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Soluciones de Ikea para afrontar los cambios familiares sin morir en el intento
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ORDEN Y DECORACIÓN

Soluciones de Ikea para afrontar los cambios familiares sin morir en el intento

Aquí, un plan asequible y sencillo con soluciones para aprovechar espacios pequeños donde todos estén contentos y el orden se mantenga fácilmente.

Foto: Llegó el bebé y puso el mundo (y la casa) del revés (Cortesía).
Llegó el bebé y puso el mundo (y la casa) del revés (Cortesía).

Las familias estamos en constante cambio. Llega un bebé, los niños crecen, se independizan… Cada poco tiempo, los diferentes miembros de la tribu familiar quieren transformar el espacio de su dormitorio para adaptarlo a sus nuevos gustos o necesidades. Hay que tomárselo con filosofía y disfrutar porque, aunque a veces no apetezcan o asusten, los cambios son buenos y necesarios.

En este sentido, nuestro hogar se convierte en el lugar ideal para afrontar estos cambios vitales; allí los hacemos con confianza y valentía. Ahora bien, todos sabemos cuál es el momento actual. El alza de los precios nos preocupa y no parece que de momento vaya a aumentar nuestro poder adquisitivo, así que para que esos cambios se puedan llevar a cabo de una forma asequible, habremos de recurrir a soluciones sencillas, modulares, donde no siempre hay implícita una gran inversión. La compra inteligente es clave. Ikea lo sabe y pone a nuestra disposición ideas, formas y posibilidades infinitas.

Cambios en casa sin morir en el intento

En la mayoría de las familias con hijos existen tres momentos en los que hay que dar la vuelta a la casa o, al menos, a alguna de las habitaciones. Hemos encontrado entre las propuestas que de Ikea una serie de productos funcionales, de calidad y a un buen precio, que pueden comprarse de una forma rápida, sencilla, asequible y sostenible.

1. Primer momento de cambio: llega el bebé

A veces el espacio en casa no da para más y hay que echar un plus de imaginación para conseguir acomodar un rincón para lactancia o encajar un cambiador en el baño.

placeholder ¿Tenías un carrito con todo tu arsenal cosmético? Ahora es un organizador de toallitas y pañales.
¿Tenías un carrito con todo tu arsenal cosmético? Ahora es un organizador de toallitas y pañales.

Si conseguimos un sillón, cómodo y con reposapiés como el Poäng-que empaste con la decoración del salón-, servirá para dar de comer al bebé, pero también para que su madre dé una cabezada y se reponga o dedique un poco de tiempo para ella a leer, ver una serie o lo que más le relaje al final del día.

Si el bebé cuenta con su propia habitación, a la hora de amueblarla, puede ser buena idea comprar una cuna evolutiva como la Sundvik, que pase de tener un colchón elevado para recién nacidos a un nivel inferior apto para ponerse de pie. Y, también es interesante que cuando llegue la cama de mayor, pueda utilizarse como un sofá individual y tenga cajones o armario. En los cuartos de los niños, el almacenaje es oro.

placeholder La comodidad de poder transformar una cuna en una cama y que combine con todo.
La comodidad de poder transformar una cuna en una cama y que combine con todo.

También tenemos que pensar que una habitación de bebé no es eterna. Sus necesidades para juguetes, cuentos, ropa y demás son casi ninguna mientras es recién nacido, pero, de pronto, se multiplican hasta el infinito cuando entran en juego –nunca mejor dicho- las construcciones, juegos, peluches, coches, muñecos… Hace falta tener previsto un mueble que pueda ir creciendo con él. Mejor si es modular como los de la serie Trofast y adaptado a su tamaño para que, desde el principio, se responsabilice de recoger y “a guardar, guardar, cada cosa en su lugar”.

2. Segundo momento de cambio: crece el bebé y toca compartir habitación

Una vez que todos los niños duermen en cama, se impone reorganizar el espacio para que puedan estar juntos en el mismo dormitorio. Aquí el orden es premisa para no morir en el intento. Armarios como los Smastad, que van creciendo con ellos, almacenaje estilo Trofast por todas partes y que cada mueble cuente con varias funciones.

placeholder  Un armario en el que guardar la ropa y que vaya acompañándole en su crecimiento.
Un armario en el que guardar la ropa y que vaya acompañándole en su crecimiento.

Para empezar, es importante que, donde antes cabía una cama, ahora quepan dos. Llega el momento cama nido que tanto gusta a los niños y tan práctico resulta para las familias. Echa un vistazo al modelo Släkt, te conquistará nada más verla.

placeholder Cama nido en la que podrán compartir habitación sin perder espacio de juego durante el día
Cama nido en la que podrán compartir habitación sin perder espacio de juego durante el día

Para que cada niño sienta que parte de ese cuarto es suyo, cada rincón se puede personalizar gracias a diferentes textiles, alguna lámpara de mesilla, cuadritos y otros adornos.

3. Tercer cambio: llega la adolescencia

Aunque a todo va a decir que no (rebeldía obligada), hay que intentar transmitir que en este momento lo básico es actualizar y reorganizar, no comprar todo nuevo. Se puede crear un dormitorio que ya no sea infantil, con pequeños cambios, imaginación y ciertas dosis de compra inteligente.

Como es el momento de despedirse de los juguetes, la donación y el punto limpio serán los lugares más visitados durante un par de días. Después, hay que fijarse en qué muebles se pueden aprovechar y darles un aire juvenil. Textiles más adultos, lámparas que ambienten y adornos son clave en este salto generacional.

Además, si el adolescente en cuestión es muy aficionado al deporte, tiene muchos libros o alguna afición que requiera de un extra de almacenaje, es el momento de adquirir las piezas adecuadas. Por ejemplo, unas estanterías modulares y polivalentes. También, un banco donde lo mismo haya botas de montar que patines, el casco de la bici, tres balones o unos bates de baseball.

placeholder El número de deportes a los que se puede aficionar un adolescente tiende al infinito.
El número de deportes a los que se puede aficionar un adolescente tiende al infinito.

El adolescente ordenado no existe, pero con los muebles adecuados puede fingir serlo.

Las familias estamos en constante cambio. Llega un bebé, los niños crecen, se independizan… Cada poco tiempo, los diferentes miembros de la tribu familiar quieren transformar el espacio de su dormitorio para adaptarlo a sus nuevos gustos o necesidades. Hay que tomárselo con filosofía y disfrutar porque, aunque a veces no apetezcan o asusten, los cambios son buenos y necesarios.

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