Primicia | Los detalles del vestido y las joyas de Carolina Molas, madrina en la boda de Tamara Falcó
La madre de Íñigo Onieva ha cumplido a rajatabla con el protocolo establecido con un diseño hecho a mano por Lorenzo Caprile y joyas antiguas (algunas del famoso lote robado)
Carolina Molas ha sido la primera invitada en llegar a la boda. A bordo de un coche con los cristales tintados, peinada y maquillada, la madrina ha cruzado la verja de entrada al palacio de El Rincón no sin antes atender a los medios para confesar que estaba un poco nerviosa. No es para menos. Su primer hijo se casa en apenas unos minutos y su look será uno de los más analizados de la tarde.
Tal y como relatamos hace unos días, Carolina acudió en compañía de su íntimo amigo Eloy Martínez de la Pera a la última prueba en el atelier de Lorenzo Caprile, encargado también de vestir hoy a Xandra Falcó, hermana mayor de la novia. Visiblemente sonriente, abandonó el lugar tras darle el visto bueno al resultado final.
Un resultado del que hoy tenemos todos los detalles en primicia. La madrina, tal y como desvelan algunos invitados en conversación con Vanitatis, va vestida de un favorecedor azul cobalto. El vestido, largo como manda el protocolo por ser una boda de tarde y además la madrina, cuenta con unos plisados en la zona del pecho hechos a mano que le aportan el toque diferenciador al diseño.
El vestido, hasta hoy, solo lo habían visto el equipo de Caprile y su amigo Eloy. Ni siquiera su hija Alejandra (que ha acudido vestida de Armani con una imponente joya de Bulgari) ni su nuera Tamara. Hasta El Rincón, para que todo saliera perfecto, se ha desplazado un equipo de Caprile para ayudarla a vestirse encabezado por la mano derecha del modisto.
Las joyas
Como joyas, la madre de Íñigo Onieva ha lucido los pendientes del famoso lote robado hace unos días que le prestaron y que gracias a ello evitaron ser sustraídos. Carolina es amiga de los joyeros y le cedieron esta joya para que se lo probase en la última cita con el modisto antes de adquirirla, como finalmente ha hecho.
Se trata de unos imponentes pendientes de esmeraldas que la suegra de Tamara ha combinado con joyas de su madre, un anillo y una pulsera antiguos que le hacía especial ilusión lucir en el gran día de su hijo.
En la cabeza, cumpliendo a rajatabla con el protocolo, nada. Su larga melena peinada en una coleta baja para dejar a la vista las joyas.
Carolina Molas ha sido la primera invitada en llegar a la boda. A bordo de un coche con los cristales tintados, peinada y maquillada, la madrina ha cruzado la verja de entrada al palacio de El Rincón no sin antes atender a los medios para confesar que estaba un poco nerviosa. No es para menos. Su primer hijo se casa en apenas unos minutos y su look será uno de los más analizados de la tarde.