Es noticia
Menú
Por qué la moda de 'Emily in Paris' funciona mejor que la de 'And Just Like That'
  1. Estilo
  2. Moda
EL LISTADO DEFINITIVO

Por qué la moda de 'Emily in Paris' funciona mejor que la de 'And Just Like That'

Analizamos las razones por las que la extravagancia estética de Lily Collins funciona mejor que la de Carrie Bradshaw

Foto: Imagen promocional de la segunda temporada de 'Emily in Paris'. (Netflix)
Imagen promocional de la segunda temporada de 'Emily in Paris'. (Netflix)

Aunque en la actualidad pensamos en ‘Sexo en Nueva York’ como en el epítome del glamour y del estilo televisivo, lo cierto es que cuando la serie se estrenó, las mofas dirigidas a los looks de Carrie Bradshaw eran constantes. Por más que en la actualidad nos hemos acostumbrado a que tanto outfits como películas que son vapuleadas terminen por convertirse en looks u obras de culto, como ha ocurrido con los total looks denim de Justin Timberlake y Britney Spears en la alfombra roja de los American Music Awards del año 2001 o con la película ‘Showgirls’, cuando la serie fue estrenada en 1998, nadie supo ver que el armario de Carrie Bradshaw sería tan relevante como para cambiar la forma en la que se visten no solo los personajes televisivos, sino los del espectro real. ¿Quién no se ha puesto alguna vez una falda evasé o unos zapatos con broches brillantes en la puntera sin haber pensado que ese look era digno de Carrie?

placeholder Las tres protagonistas de 'Emily in Paris'.  (Netflix)
Las tres protagonistas de 'Emily in Paris'. (Netflix)

Por ello cuando, al estrenarse ‘Emily in Paris’ el mundo se apresuró a burlarse del extravagante estilo de su protagonista, una joven americana que intenta con sus looks adaptarse al ‘savoir faire’ parisino sin éxito (el único cometido, por cierto, en el que no triunfa, pues una de las claves por las que la serie ha triunfado en plena pandemia es que los baches con los que se topa Emily se evaporan más rápido que el agua al alcanzar los 100 grados), al mismo tiempo todos comprendimos pronto que el estilo de la serie sería su mejor arma. En la segunda temporada, el personaje al que da vida Lily Collins sigue siendo estéticamente extravagante, pero va adaptando a sus claves de estilo elementos parisinos. “Emily ama el color, los estilismos osados, los estampados y las siluetas, pero tiene un estilo parisino más elevado. Hemos introducido en su armario más colores atrevidos, como el amarillo y el morado", explica la propia Collins.

placeholder Imagen de 'Emily in Paris'. (Netflix)
Imagen de 'Emily in Paris'. (Netflix)

La razón por la que el regreso de ‘Emily in Paris’ es aún más aplaudido que ‘And Just Like That’ es que los looks de las tres neoyorquinas del reboot de ‘Sexo en Nueva York’ vienen a reforzar la personalidad de personajes que ya conocemos, mientras que los de Emily y sus amigas sirven para descubrirnos todos los secretos de unos personajes que todavía no conocemos del todo. El estilo de ‘And Just Like That’ quiere reforzar la estética de sus icónicas protagonistas mientras se adapta a las exigencias que hoy se le imponen también a los personajes ficcionales.

placeholder Lily Collins, en 'Emily in Paris'. (Netflix)
Lily Collins, en 'Emily in Paris'. (Netflix)

Basta con recordar las imágenes en las que Carrie lucía un vestido que parecía ser de Forever21. Al comienzo algunos medios aplaudieron el que la sibarita escritora recurriera por fin a diseños asequibles, pero pronto las críticas echaron por tierra semejante elección. ¿Cómo iba la mismísima Bradshaw, que se gasta su sueldo en diseños de alta costura y zapatos de Manolo Blahnik, a perder su preciado tiempo y su (inexplicable) futuro en ropa ‘fast fashion’? Las voces más críticas vieron aún peor que apostara por diseños ‘fast fashion’ a causa del daño medioambiental que este tipo de elecciones trae consigo.

placeholder Fotograma de la segunda temporada de 'Emily in Paris'. (Netflix)
Fotograma de la segunda temporada de 'Emily in Paris'. (Netflix)

Aunque finalmente el diseño resultó una prenda vintage que Danny Santiago, encargado del vestuario de la serie, compró hace años en una tienda de segunda mano por unos seis dólares, la polémica desatada demostró que la audiencia ya no está dispuesta a aplaudir ciertas extravagancias que antes eran las que elevaban el estilo de las protagonistas de la serie.

Al haber nacido ‘Emily in Paris’ en el presente, ha sido concebida teniendo en cuenta las exigencias que la actualidad impone a sus creaciones. Darren Star, creador de la serie, es consciente de que el estilo de Emily enamora a la audiencia por su extravagancia y absurdez. "Es un personaje que se lo pasa en grande con la moda, y creo que la audiencia se divierte con eso. El resto de personajes tiene también su propia identidad de moda”, explica.

placeholder Imagen de 'Emily in Paris'. (Netflix)
Imagen de 'Emily in Paris'. (Netflix)

Por eso, las encargadas del vestuario de la serie han querido seguir subiendo la apuesta en cuestiones de estilo. “No quería que se volviera demasiado chic en la temporada dos, porque eso habría querido decir que su personalidad no es ya tan fuerte. Por eso, hemos mantenido su estilo colorido y ecléctico. Mi lema esta temporada ha sido que apostar un gusto demasiado exquisito puede ser aburrido”, señala Marilyn Fitou, encargada de vestuario junto a la icónica Patricia Field. Por más que muchos han criticado los intentos de Emily de adaptar su estética americana al ‘allure’ francés, el que su intento resulte algo incómodo no se debe a que Field y Fitou hayan fracasado con sus elecciones, sino a que han querido hacer de la moda el triptófano que en momentos tan complicados como este necesitamos.

