Decoración consciente o cómo lograr que tu casa refleje también el espíritu mindfulness

La práctica del mindfulness nos enseña a focalizar nuestra atención en el momento, a vivir el aquí y el ahora, aceptándolo sin intentar cambiarlo y logrando así una atención plena. Aprendiendo a evitar distracciones y eliminar el ruido de nuestro alrededor, concentrándonos en nosotras mismas y lo que nos rodea, lograremos reducir los niveles de estrés, consiguiendo un estado de calma y conexión.

Habitualmente asociamos esta práctica con la meditación, una forma de lograr calmar nuestra mente y no dejar que los problemas puedan con nosotras, pero también se suele aplicar a otros aspectos de nuestras vidas, como la alimentación, con el mindful eating. Escuchando a nuestro cuerpo y concentrándonos en lo que estamos haciendo lograremos disfrutar más los alimentos y conseguir que estos nos sienten mejor.

Esta misma filosofía la podemos aplicar a la decoración de nuestra casa, buscando conseguir un espacio agradable, que nos transmita paz y nos ayude a conectar con nosotras mismas a través de los elementos que escogemos para construir nuestro hogar.

Esta decoración consciente se basa en algunas premisas sencillas, como escoger detalles que conecten con nuestros deseos sin dejarnos dirigir por las tendencias, escogiendo materiales naturales y piezas artesanales, aprovechando la luz natural y, sobre todo, apostando por un espacio ordenado, indispensable para lograr también un orden mental.

Lo que se busca con este tipo de decoración no es solo crear espacios, sino conectar con todos tus sentidos, diseñar ambientes que inspiren y que te ayuden a conectar contigo misma, lograr que esta decoración tenga un sentido más allá del meramente ornamental, de ahí la importancia de los materiales, de la historia de los elementos que escogemos.

La artesanía es una de las claves para lograrlo, piezas únicas y especiales, pero también piezas antiguas. Valorarlas y darles una segunda oportunidad, restaurarlas y recuperarlas, con técnicas DIY, buscando conseguir un consumo responsable, concienciándonos de los materiales empleados y el impacto que pueden tener en el medio ambiente a corto y largo plazo.

Antes de escoger muebles nuevos prueba a mover los que ya tienes, a cambiarlos de ubicación o buscarles una nueva función, aunque también debes estar preparada para desprenderte de lo que no necesitas. Evita apegos emocionales por las cosas que ya no te resultan útiles, igual que nos desprendemos de la ropa que ya no nos sirve.

Intentaremos lograr espacios despejados, donde la luz natural, suave, sea la protagonista. Evitando recargar nuestro hogar con la decoración estaremos también contribuyendo a despejar la mente, uno de los motivos que hacen del orden una pieza fundamental en nuestra decoración consciente: una casa organizada refleja una mente ordenada.

Hay pequeños detalles que pueden ayudarte a conseguir esto, como hacer la cama todas las mañanas, un pequeño gesto con el que logramos que toda la estancia se vea más ordenada y limpia. Porque la limpieza es también clave para lograr una ‘mindful home’ por eso ventilar abriendo las ventanas a diario te ayudará a lograrlo.

Busca espacios abiertos, con una decoración minimalista y que te ayuden a evitar distracciones, selecciona elementos de materiales naturales, como muebles y tejidos, y apuesta también por las plantas, que limpian el aire. Escoge colores suaves y tonos tierra, creando espacios que te ayuden a conectar con el momento, a tomar consciencia del ahora y no preocuparte por nada más.