De Belén Rueda a María G. de Jaime y Tomás Páramo: los mejores looks de las invitadas a la boda de Belén Écija

Con una ceremonia religiosa fijada para las 17.00 horas en la iglesia de San Climent, y una fiesta celebrada la víspera, la boda de Belén Écija y Jaime Sánchez ha reunido a una cuidada selección de invitados en un enclave muy especial para la familia: Menorca, destino vacacional de la novia desde su infancia.

La hija de Belén Rueda y el productor Daniel Écija ha elegido para su gran día un diseño de Valenzuela, la firma favorita de su madre, y ha desfilado del brazo de su padre en uno de los momentos más emotivos del fin de semana. Pero más allá del esperado ‘sí, quiero’, han sido muchas las miradas que se posaron en el estilo de las invitadas, que aprovecharon el ambiente relajado y sofisticado de la isla para desplegar sus mejores galas.

Belén Rueda

La propia Belén Rueda ha sido una de las más aplaudidas. La actriz ha apostado por un vestido drapeado en color mostaza, de escote en V y falda cruzada con abertura, un diseño que realza su silueta y armoniza a la perfección con su peinado recogido y su tocado tipo casquete con redecilla en rojo intenso.

Un look impecable que ha combinado con sandalias de tiras en rojo burdeos y clutch dorado. La actriz, que ha confiado en Valenzuela también en otras ocasiones señaladas, ha vuelto a demostrar que el buen gusto no pasa de moda.

María G. de Jaime

Otra de las más esperadas ha sido María G. de Jaime, que ha acudido acompañada de su marido, Tomás Páramo. La influencer ha sorprendido con un look tan personal como original, con un giro arriesgado con reminiscencias a las 'Mil y una noches'.

Ha elegido un conjunto compuesto por un cuerpo marrón de escote caído, mangas globo y lazada trasera, que ha combinado con unos pantalones bombachos calados en crudo y un llamativo fajín naranja de estampado floral que añadía un toque de color al conjunto. Ha completado el estilismo con unas sandalias doradas y maquillaje luminoso, en clave veraniega.

Dafne Fernández

La actriz ha apostado por una estética más sobria, pero igual de efectiva. Ha escogido un vestido burdeos entallado de manga larga, con tejido plisado en la parte superior, que le aporta movimiento y textura. Con el pelo suelto y raya en medio, gafas de sol negras y un bolso tipo capazo de cuentas, Fernández ha equilibrado elegancia y frescura, en sintonía con el espíritu relajado y glamuroso del enlace menorquín.