Que es el cottagecore y por qué es la tendencia que necesitamos en cuarentena

El cottage es una tendencia que celebra la domesticidad rural nacida en redes sociales y que trata de desconectar y disfrutar de las cosas simples de la vida. En pleno confinamiento, esta moda ha cobrado más sentido que nunca, con numerosas personas encerradas en sus casas de campo (Vanesa Lorenzo, te estamos mirando a ti) y una nostalgia renovada que mira hacia el pasado.

Ya vivimos el furor de los vestidos de lechera, esos que no solo no se han ido, sino que se han despiezado al ponerse de moda ahora también los tops que siguen esa tendencia. En estos momentos, con más de 200.000 publicaciones con el hashtag #cottagecore en Instagram y en TikTok, se ha convertido en la estética más celebrada, una moda que ha coincidido con el amor por la moda vichy.

No es extraño encontrar a influencers y anónimos cocinando pan de plátano en sus casas mientras llevan pañuelos a la cabeza, esos que han impuesto firmas como Saint Laurent, ni ver cómo los filtros que otorgan rasgos élficos se convierten en los más deseados en las redes, que fantasean con un mundo preindustrial… en el que existe tanto el iPhone como el animal crossing -¿puede un juego ser más cottagecore que este, por cierto?-, claro.

Las flores asociadas a la era estival son ahora más dulces que nunca, con margaritas dispuestas a aportar un tono 'cuqui' a cada vestido, y el influjo de películas como ‘Mujercitas’ han hecho que los vestidos de nuestros armarios abandonen las siluetas bombshell y abracen la tendencia cottagecore. En un momento en el que intentamos huir del asfixiante consumismo extremo, esta tendencia aboga por recurrir a diseños de segunda mano y huir del frenético ritmo con el que las tendencias se suceden.

Firmas como The Vampire Wife, la marca que ha conquistado por igual a fashionistas de la talla de Alexa Chung y a royals como Kate Middleton, Batsheva y las propuestas vichy de JW Anderson para Uniqlo son algunos ejemplos del triunfo de esta tendencia con la que resguardarnos en un espacio ajeno los likes, a la necesidad de cambio y al vapuleo de la sostenibilidad.