Armani rinde tributo a la rosa roja en la Alta Costura

El irresistible encanto de París siempre ha cautivado a Giorgio Armani, y hoy desde una ubicación excepcional, Les Invalides. Esa pasión que siente el diseñador por la ciudad donde presenta su colección de alta costura ha vuelto a quedar patente; la conexión entre la urbe y el creador sigue existiendo.

Mucho antes de estrenar la colección de alta costura Giorgio Armani Privé en 2005, ya había establecido su marca indeleble en la capital francesa. Desde la presentación de boutiques exclusivas hasta la creación de espacios exquisitos como Armani Casa y la estrella Michelin Emporio Armani Caffè, la influencia del Sr. Armani ha reverberado en toda la Ciudad de la Luz. Pero su impacto se extiende mucho más allá de los meros establecimientos, ya que se ha entretejido a la perfección en la vibrante sociedad parisina y el chisporroteante estilo italiano que le caracteriza.

La presentación de esta tarde noche de verano se da en un momento dulce para la marca, una de las pocas que sigue manteniendo a su fundador como cabeza visible de la enseña. Armani no ha cedido en los empeños de los conglomerados en hacerse con su nombre y el italiano sigue al pie del cañón, siempre apoyado en su sobrina Roberta, cuando ya cuenta con casi 90 años de vida; de hecho, los cumplirá en el año que sus clientas llevarán estos diseños, 2024.

Oriundo de Plasencia (Italia), fundó su firma hace 47 años, y nadie podía imaginar, probablemente ni él mismo, que cuatro décadas después seguiría dibujando este universo que además de moda abarca el interiorismo y la restauración y en una posición económica estupenda. En 2022, según informaron al medio especialista 'The Business of Fashion', la firma volvió a alcanzar los objetivos de ventas precovid.

Esa fortaleza la hemos podido ver sobre la pasarela de la mano de los looks preciosistas que ha presentado esta noche y que tienen todas las referencias que han convertido a Armani en la firma que es hoy. Los trabajos de bordado y los sastres impolutos siguen presentes en esta colección, en la que el negro y el rojo han vuelto a cobrar protagonismo. Aunque el desfile empezó con tonos beis y champán, la inspiración clara era la rosa roja que bañó la mayor parte de unos looks con una clara reminiscencia oriental.

También la hemos visto en accesorios, bordadas por doquier, en relieve, hasta tatuada en la mano de una modelo. Los modelos respiraban lujo, pero no el clásico y europeo que vimos en su retrospectiva en la exposición del Guggenheim de Bilbao de 2001, hace más de dos décadas. Esta ha sido una muestra, claramente, dirigida a quienes son las nuevas clientas del modisto.

La pedrería bordada de sus colecciones de alta costura ha adquirido otro nivel en cuanto a preciosismo. Y aunque hemos visto chalecos y chaquetas oversize en tenues guiños a la tendencia, su objetivo principal ha sido demostrar que nadie como él para hacer vestidos y trajes propios de 'Las mil y una noches' con sello italiano.

Y aunque hemos visto todo tipo de referencias a Asia y Oriente, el cierre lo ha hecho español. Nos ha gustado especialmente una Blanca Padilla vestida de novia en rojo, en una de las pocas referencias que hemos visto esta noche al origen latino del creador.