Hablamos con Alejandro de Miguel, diseñador navideño de Ana Obregón, Igartiburu y Paz Padilla
El modisto manchego ha sido el denominador común de algunos de los looks más relevantes de la Navidad de Ana Obregón, Anne Igartiburu y Paz Padilla, de Nochebuena a fin de año
Desde hace unos años, Alejandro de Miguel se ha convertido en el 'diseñador-gurú' de Ana Obregón. La ha vestido en los momentos más alegres de su vida y también en los más tristes, como fue el funeral de su hijo Aless, y este año, la actriz volverá a lucir uno de sus diseños durante algunas de sus grandes citas navideñas. Hace unos días, sin ir más lejos, se decantó por uno de sus vestidos para presentar junto a Anne Igartiburu un adelanto de las campanadas de este año en TVE. Una cita en la que su compañera también lució un diseño del manchego.
Aunque durante la noche del 31 no será él quien vista a ninguna de las Anas, sí que vistió a Obregón hace apenas unos días, durante el especial ‘Telepasión’, emitido por esa misma cadena en Nochebuena.
Una confianza depositada en el modisto que solo va en aumento. No es para menos. El vestido que lució Ana Obregón para dar las uvas se convirtió en uno de los más alabados de la última noche del 2020, por lo que no es de extrañar que hasta Paz Padilla, presentadora de la competencia que dará las campanadas en Mediaset junto a Carlos Sobera, también le haya pedido que la vista para la ocasión. Una elección que no hace más que consolidar la imagen del modisto manchego, cada día más popular entre los rostros más conocidos de la actualidad.
Desde pequeño tenía muy claro que quería dedicarse al mundo de la costura que vivía en su casa. Su madre cosía para El Corte Inglés y algunos modistos conocidos, y así fue como poco a poco aprendió el oficio. De hecho, es de los pocos profesionales que puede presumir de controlar todo el proceso: desde que elige la tela hasta que lo luce la clienta.
Te has convertido en el diseñador de las fiestas de Navidad. En los últimos días has vestido a Ana Obregón, a Anne Igartiburu y este año también a Paz Padilla. ¿Qué supone para ti?
Estoy todo el año trabajando para todas las mujeres de España, pero el que me elijan para las retransmisiones de Navidad me da mucha visibilidad. Es una gran responsabilidad y lo vivo con mucha ilusión.
¿Cómo llevas las presión?
Siempre te entra la duda de qué va a opinar la gente en las redes sociales y si habrá memes y críticas de los vestidos. Hasta ahora he tenido suerte y han gustado mucho.
Este año se estrena contigo Paz Padilla, que dará las campanadas en Mediaset. Ya ha dicho que es un vestido muy sexy…
Es un diseño con muchísimas horas de trabajo. Tengo a todo el taller con ella. Paz me vuelve loco porque es muy activa, tiene mucha creatividad y ha dado ideas. Ella tiene un cuerpo muy trabajado en el gimnasio y como es natural quiere lucirlo. Lo que estamos haciendo es sexy y elegante a la vez. Esta inspirado en la luz de Andalucía y lleva más de quinientos cristales de aurora boreal.
La pionera en confiar en ti fue Ana Obregón...
La relación con ella comenzó de una manera profesional y ahora somos amigos. Es un privilegio poder estar con ella y apoyarla en los momentos más importantes de su vida. Desde que la conozco me ha demostrado su generosidad. Se ha vestido con los grandes maestros internacionales como Valentino, Versace, Elie Saab, y me emociona que quiera que sea yo quien firme el modelo para su gran noche.
¿Cómo os conocisteis?
El destino nos unió en un AVE camino a Sevilla. Yo iba acompañando a Marina Danko a los Premios Escaparate. Le había hecho el vestido, que entusiasmó a Ana, y a partir de ahí conectamos y hasta ahora. Han pasado siete años de ese encuentro.
Tiene una buena percha. Su estilo es muy definido…
Ana lo luce todo muy bien. Es una gran entendida en moda y le gusta participar en el proceso. Este año le he preparado el vestido para el brindis de 'Telepasión' que se emite el 24 de diciembre. Es un homenaje a Rafaella Carrà. Es de color blanco porque para ella es también el color del luto. En los últimos tiempos nos hemos unido mucho y la tengo un cariño especial. Voy a su casa para las pruebas. Intento hacérselo fácil.
También la has apoyado en sus momentos más duros.
La considero una amiga. Recuerdo que la Navidad en la que su hijo estaba enfermo le hice todos los vestidos en rojo. Estaba muy esperanzada de cómo evolucionaba Aless y me decía: “Alejandro, este año lo quiero todo en rojo”. Lamentablemente, sucedió la tragedia.
