'Chefcore': por qué la sencillez del atuendo del cocinero de 'The Bear' arrasa

A estas alturas se ha hablado tanto acerca de la serie ‘The Bear’ que parece imposible que no hayamos buceado ya en absolutamente todos los aspectos de esta aplaudida ficción que ha encumbrado a su protagonista, Jeremy Allen White, que da vida al chef Carmen 'Carmy' Berzatt, como un sex symbol a cuyos encantos no se ha podido resistir ni la mismísima Jennifer Coolidge. Pero un asunto en el que poco se ha ahondado ha sido cómo la serie ha impulsado el denominado 'chefcore', la tendencia de moda que aboga por alabar la estética de los chefs. No hablamos sólo de los cocineros que llevan uniformes de cocina impolutos, sino de ese desenfadado (y sexy, para qué negarlo) aspecto de quien lleva horas trabajando enfundado en pantalones completamente utilitarios, camisetas blancas e incluso clogs.

“La estética del chef solía ser una especie de señal de que esa persona acababa de terminar un agotador servicio y solo quería tomarse una cerveza barata, sentarse en un rincón y fumarse un cigarro. Pero todo eso está cambiando para dar forma a una nueva tendencia. Dada la obsesión cultural actual con ver cualquier contenido vinculado con la comida, desde ‘The Bear’ hasta ‘Chef’s Table’, nuestro apetito está más desatado que nunca. ¡Si incluso la imagen de Anthony Bourdain recorriendo el mundo con el pelo despeinado y una camiseta se ha vuelto icónica!”, dice el medio ‘Delicious’.

La mañana del 27 de junio las búsquedas de “el jersey de The Bear” se dispararon en Google. Lo curioso es que hablamos del jersey más sencillo del mundo, un suéter de ochos de lana gris que encaja con el deseo de vestir bien sin que se note demasiado. Tras el auge del "hombre hecho un pincel" asistimos al del hombre que lleva looks funcionales, pero sofisticados, y que apuestan por esas prendas y accesorios que gracias al furor de ‘Barbie’ ahora arrasan. Sí: hablamos de los zuecos Boston de Birkenstock. El jersey, por cierto, es de J. Crew.

El encargado del vestuario de la serie, Courtney Wheeler, ha asegurado que lo que caracteriza a los chefs es cómo ponen el foco en los detalles y en la calidad, y por eso vemos a Carmy llevar sus impolutas camisetas blancas de Velva Sheen y de Merz b. Schwanen, sus pantalones Dickies y sus Birkenstocks, mientras que el rey de los postres de la serie luce prendas street wear como Carhartt, Jordan o Fear of God.

Que la sombra de la funcionalidad no haga que no admiremos la luz de las grandes marcas y de los órdagos fashionistas, esos que acontecen con el hecho de que el chef protagonista recorre la cocina enfundado en unos vaqueros de Levi’s que cuestan más de 2.000 euros o el hecho de que le regale al personaje de Sydney una chaqueta de chef personalizada de Thom Browne. La moda es mucho más importante en la serie de lo que pudiera parecer y de hecho, cuando uno de sus personajes más alocados decide centrarse, no solo cambia su atuendo para vestir de traje, sino que lleva uno de Boss. La moda habla, grita y narra, y 'The Bear' es la mejor prueba de que no hace falta recurrir a trajes de tul de Giambattista Valli para hacerlo.

Rogamos que nadie se eche las manos a la cabeza al saber que un chef se gasta ese dinero en unos jeans, pues no nos escandalizamos tanto cuando una columnista coleccionaba Manolo Blahniks (sí, va por Carrie Bradshaw) ni cuando una camarera llevaba prendas de Miu Miu (hablamos de Milena Smit en 'Madres paralelas’). Lo importante es que la serie nos ha hecho ver que los chefs miman los detalles y se esfuerzan por la exquisitez en sus looks. Eso y que mientras que la camisa blanca es la prenda imprescindible del armario femenino más delicado, la camiseta blanca perfecta lo es del masculino. Al fin y al cabo, es esta prenda la que hace que Jeremy Allen White sea el James Dean de las cocinas, como asegura ‘The Guardian’.

Como comentábamos, sus camisetas no son cualquier-camiseta-blanca, y las preferidas de la serie son de la marca alemana Merz b. Schwanen, cuyas camisetas se hacen en una fábrica de 1920 que confecciona los diseños como se hacían antaño, con la diferencia de que los de ahora rondan los 100 euros.

Podría ser visto este como un guiño al lujo silencioso más sutil y asequible, una suerte de “si lo sabes, lo sabes”. El personaje de Carmy aprecia la atemporalidad, los clásicos y la calidad, por lo que huye de las tendencias y respeta, como buen chef, la exquisitez y la meticulosidad del trabajo realizado a mano. Si pides una camiseta online de la marca, esta te llegará en una caja marrón de madera con un libreto en el que explica la historia de la marca, y es por todos sabido lo mucho que en la actualidad nos importa la historia de las firmas, su filosofía y su legado. Ya no se valora tanto a quien va vestido de arriba a abajo como si acabara de salir de la pasarela, sino a quien abraza firmas nicho cuya historia ha devorado. Ahora la moda se cocina a fuego lento y se degusta con esmero, por lo que ya no tienen sentido los atracones, sino saborear cada costura. Sin duda, el 'chefcore' es la metáfora perfecta de la forma en la que en la actualidad abrazamos las tendencias.