otoño y la primavera, coincidiendo con la mayor fragilidad capilar.