¿Cómo combinar una camisa blanca para un look de oficina?

Cuando pensamos en un atuendo formal y estiloso para ir a la oficina inmediatamente viene a nuestra mente el traje de chaqueta y pantalón o la clásica camisa blanca. Son, al fin y al cabo, básicos imprescindibles de fondo de armario que han formado parte de todo tipo de looks working desde que Coco Chanel impulsara el traslado de sendas prendas a la moda femenina. Si bien, en el caso de la camisa blanca, puede llegar un punto en el que no sepas como ponértela tratando de sorprender.

Las posibilidades que tiene una camisa blanca son casi infinitas y para crear outfits originales y estilosos con los que ir al trabajo solo hay que darle una pequeña vuelta de tuerca y arriesgar un mínimo. Si permaneces estancada en ese punto en el que no sabes ir más allá de los pantalones vaqueros, te damos unos tips para crear el perfecto look working y reconciliarte con la icónica camisa blanca que tienes desde hace años y tantos otros le quedan de vida útil.

Blanco, beis y chaqueta de punto

Una combinación que es sinónimo de acierto es el blanco con los tonos neutros. La mezcla infalible del blanco y el negro ha ido quedando relegada a un lado siendo sustituida por estilismos que se componen, tanto de pantalones sastre, como de chaquetas, abrigos o gabardinas a tono y esa imprescindible camisa blanca que supone el toque de luz perfecto al atuendo en general. Desde hace varias temporadas, insiders y expertos en moda han confirmado que este es el binomio más chic.

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¿Lo mejor? Es que aunque, a priori, pueda parecer un conjunto solo apto para el otoño e incluso, el invierno, hacer esta mezcla de tonalidades a través de una camisa blanca y un pantalón corto de punto o crochet te proporcionará el look ibicenco más estiloso con el que posar en redes sociales como cualquier otra fashionista.

Bajo un jersey

Ir a la oficina con camisa blanca no requiere que esta tenga que ser la prenda principal de look working de manera obligatoria. Puede ejercer de perfecta aliada ante atuendos que se componen de chalecos de punto -muy de moda entre las influencers los últimos años- o jerseys. Lo ideal en este sentido es elegir una camisa que sea ligeramente amplia, garantizando que se va a poder ver bajo la prenda superior, aunque solo sea el bajo, el cuello y las mangas.

Siguiendo este estilo oversize, nos gusta especialmente una combinación basada en la camisa blanca bajo el jersey con una parte inferior mucho más ajustada, ya sean unos pantalones vaqueros de silueta pitillo, slim o fit o unos leggins de algodón o efecto piel. Si a todo esto, le añadimos un bolso especial y unos salones de punta y tacón fino, estaremos ante un look para ir a la oficina digno del street-style de cualquier semana de la moda.

Falda mini o bermudas

Independientemente de que sea verano o invierno (en esta estación se puede hacer uso de las medias), las faldas mini y las bermudas pueden resolver cualquier problema estilístico para ir al trabajo y, cualquiera de estas dos prendas, combinada con una camisa blanca, tiene todas las de convertirse en parte de un estilismo absolutamente rompedor. En este sentido, podemos lucir la camisa blanca de varias formas y aportar la nota de color a través de los accesorios.

Las formas en las que podemos llevar la camisa blanca con falda mini o bermudas son: por un lado, acortándola mediante un nudo en el bajo hasta conseguir un top crop que deje ver la parte inferior que, por lo general, deberá de ser de tiro alto (estiliza piernas y estrecha cintura); por otro lado, podemos llevar la camisa blanca suelta sea, más o menos larga, e incluso cubrir con ella la parte inferior creando un efecto por el cual parezca que no llevamos nada, a modo de vestido.

Con chaleco de vestir

Por último, una opción que nos ha fascinado en cuanto la hemos visto en una de nuestras habituales vueltas por Instagram ha sido la camisa blanca bajo un chaleco de vestir propio de un traje chaqueta, pero prescindiendo de la americana. El toque que le da la influencer Lucía Bárcena hacen a esta combinación todavía más ideal por el hecho de haber elegido una camisa con las mangas abullonadas, de tal manera que la prenda en cuestión no pierde protagonismo y todos los elementos se integran a la perfección.

Para ir a la oficina con un atuendo similar, ficha un chaleco de traje, disponible en cualquier tienda de las principales firmas de moda de nuestro país y opta por unos pantalones sastre a tono o a contraste, con unos sencillos pantalones vaqueros. La clave, como casi siempre, estará en los accesorios con los que puedes subir todavía más de nivel el look y hacer de tu look working algo difícil de imitar.