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Nos citamos con Juan Luis Cano (Gomaespuma): "He sido siempre un privilegiado"
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ENTREVISTA

Nos citamos con Juan Luis Cano (Gomaespuma): "He sido siempre un privilegiado"

El humorista, que fundó junto a Guillermo Fesser el famoso dúo, nos habla de su nueva faceta entre fogones

Foto: Juan Luis Cano.
Juan Luis Cano.

Juan Luis Cano, cofundador del célebre dúo Gomaespuma, que durante décadas llenó de irreprimibles carcajadas las mañanas, tardes y noches de varias generaciones de radioyentes y televidentes españoles, y que contribuyó junto con Guillermo Fesser a transformar, renovar y refrescar el humor patrio enseñándonos a todos a reírnos del disparate, del absurdo y de nosotros mismos, se pone a tiro de nuestras preguntas para respondernos, como es lógico en él, lo que le dé la gana.

Juan Luis Cano es periodista, novelista, humorista, guionista, publicista, flamenquista obsesivo, atlético en vena, cocinillas casero, avezado submarinista y, además, como él mismo dice, “modelo extraordinario porque aparte de ser muy gracioso, soy muy guapo”. Es además un personaje improbable y singular, de naturaleza profundamente surrealista e hilarante que está en permanente efervescencia e incontinencia imaginativa. Ya lo decía su madre: “Este dichoso niño es imposible que se quede un momento quieto parao”.

placeholder El humorista es también un excelente músico. (Cortesía)
El humorista es también un excelente músico. (Cortesía)

Entre las infinitas actividades desplegadas por este raro ejemplar humano multitarea está la de su hondo compromiso con los temas medioambientales, que le lleva a participar en toda clase de acciones en favor de su protección. También está su enorme vena filantrópica solidaria, que ejercita a través de la Fundación Gomaespuma y desde la que financia proyectos en medio mundo en apoyo de la educación y protección de los niños más vulnerables.

De todas formas, la dimensión de este ser casi imposible no acaba ahí: recientemente ha creado, junto con otros locos, La Maleta Azul, una pequeña factoría de contenidos para radio, cine, TV y plataformas. Aunque, paradójicamente, el motivo principal por el que quería hablar con nosotros tiene que ver con su dimensión más desconocida: la de restaurador, faceta que emprendió hace algún tiempo abriendo con otros compañeros de aventura un restaurante en el que tiene lugar la entrevista que aquí reproducimos.

Bueno, Juan Luis, después de sucumbir a tu pertinaz asedio de meses, aquí estamos, por fin, en el asador Sagasti para charlar un rato contigo y comprobar cómo se come en tu restaurante. Aunque tu curiosidad y personalidad polifacética te lleve a los territorios más insospechados, tienes que decirme cómo y por qué te metiste en el negocio de los fuegos y las sartenes.

Fue hace ya muchos años, cuando Heron City, aquí en Las Rozas, era un erial. Nos propusieron invertir en un proyecto gastronómico y me pareció interesante y arriesgado, así que, ante esos dos ingredientes, no pude decir que no.

¿Qué tendría que pedirme para poder hablar bien del asador Sagasti?

De primero unas alcachofas crujientes o unos espárragos de Tudela con salsa de foie. Hay que aprovechar ahora porque solamente los tenemos en temporada. De segundo, te doy a elegir entre carne roja, por supuesto, o rape, y una mousse templada de queso para postre. Al café y a la copa te invita la casa.

placeholder Una imagen del interior del restaurante. (Cortesía)
Una imagen del interior del restaurante. (Cortesía)

Mientras van trayendo la comanda, vamos a hablar un poco de ti y de todo lo que haces, aunque, claro, lo de todo es un decir porque eso sería materialmente imposible con tantas cosas que eres: escritor, periodista, guionista, publicista… Empecemos por el principio. Tú, prácticamente, naciste en una funeraria. Eso suena a humorada surrealista, ¿no? ¿Aquello fue ya un presagio de lo que sería tu vida y tu trabajo?

Hombre, literariamente queda muy bien contarlo así, pero no nací en una funeraria. Lo que pasa es que el negocio familiar, desde mi bisabuelo, fue la funeraria de Carabanchel, aunque mi padre ya no trabajaba en ella, pero mi abuelo y mis tíos sí. Además, la parte de arriba del edificio era la casa donde vivían mis abuelos, así que cuando mi madre me decía delante de mis amigos “venga hijo, ve acabando de jugar, que nos vamos a la funeraria”, mis amigos alucinaban en colores. Pero realmente lo que mi madre quería decirme era que íbamos a visitar a mis abuelos. Y también es cierto que en verano jugaba en la sala de los féretros porque se estaba muy fresquito. Tengo muchas anécdotas del negocio familiar.

¿De todo lo que eres, qué es lo que más te gusta ser?

Creo que soy buena persona.

¿El humor que se hace ahora en España te hace gracia o te da pena?

