El glamour de Emporio Armani y el salón viviente de Moschino

Continuamos nuestro repaso por los mejores desfiles de la Semana de la Moda de Milán y nos detenemos en el show de Emporio Armani. Giorgio Armani ha vuelto a demostrar el profundo respeto que siente hacia su equipo al haber destinado las aproximadamente 400 plazas adicionales del enclave en el que ha presentado su nueva colección a los empleados de la empresa. Se trata de una sentida muestra de reconocimiento por su trabajo diario y de una forma de manifestar su agradecimiento por el compromiso asumido por todos en estos dos últimos años de pandemia. Armani devuelve la palabra glamour a sus raíces, que asegura se encuentra en el encanto personal.

Para hacerlo, apuesta por contrastes y acentúa el uso de colores vivos en las prendas femeninas y en tonalidades grises en la ropa de hombre. Chaquetas con hombreras acentuadas, el ciré como toque brillante ocurrente y los chalecos usurpando el lugar de las camisas son algunas de las claves de las propuestas de la marca. Plumas ligeros y motivos de terciopelo, minivestidos, escotes traseros, detalles brillantes y los efectos de escarcha componen los diseños que exaltan el glamour.

Botas con hebillas y diseños Mary Jane revisionados se suman a los minibags en colores brillantes dentro del campo de los accesorios.

La colección masculina apuesta por grises pálidos que avanzan hacia tonos más densos en los que también tienen cabida pinceladas de colores atrevidos. Abrigos oversize, chaquetas con hombros marcados y camisas sin cuello observan cómo en ocasiones, como ocurre en las propuestas para mujer, son sustituidas por chalecos confeccionados en el mismo tejido que las chaquetas.

Pantalones de pernera ancha o bermudas, zapatos de altas suelas cuadrados, chaquetas hinchables y trajes técnicos de esquí componen las propuestas para hombre de Armani.

Tras el universo terrenal de Armani, pasamos al teatral mundo de Jeremy Scott, que ha vuelto a convertir la pasarela de Moschino en una fantasía pensada para romper las redes sociales y convertirse en meme. Vestidos en los que un arpa funciona como tirante asimétrico y diseños dorados con una inmensa arpa en las espalda han sido algunas de las perlas fashionistas con las que la firma nos ha deleitado.

Moschino deja bien claro que el invierno que viene, el efecto 'bra' seguirá muy presente, pues uno de los looks consistía en una bandeja a modo de top en la que los pechos se dibujan con el latón. Como ha ocurrido en todos los desfiles presentados, los hombros cobran también protagonismo en el show de Moschino. Desde vestidos de tintes 'vamp-chic' con hombreras marcadas de terciopelo hasta relojes de cuco, la firma refuerza las hombreras.

Cada salida ha dejado al público sin habla. Candelabros y jarrones a modo de tocado (fruto del trabajo del icónico Stephen Jones), sofás que funcionan como bolso (un diseño que nos ha recordado al emblemático bolso-silla de la firma Area que Christine Quinn luce en 'Selling Sunset') o incluso como vestido, biombos que se transforman en looks... Todo un homenaje al archivo de Moschino, que en 1989 y 1990 introdujo alfileres en forma de cubiertos y grifos como adornos, propuestas a las que hoy Scott da un toque de actualidad al hacer de los cubiertos motivos que adornan chaquetas que se convierten así en diseños de estética militar muy surreales.

Una modelo ha aparecido con un muñeco ataviado de astronauta entre las manos, y al final del desfile, hemos comprobado qué planeaba el diseñador con ese accesorio insospechado. Jeremy Scott se ha despedido de los invitados con el mismo traje espacial del muñeco. El desfile lo ha cerrado Gigi Hadid, que ha lucido dos looks diferentes y que ha sido acompañada en el show por su hermana Bella.