Reutilizar el vestido de novia tras la boda, la última tendencia sobre la alfombra roja
Emma Stone sorprendió en la gala del Met, pero antes otros rostros conocidos ya lo habían hecho
Lo que no hace tiempo era impensable, que las celebrities, royals y demás mujeres cuya imagen pública juega un peso decisivo en su imagen repitieran looks, se está convirtiendo poco a poco en habitual. Todavía no en la norma en las alfombras rojas, donde son minoría estos casos, pero sí en el caso de los cargos públicos. Un muy buen ejemplo es la reina Letizia, que ya es 'reincidente' usual de este hábito relacionado de forma inseparable con la evolución necesaria de la moda hacia cuestiones urgentes como la sostenibilidad.
El ejemplo más antagónico a la sostenibilidad en la industria textil son los vestidos de novia. Se cuentan por miles los diseños nupciales que llevan años acumulando polvo en trasteros, canapés o parte superior del armario de la habitación de matrimonio. Sin embargo, son al mismo tiempo el mejor ejemplo de que, como decíamos en el párrafo anterior, la sensibilidad está cambiando. No solo por la variedad de registros dentro de los looks de novia, acordes a la diversidad de tipos de bodas que se organizan en la actualidad, sino también por la intención de cada vez más mujeres de prolongar la vida útil de su vestido, traje o conjunto de novia.
La combinación de estos factores ha hecho que ya no sea extraño ni sorprendente, por ejemplo, ver a una novia con un dos piezas de chaqueta y pantalón, una combinación ideal si uno de los objetivos al escoger look de novia es que este se pueda aprovechar en otros contextos.
Los ejemplos de mujeres famosas que han optado por reutilizar sus vestidos de novia en los últimos tiempos todavía se cuentan con los dedos de una mano (las que han hecho pública esta reutilización), pero son nombres muy conocidos la mayoría de ellos.
La última mujer en posar con su vestido de novia en público tiempo después de haberse casado ha sido la actriz Emma Stone. La ganadora del Oscar por 'La La Land' lo hizo hace escasos días en la gala del Met Museum de Nueva York.
Entonces apareció con un minivestido de tirantes de Louis Vuitton decorado con brillos en toda su superficie y flecos en su parte inferior que resultó ser el que utilizó en la fiesta posterior a su propio enlace. Esto ocurrió en septiembre de 2020, cuando se casó con Dave McCary, pero no se ha sabido hasta esta gala del Met, que es cuando se ha dado a conocer esta cuestión —fue la cuenta oficial de la firma francesa quien lo hizo público a través de su Instagram oficial—.
Stone siempre ha mantenido su vida privada en la más estricta intimidad y por eso no vimos entonces fotografías de lo que ya sabemos que fueron dos vestidos de novia, al estilo de otras muchas celebrities que han hecho lo propio. Por citar un ejemplo, Hailey Bieber, que coincidió con Stone en la gala del museo neoyorquino.
Otro peso pesado de Hollywood, Keira Knightley, fue pionera en esto de reutilizar su vestido de novia en otras ocasiones. Es más, el caso de la protagonista de 'Cisne negro' es todavía más peculiar, ya que lo hizo a la inversa: utilizó en su boda un diseño de alta costura de Chanel que ya había llevado en el año 2008 en una fiesta previa a los premios Bafta de dicho año. El diseño le gustó tanto que lo escogió como vestido nupcial para su boda celebrada en mayo de 2013. Poco después, a finales de ese mismo año, lo llevó por tercera vez en otro evento público, aunque para esta última ocasión le añadió un top de gasa.
Mucho más reciente es el ejemplo de María Castro, conocida entre otros trabajos por su participación en series como 'Amar es para siempre' o 'Sin tetas no hay paraíso'.
La actriz gallega, que destaca en Instagram por su claridad, honestidad y naturalidad en cuestiones como la maternidad, también utilizó esta vía para explicar cómo y por qué había decidido reutilizar su vestido de novia, un diseño blanco de aire bohemio con manga tres cuartos, cuello redondo y jaretas en la zona del pecho que llevó el día de 2018 en el que se casó con José Manuel Villalba, para asistir a la inauguración del Festival de Cine de Málaga en junio del año pasado. “No tenía demasiado tiempo para ir de showroom en showroom buscando el vestido perfecto... de hecho no creo en 'el vestido perfecto', ni siquiera perseguía esa filosofía cuando me casé", dijo entonces.
Castro explicó además que ya había utilizado en alguna ocasión anterior el vestido firmado por Hoss Intropia y que la de Málaga no sería la última tampoco. “Cuando fui al trastero a rescatarlo, parecía un vestido sin dueña... abandonado (es que en la boda lo exprimí al máximo, llegando a anudar hasta la cola), pero oye, fue limpiarlo, plancharlo y mimarlo un poco... y como nuevo!!!! Quién dice ahora que los vestidos de boda son solo para la ocasión y ya?", señaló la actriz, que en los premios Fotogramas del 2020 ya había reciclado el vestido en color champagne que empleó en su propia preboda.
Menos conocidas para el gran público en España que los tres nombres citados hasta esta línea son la actriz Troian Bellisario y la modelo Liberty Ross, pero ambas también han demostrado que un vestido de novia puede dar de sí mucho más allá del día para el que fue adquirido.
No en vano, la primera, famosa por su trabajo en la serie 'Pretty Little Liars' —casi 15 millones de seguidores en Instagram—, acudió a la ceremonia de los Globos de Oro de 2020 con parte de su atuendo nupcial. Ella misma reveló en Instagram que aquel día llevó “la mitad de su vestido de novia” —está casada con el actor Patrick J. Adams—, tal y como se puede comprobar en más fotos que ella misma compartió de ambos días en las redes sociales. En concreto, Bellisario reutilizó la falda de tul voluminosa y blanca, un clásico de los diseños nupciales que combinó para los Globos de Oro con un top de tirantes en color crudo.
No le va a la zaga Liberty Ross a Troian Bellisario, ya que si esta última reutilizó parte de su vestido de novia en un evento del prestigio de los Globos de Oro, la modelo hizo lo propio cuatro años antes, en 2016, en una fiesta post Premios Oscar.
Liberty Ross eligió para aquella ocasión un vestido de Dior fabricado en seda de color crema y con líneas de clara inspiración vintage con el que se había casado previamente en una ceremonia en Malibú que se celebró solamente dos semanas antes de aquel evento en el decidió repetir el modelo usado en su propia boda.
A buen seguro, de aquí a unos años costará dar forma a un ranking de mujeres famosas que decidieron reutilizar sus respectivos vestidos de novia tal y como hicieron antes que (casi) nadie más cinco caras conocidas protagonistas de esta pieza.
Lo que no hace tiempo era impensable, que las celebrities, royals y demás mujeres cuya imagen pública juega un peso decisivo en su imagen repitieran looks, se está convirtiendo poco a poco en habitual. Todavía no en la norma en las alfombras rojas, donde son minoría estos casos, pero sí en el caso de los cargos públicos. Un muy buen ejemplo es la reina Letizia, que ya es 'reincidente' usual de este hábito relacionado de forma inseparable con la evolución necesaria de la moda hacia cuestiones urgentes como la sostenibilidad.