Anne Igartuburu también ha apostado por ti.
Nos conocemos hace años y le he ido haciendo vestidos intermitentemente para las fiestas, premios y presentaciones. Se fía mucho de mí y no le hace falta involucrarse. Recuerdo que la primera vez que se puso algo mío lo había elegido en un showroom.
Eres muy joven y poco a poco te has colocado entre los diseñadores con los que cuentan las mujeres conocidas en sus eventos más importantes.
Tengo cuarenta años y empecé muy joven. Mi madre cosía para grandes firmas hasta que esas empresas decidieron llevar el trabajo a Asia o a la India para ahorrar costes. Cuando salía del colegio, me iba al taller y ahí me entretenía mientras echaba una mano. Mi madre me enseñó a coser y después estudié y me matriculé en las mejores academias. Sé hacer de todo y no solo el dibujito. Me das un rollo de tela y sé hacer todo el proceso: la corto, hago el patrón, se lo pruebo a la clienta. Eso es el oficio.
¿Cuando empezaste imaginabas este camino de éxitos?
Llevo veinte años con mi firma y ha sido una carrera de fondo y muchísimo trabajo. El reto que siempre me puse fue poder vivir de la costura, de la moda, que es lo que siempre me ha apasionado. Gracias a Dios he podido cumplir mi sueño. Tengo mi estudio taller también en Madrid en la calle Ayala número 15 y he podido mantener los sueldos a pesar de la pandemia. A mi cargo tengo treinta personas. Muchas de las costureras empezaron con mi madre y ahora están conmigo. Todo se hace en España.
¿Qué te dijeron en casa cuando planteaste seguir la tradición familiar?
Al principio les hubiera gustado que fuera funcionario con un trabajo seguro. A mis padres les tocó la etapa en que se dejó de coser en España para llevárselo fuera y pasaron una racha muy mala. Después, se dieron cuenta de que era mi pasión. Están encantados y muy orgullosos de lo que he conseguido. Cuando la reina doña Sofía apareció en la prensa con uno de mis vestidos, lo primero que hice fue ir corriendo a casa para enseñárselo a mi madre. Fue algo increíble.
Abriste en Madrid poco antes de que comenzara la pandemia…
Fue un horror. El taller llevaba abierto siete meses y olía a nuevo. De pronto llega el 14 de marzo y tuve que cerrar. Estaba hipotecadísimo y lo que hice fue ir al pueblo y ponerme a diseñar la colección con más esperanza y salió la más bonita del mundo. Tuvo tanto éxito que colapsó el taller. Salimos victoriosos.
Lo tuyo es una carrera de fondo. ¿Qué te parecen los que empiezan en un reality como es ‘Maestros de la costura’?
Entiendo que es un programa de televisión donde el tiempo es oro. Lo que no me gusta es que a una persona que le gusta la moda y que está empezando se le transmita que un vestido se puede hacer en treinta minutos. En ese tiempo se puede hacer una paella. Yo con un equipo de profesionales (bordadoras, costureras, patronistas…) tardo semanas. No se le puede inculcar esa idea porque no es bueno. La moda es mimo.
¿Qué has tenido que sacrificar a cambio de tu profesión?
Mi juventud. Los amigos del pueblo tuvieron su etapa de salir mucho y yo me dedicaba a trabajar sábados, domingos, fiestas... Me he dedicado, como hacen los atletas, en cuerpo y alma a mi profesión. Me gusta estar en el taller todo el día pendiente de mis vestidos, de las clientas, de que las empleadas estén bien. Llego el primero y me marcho el último.
¿La reina doña Sofía te abrió puertas al lucir tus vestidos o ya estaban abiertas?
Fue la primera persona conocida a la que vestí. Fue un gran escaparate. Para mi es la soberana más elegante del mundo. Fueron muchos los trajes que le hice y el haberme elegido me dio mucha visibilidad.
Desde hace unos años, Alejandro de Miguel se ha convertido en el 'diseñador-gurú' de Ana Obregón. La ha vestido en los momentos más alegres de su vida y también en los más tristes, como fue el funeral de su hijo Aless, y este año, la actriz volverá a lucir uno de sus diseños durante algunas de sus grandes citas navideñas. Hace unos días, sin ir más lejos, se decantó por uno de sus vestidos para presentar junto a Anne Igartiburu un adelanto de las campanadas de este año en TVE. Una cita en la que su compañera también lució un diseño del manchego.