El ritual de cuidado con el que disfrutarás de un eterno 'good hair day'
No importa cómo sea tu cabello porque la nueva línea de Nuxe Hair Prodigieux promete revelar todo su potencial en términos de reparación, brillo y suavidad
Las cuestiones capilares son una prioridad y lo corroboran las infinitas consultas por internet sobre cualquier elemento que pueda perturbar la belleza de una melena. Las consecuencias son la reciente proliferación de nuevos gestos dedicados al pelo que colonizan las rutinas habituales, la prueba incansable de ingredientes que miman de raíces a puntas o la implantación de tecnologías que persiguen la sublimación de las cutículas.
El anhelo de disfrutar de un good hair day va más allá de las implicaciones beauty. Lo cierto es que diversos estudios revelan que una cabellera bonita influye positivamente en el bienestar general, te hace ganar confianza, mejorar tu autoestima y, por tanto, sentirte más feliz. Sin duda, es una parte importante de la apariencia que permite expresar tu personalidad.
Sin embargo, no podemos olvidar que el principal requerimiento para que un cabello se muestre en su mejor versión, es que goce de una buena salud. La primera pista que lo indica es que el cuero cabelludo esté perfectamente hidratado y limpio, sin rojeces, ni descamaciones. Esa es la base para que las fibras capilares (la parte más visible) se presenten suaves, manejables, sin encrespamiento ni puntas abiertas y, por supuesto, radiantes. Con la misión de alcanzar un pelo irresistible, que invite a acariciarlo, debes contar con los mejores aliados cosméticos en casa, que incluyan ingredientes tan efectivos como sofisticados, como los aceites capilares.
El poder de los óleos
Los beneficios que aportan los aceites vegetales a las melenas son muchos. Gracias a su composición rica en ácidos grasos, resultan compatibles con la estructura capilar, lo que les permite penetrar con facilidad y potenciar su capacidad de hidratación y nutrición. Eso se transforma en unas cutículas sanas y lisas (el encrespamiento se genera por falta de agua, que provoca que el cabello se erice intentando extraerla del ambiente) para proyectar la luz.
En el constante estudio sobre estos aliados, se conquistan hitos innovadores para el bienestar absoluto de la cabellera. Y los expertos de Nuxe, con una dilatada experiencia en el uso de estos ingredientes, nos han sorprendido con el redescubrimiento del aceite de camelia rosa fermentado.
ADN de un aceite con 150 horas de fermentación
Gracias a sus beneficios nutritivos, el aceite de camelia rosa se ha postulado como un elemento básico de las rutinas de belleza de las geishas desde hace siglos. Sin embargo, y tras años de investigación, la firma francesa ha demostrado cómo la fermentación logra multiplicar sus propiedades. Se trata de un proceso patentado, a la vanguardia de la biotecnología, que completa el prensando en frío de las semillas de camellia japónica con la acción de la levadura para, después de 150 horas, obtener un aceite que se adhiere mejor a las fibras, con una alta concentración de moléculas activas y un glicolípido reparador. El resultado es un aceite optimizado que duplica el poder nutritivo del aceite de camelia rosa, capaz de restaurar las cutículas (demostrado mediante microscopía electrónica).
La gama completa al servicio del aplaudido óleo se llama Hair Prodigieux y mantiene la filosofía de la firma de apuesta por referencias clean y veganas, con al menos un 93% de ingredientes de origen natural, capaces de cumplir con las altas expectativas -también sensoriales- de las melenas exigentes.
Las cuestiones capilares son una prioridad y lo corroboran las infinitas consultas por internet sobre cualquier elemento que pueda perturbar la belleza de una melena. Las consecuencias son la reciente proliferación de nuevos gestos dedicados al pelo que colonizan las rutinas habituales, la prueba incansable de ingredientes que miman de raíces a puntas o la implantación de tecnologías que persiguen la sublimación de las cutículas.