Hay de todo, como siempre ha sucedido. El humor es algo muy subjetivo, como el arte en general, pero sí es verdad que, como en el arte, hay un humor de consumo fácil, de usar y tirar, y un humor con más enjundia. Lo más difícil es ser original, no parecerse a nadie, tener sello o estilo propio. Eso siempre lo han tenido pocos. Luego hay gente que, por patética, dan risa o pena, no sé muy bien cuál de las dos cosas, y no precisamente porque se dediquen al humor.

placeholder Uno de los platos que se sirve en el local. (Cortesía)
Uno de los platos que se sirve en el local. (Cortesía)

Entre tus temas más queridos y que más te preocupan está el medioambiente y los niños vulnerables. ¿Sigues tan activo como siempre en ello?

Sí, claro, eso es una manera de sentir y de estar en la vida, comprometido con tu tiempo. Creo que he sido siempre un privilegiado y, consciente de ello, he creído necesario hacer por los demás lo que estuviera en mi mano. No se trata de entregar tu vida, aunque haya gente maravillosa que lo haga; se trata de hacer hasta donde tu mano llegue y sí, siempre lo he intentado hacer. La Fundación Gomaespuma, que fundé junto a mi compañero Guillermo Fesser, goza de buena salud (Guillermo también) y, del mismo modo, en el tema medioambiental intento, tanto personal como profesionalmente, ser activo. Es una responsabilidad irrenunciable con el futuro.

¿De dónde sacas tiempo para tanta afición descontrolada: flamenco, submarinismo, militancia atlética...?

Siempre he aprovechado muy bien el tiempo, que no significa que sea organizado, sino que no le perdono al día ni un minuto. La vida pasa ligera y yo no quiero que me coja el final estando aburrido.

En este cuestionario hay un momento para que el entrevistado venda un par de cosas que le interesen. Desde, por ejemplo, un bonito y ruidoso apartamento en Torrevieja a tu estudio de contenidos (¿cómo era? La Maleta… ¿fucsia? ¿amarilla? ¿verde clarito?) o, incluso, tu restaurante, mismamente.

La Maleta Azul es una especie de taller de contenidos multidisciplinar. Creamos desde proyectos publicitarios y branded-content hasta eventos, programas de TV, podcast, miniseries de ficción… Es una preciosa aventura que hemos puesto en funcionamiento un grupo de amigos muy profesionales y muy inteligentes, ingeniosos y atractivos, honestos y cumplidores que espero que siga dándonos satisfacciones.

placeholder Una imagen del humorista durante una charla. (Cortesía)
Una imagen del humorista durante una charla. (Cortesía)

Veo que te enrollas mucho. Tú que eres tan ocurrente, ¿en qué par de breves slogans o titulares publicitarios resumirías sus ventajas? ¿Por qué tiene que ir la gente a comer al asador Sagasti? ¿Por qué las televisiones, las plataformas, las productoras, las agencias de publicidad, los anunciantes, tienen que conocer La Maleta… ¿naranja?

Azul, aunque el color de nuestra Maleta es como la piel de los camaleones o los pulpos: cambia de color dependiendo del entorno. Pues en lo que respecta a este asador, que te recuerdo que se llama Sagasti y que está en Las Rozas, al ladito de Madrid, la gente debe venir porque siendo como somos un pueblo disfrutón no hay mejor manera de disfrutar que una buena comida o una buena cena, por no hablar de los momentos de alegría que te puede dar la barra de pinchos que, estoy seguro, es la mejor de Madrid. Y una cosa importante: sin que te pongan boca abajo para que se te caiga toda la pasta que lleves, sino que lo puedas hacer sabiendo que la relación calidad-precio es justa y necesaria.

Y en cuanto a La Maleta Azul, la gente debería conocernos porque creo que todos los que formamos parte de ella tenemos acreditado nuestra capacidad para crear, se trate del cliente que se trate, ya sea televisión, plataforma, agencia, marca o productora, algo diferente y original, que yo sé que es algo que todos dicen, pero es que en nuestro caso no es retórica, es la pura verdad.

Tengo que decirte que, siguiendo tus sugerencias, he comido fenomenalmente en tu asador-sidrería Sagasti, pero como soy muy de ensaladillas no me he resistido a pedir, además, un poco de la vuestra, con cigalas. Muy rica. Por sugerencia del maître también he probado media ración de alubias de Tolosa con sus Sacramentos y, aunque creo que no cenaré hoy ni desayunaré mañana, he querido acabar con un arroz con leche. Juan Luis, para terminar, dime lo que quieras…

La noche del aguacero / Dime dónde te metiste / Que no te mojaste el pelo.

Juan Luis Cano, cofundador del célebre dúo Gomaespuma, que durante décadas llenó de irreprimibles carcajadas las mañanas, tardes y noches de varias generaciones de radioyentes y televidentes españoles, y que contribuyó junto con Guillermo Fesser a transformar, renovar y refrescar el humor patrio enseñándonos a todos a reírnos del disparate, del absurdo y de nosotros mismos, se pone a tiro de nuestras preguntas para respondernos, como es lógico en él, lo que le dé la gana.

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