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Adiós a Stella Tennant, adiós a una época única y maldita
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Adiós a Stella Tennant, adiós a una época única y maldita

La desaparición de la icónica modelo simboliza también el final de una etapa diferente y excepcional de la moda británica en la década de los 90

Foto: Stella Tennant, en un evento de Chanel, en París. (Reuters)
Stella Tennant, en un evento de Chanel, en París. (Reuters)

La muerte de Stella Tennant supone decir adiós a otro de los iconos de la moda inglesa de la apasionante década de los 90. En un tiempo en el que las modelos eran supermodelos, de la talla de Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford, chicas como Tennant (y como Kate Moss) proponían otro tipo de canon estético que reflejaba muy bien el nuevo camino que la moda iba a transitar durante esa década.

Según contaba la propia Tennant en una entrevista a Vogue UK hace unos años, siempre se atribuye su descubrimiento a Isabella Blow, pero no fue exactamente así. Realmente no fue la editora de moda de Vogue UK quien encontró a la modelo en 1993, sino Plum Sykes, uno de sus asistentes, quien pensó que aquella joven de rasgos andróginos, alta y delgada, representaba a la perfección la nueva elegancia británica que Blow estaba buscando para el reportaje del número de diciembre de la cabecera inglesa. No quería modelos profesionales sino la encarnación verdadera del nuevo cool British. Y allí estaba ella, una joven aristócrata (era nieta del duque de Devonshire) que se atrevía a posar con un pendiente en la nariz, algo revolucionario para ese momento, pero que le otorgaba a Tennant su rasgo más destacado.

Blow volvía a demostrar, eso sí, su brillante talento para descubrir nuevas caras. Lo había hecho tiempo atrás con Philip Treacy y acababa de comprar toda la colección de graduación de Alexander McQueen, convirtiéndose así en mentora (y descubridora) de uno de los mayores talentos en la historia de la moda británica. Curiosamente, en las primeras fotos que se tomaron de Tennant (que realizó Steven Meisel, el otro gran responsable del éxito de la modelo) y que se publicaron en aquel número de diciembre, la modelo lucía, además de su característico piercing, una chaqueta sin mangas de McQueen.

Foto: Stella y Karl, en 2011 en un desfile de Chanel. (Reuters)

Los tres, que encarnan junto con Campbell, Moss y John Galliano, una generación irrepetible, han terminado sus carreras cuando todavía tenían mucho que decir. Blow era un alma demasiado delicada para este mundo, y McQueen se fue dejándonos sin terminar una colección, ‘Angels and Demonds’, que suponía una sublimación de la belleza. Ahora nos enteramos de que se ha ido Tennant justo cuando, como comentaba en una entrevista, había empezado a dejarse el pelo blanco, en su color natural, aceptando que el paso del tiempo no tiene por qué ser un impedimento para la belleza.

Lo cierto es que Tennant comenzó pronto a recorrer una carrera independiente del resto de nombres británicos. Si Blow y McQueen eran íntimos, lo mismo que Moss y Galliano, la nieta de los duques de Devonshire se volvió rápidamente en un símbolo de la moda francesa. Al convertirse en imagen de Chanel, Karl Lagerfeld le ganaba la partida a Tom Ford. La modelo se decantaba por la casa de la camelia en lugar de por Gucci.

A partir de ahí, surgió una de las relaciones más recordadas del mundo de la moda. Con ella regresaban a la maison parisina las formas que gustaban a Coco Chanel, según afirmaban los medios en 1997, tras el reinado de las exuberantes curvas de Claudia Schiffer. Y el experimento no pudo salir mejor. Desde aquel momento, la carrera de la modelo británica quedó vinculada a la casa, con la que siguió trabajando incluso tras su retiro de las pasarelas (que nunca llegó a abandonar en realidad). Ayer la propia firma Chanel se despedía en las redes sociales de Tennant reconociéndola como una de las musas que más había inspirado a Lagerfeld a lo largo de los años.

Lo mismo hizo Dontalle Versace, que publicaba en su perfil de Instagram una foto de la modelo en la que se leía: “Stella, no puedo creer que te hayas ido. Nos has dejado demasiado pronto. Te conocimos al inicio de tu carrera. Aprecio todos los momentos que pasamos juntas. Ciao, Descansa en paz”. Meisel, su gran mentor, no tenía palabras para despedirse de ella y se limitaba a publicar en las redes aquella primera fotografía que le hizo, con lo que todo comenzó.

Seguro que hubo gente que quizás no reconociera a la modelo cuando desfiló junto a Naomi Campbell, Lily Cole, Kate Moss y David Gandy, entre otros, en el homenaje que se hizo a la moda británica en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Normal, Tennant era para iniciados, para los que, como Blow y McQueen, iban un paso más allá en la moda. Ahora nos quedará el recuerdo de uno de los rostros más icónicos de una década que es difícil que se vuelva a repetir. Las conjunciones de planetas solo se dan una vez cada muchos años. Hemos tenido suerte.

La muerte de Stella Tennant supone decir adiós a otro de los iconos de la moda inglesa de la apasionante década de los 90. En un tiempo en el que las modelos eran supermodelos, de la talla de Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford, chicas como Tennant (y como Kate Moss) proponían otro tipo de canon estético que reflejaba muy bien el nuevo camino que la moda iba a transitar durante esa década.

Alexander McQueen