Estos jarrones de Ikea van a ser tu perdición porque además de prácticos y asequibles, son preciosos
Convierte tu hogar en un pequeño museo donde todas las piezas que escojas luzcan su belleza y su estilo particular
Una de las formas más sencillas de alegrar nuestro hogar es llenar la casa de flores. Ellas se encargan no solo de conseguir que nuestro espacio se vea más lleno de vida y energía, también de aportar un aroma agradable y natural que nos envuelve al llegar a casa.
Por desgracia las flores no duran para siempre, tanto si hemos apostado por un hermoso ramo como si han sido nuestras plantas las que nos han regalado una bonita floración, el tiempo que podemos disfrutar de ellas es limitado, muy distinto de lo que sucede con los jarrones.
En busca de una belleza que nunca se marchite, podemos optar por tener en casa algunos jarrones y floreros que puedan cumplir su función de una forma eficiente y que, una vez pase el tiempo de las flores, puedan seguir siendo la estrella de nuestra decoración.
Esto podemos conseguirlo si confiamos en Ikea y su colección Kringga, un juego de cuatro floreros que se venden todos juntos por 15 euros, una forma sencilla de tener en tu hogar el conjunto perfecto de piezas que siempre se verán bonitas y elegantes.
Que se vendan todas juntasno quiere decir que en tu hogar tengan que estar todas en el mismo sitio, tienen cada una su propia personalidad para que puedas disponer de ellas a tu antojo donde más falta te hagan, pero también un aire similar que las convierte en una elegante familia.
Cuatro piezas, de cuatro tamaños diferentes y con cuatro formas muy diversas, pero todas ellas elevadas sobre una pequeña plataforma cuadrada, una forma sutil de convertirlas en obras de arte, más propias de un museo que del salón de tu casa.
La más pequeña de las cuatro tiene forma redondeada, unas curvas suaves y seductoras que acompañan al resto de piezas de una forma más sutil. Tiene una altura de 7 centímetros, justo la mitad de lo que mide la más alta de las cuatro, que alcanza una altura de 14 centímetros.
Todas ellas forman un conjunto que va evolucionando, parte de una pieza pequeña y redonda y de forma paulatina nos vamos encontrando jarrones más espigados y altos, hasta finalizar en un elegante jarrón delgado y vertical.
Eso sí, las piezas intermedias, lejos de ser simplemente elementos de transición, vibran con un estilo personal que las convierte en indispensables. Más alargadas que la primera, pero con un cuerpo más amplio que la última, las mayores diferencias las encontramos en el cuello, mientras que uno se abre como una flor, el otro tiene un diseño más vertical.
No hay dos piezas iguales, ni en forma ni en diseño, pero todas ellas comparten material, gres vidriado, y color, un blanco brillante, elegante y atemporal que, gracias al diseño de estos jarrones y su pequeña peana, nos recuerda a la antigua Grecia o la Roma más clásica.
Perfectas para nuestro salón, para lucir sobre una mesa o para completar la decoración de nuestras estanterías y para presumir de flores o de jarrón una vez estas pierdan su belleza, estos jarrones de Ikea pueden ser las piezas definitivas de cualquier estancia y en tu casa brillarán como nunca.
Una de las formas más sencillas de alegrar nuestro hogar es llenar la casa de flores. Ellas se encargan no solo de conseguir que nuestro espacio se vea más lleno de vida y energía, también de aportar un aroma agradable y natural que nos envuelve al llegar a casa.