Fitou ha explicado a ‘New York Times’ que al pensar en el estilo del personaje de Mindy, interpretado por Ashley Park, imaginó una estética cómoda que respondiera a su profesión como niñera. Sin embargo, Patricia Field le dijo la frase que cambió su forma de pensar: “No nos importa en absoluto la realidad”. “No quiero que se vista como la típica mujer francesa. No quiero que sea un clon de lo que se espera de la estética parisina o de lo que supuestamente es la moda francesa. Si hiciera eso, sería un fracaso”, explica Fitoussi.

placeholder Emily vs. Carrie. (YouTube e Instagram)
Emily vs. Carrie. (YouTube e Instagram)

Cuando vimos a Carrie Bradshaw lucir su vestido de cuadros de Batsheva con un pañuelo a la cabeza, gafas oversize, guantes fucscia de látex y zapatos Mary Jane, las risas fueron incontrolables. En cambio, cuando vimos a Emily lucir un look que también responde a esa estética Doña Rogelia 3.0, el outfit resultó perfecto para el personaje, porque sabemos que su armario ha sido concebido para divertirnos, y sin duda, lo consigue. Mientras tanto, el de Carrie nos inquieta y perturba.

Estas son las razones por las que la moda en ‘Emily in Paris’ nos va a hacer sonreír más que la de ‘And Just Like That’, porque lo que los responsables de dar forma a los armarios de la serie protagonizada por Lily Collins buscan es lograr el escapismo, mientras que el regreso de ‘Sexo en Nueva York’ intenta encajar en los nuevos códigos de la sociedad, esos que durante los dos primeros episodios de la serie sus personajes señalan tanto les cuesta comprender. Emily quiere hacernos soñar, mientras que Carrie nos quiere hacer reflexionar, y lo que ahora necesitamos más que nunca es evadirnos, divertirnos y encontrar en la moda la aliada para hacerlo.

Es aquí donde Cristina Rodríguez, la estilista, figurinista y diseñadora de vestuario más conocida de las series y películas de nuestro país, quiere hacer un apunte. "Muchas veces, cuando se habla de moda, se piensa que lo único que hay tras ella es frivolidad. En realidad, la moda es una forma de expresión, y dentro del cine y de las series de televisión, sirve tanto como la palabra para contar quién es un personaje y qué es lo que le ocurre. Los looks sirven para establecer si hablamos de una comedia o de un drama, si nos están egañando o no... Desde una pelicula de Ken Loach en la que la ropa ha de pasar desapercibida, hasta series como 'Sexo en Nueva York', 'Emily in Paris' o 'Élite', la moda nos cuenta quiénes somos, dónde vamos y qué nos pasa. Si fuera un aspecto tan frívolo, iriamos desnudos o llevaríamos uniforme, pero hasta con un uniforme damos matices con la forma en que lo llevamos y accesorizamos sobre quiénes somos. ¿La conclusión? 'Viva la frivolidad y viva la moda!", asegura.

placeholder Fotograma de la segunda temporada de 'Emmily in Paris'. (Netflix/Stéphanie Branchu)
Fotograma de la segunda temporada de 'Emmily in Paris'. (Netflix/Stéphanie Branchu)

Hay shows que intentan reflejar la realidad, series que quieren evadirnos precisamente de ella y otras que abrazan la aspiracionalidad, pero lo que ‘Emily in Paris’ tiene de diferente, y lo que a tantos les chirría, es que la caricatura de París y de la propia Emily, que sube a sus redes cada postre que toma convertido en un bodegón perfecto, nos hacen darnos cuenta de que, en el fondo, todos somos también algo ridículos en muchas ocasiones. ‘Je suis désolé’.

Aunque en la actualidad pensamos en ‘Sexo en Nueva York’ como en el epítome del glamour y del estilo televisivo, lo cierto es que cuando la serie se estrenó, las mofas dirigidas a los looks de Carrie Bradshaw eran constantes. Por más que en la actualidad nos hemos acostumbrado a que tanto outfits como películas que son vapuleadas terminen por convertirse en looks u obras de culto, como ha ocurrido con los total looks denim de Justin Timberlake y Britney Spears en la alfombra roja de los American Music Awards del año 2001 o con la película ‘Showgirls’, cuando la serie fue estrenada en 1998, nadie supo ver que el armario de Carrie Bradshaw sería tan relevante como para cambiar la forma en la que se visten no solo los personajes televisivos, sino los del espectro real. ¿Quién no se ha puesto alguna vez una falda evasé o unos zapatos con broches brillantes en la puntera sin haber pensado que ese look era digno de Carrie?

Britney Spears París
El redactor recomienda