Las diez películas que debes ver si te apasiona la moda (y en ninguna sale Audrey Hepburn)
Cuando el cine y la moda se dan la mano aparecen obras maestras firmadas por genios como Elsa Schiaparelli, Jacques Fath o el mítico Adrian. Descubre estas recomendaciones
Cine y moda son buenos compañeros de cama. Desde que el séptimo arte se convirtiera en una industria de masas y empezó a marcar las tendencias allá por los años 30, las relaciones entre ambos sectores han sido de lo más fructíferas, dando lugar a obras de arte donde a veces el diseño, incluso, ha sido más importante que el propio guion.
Aprovechando que se avecinan días en los que vamos a poder pasar mucho tiempo delante de la televisión, aquí van una serie de películas que merece la pena disfrutar si te apasiona la moda. Y no, les aviso, en ninguna sale Audrey Hepburn ni el vestuario lo firma Hubert de Givenchy.
Every Day’s A Holiday (1937)
La protagonista de la cinta no es otra que Mae West, una de las actrices más importantes e influyentes de los años 30 a cuyos pies cayó rendido no solo el público sino también los artistas del momento. En esta película, el vestuario lo firma Elsa Schiaparelli, cuyo nombre aparece al inicio de la película en tamaño más grande incluso que el de la mismísima West. Una anécdota: la diseñadora y la actriz nunca coincidieron. La primera no quería ir a Hollywood y la segunda no se quería desplazar a París. Se envió a los talleres de Schiaparelli el busto con las medidas de West y así se confeccionó todo el vestuario. Cuando se lo probó en Los Ángeles, la actriz había engordado, así que optaron por que la intérprete se moviera lo menos posible durante toda la película para no reventar los vestidos. El busto daría origen al frasco de la famosa fragancia Shocking de la firma que, además, sería utilizado tiempo después como inspiración para crear la botella de Femme, de Jean Paul Gaultier.
Las zapatillas rojas (1948)
Esta película, considerada como un icono de cine, se basa en el cuento de Hans Christian Andersen. Scorsese la considera como la película más bonita realizada en color, y es que además de la danza, el color tiene un papel protagonista. Por eso se recurrió a Jacques Fath para el vestuario. El diseñador francés vivía su momento de apogeo y era conocido por sus arriesgadas combinaciones de tonalidades además de por sus increíbles creaciones. Tan importante es la contribución de Fath en el largometraje que una de las escenas se desarrolla en su atelier parisino, donde podemos contemplar uno de los desfiles de la firma.
American Gigolo (1980)
¿Qué podemos decir de este clásico del cine de los 80? En esta película descubrimos no solo a Richard Gere, sino a la moda masculina más exquisita de la década. Vestido con los diseños de Giorgio Amani, Gere nunca más volvió a vestir tan bien, ni siquiera en ‘Pretty Woman’. Con este film se marcó una estética y a día de hoy muchos elementos siguen teniendo vigencia.
Julieta (2016)
Se presentó como una de las películas más rompedoras de Pedro Almodóvar, en la que dejaba apartada la comedia que tanto le gusta para apostar por un trabajo más serio y dramático. Y no fue solo eso. Resultó todo un homenaje a la moda (un campo que siempre es un protagonista más de las películas del director manchego). Firmas como Dior, Prada o incluso Davidelfín colaboraron en este proyecto para el que, incluso, se llegaron a reeditar colecciones pasadas.
El gran Gatsby (1974)
El vestuario de la versión más reciente de 2013 de Baz Luhrmann lo firma Brooks Brothers, pero nos interesa más el largometraje de 1974, en el que trabajó un jovencísimo Ralph Lauren. Él se encargó de los impecables trajes que luce durante toda la cinta Robert Redford. De hecho, podríamos afirmar que esta película se conoce ya más por los patrones de Lauren que por la propia película.
Operación U.N.C.L.E. (2015)
Posiblemente muchas de las películas que hemos citado hasta el momento se las esperaban, pero… ¿Esta? Lo primero les diremos que es una película fácil, se deja ver y está muy bien hecha. Lo segundo: no pueden imaginar lo bien planteado que está el vestuario, un trabajo que realizó Joanne Johnston. Se recurrió a diseños vintage firmados por Paco Rabanne o Pierre Cardin, a sastres como Timothy Everest, y marcas de moda del nivel de Giorgio Armani o Roger Vivier. Querrán volver a verla solo por recrearse más si cabe en la ropa.
El perro del hortelano (1996)
La belleza del vestuario de esta película, encargado a Pedro Moreno, es solo un detalle más de una de las obras maestras de Pilar Miró. El trabajo de Moreno le valió el Goya al mejor diseño de vestuario. Su propuesta destaca, sobre todo, por una riqueza cromática y una suavidad de líneas que hacen que, pese a que los diseños de Moreno destacan sobre cualquier otra cosa, la cinta fluya sin problemas. Al terminar la historia, eso sí, lo que más recordará es lo bien vestida que iba Emma Suárez.
Nicolás y Alejandra (1971)
Muchas veces cuando contamos los Oscar que han ganado los españoles nos olvidamos del que atesoró Antonio Castillo por su trabajo en una película que ha pasado a la historia. Después de triunfar en París al frente de Lanvin, el modista se dedicó al vestuario de cine con trabajos tan excepcionales como el de esta película. Y sí, Hollywood se lo reconoció con una estatuilla, compartida con Yvonne Blake.
Historias de Filadelfia (1940) y Alta sociedad (1956)
Estas dos películas las planteamos juntas porque la segunda es una versión de los años 50 de la que protagonizó Katherine Hepburn. En ambas, el vestuario de la protagonista (Hepburn en la primera, Grace Kelly en la segunda) es un personaje más del filme. Adrian se encargó de ‘Historias de Filadelfia’ y Helen Rose de ‘Alta sociedad’, y ambos crearon dos de los vestuarios más recordados del cine. Es interesante verlas para entender, por ejemplo, la influencia que tuvo el New Look de Dior en la moda y cómo evolucionó esta de los años 30 y 40 a los 50. Rose, de hecho, versiona muchos de los diseños de Adrian. Los mejores momentos se dan, eso sí, en la piscina: en las dos versiones encontramos los dos ‘albornoces’ más bonitos de la historia. Además, como anécdota, el vestuario de ‘Alta sociedad’ fue un regalo de la productora, MGM, a Kelly por su boda con Rainiero de Mónaco. De hecho, el anillo que luce es el de compromiso con el príncipe monegasco.
Cine y moda son buenos compañeros de cama. Desde que el séptimo arte se convirtiera en una industria de masas y empezó a marcar las tendencias allá por los años 30, las relaciones entre ambos sectores han sido de lo más fructíferas, dando lugar a obras de arte donde a veces el diseño, incluso, ha sido más importante que el propio guion.