Nômâda: una lujosa jaima gastro en mitad de la milla de oro de Madrid

La actividad y energía gastroaperturista de Madrid parece no tener fin. Una de las últimas inauguraciones habidas en el panorama de la restauración madrileña es la de Nômadâ, un nuevo y llamativo local cuyo continente semeja la estructura de una jaima bereber con un inspirado y cuidado interiorismo, y cuyo contenido recrea una cocina simbiótica: de marcadas raíces árabes –especialmente libanesas–, con claras resonancias andalusíes y evidentes toques mediterráneos.

Antes de prepararte para la exótica ingesta, lo que te sugieren nada más entrar en este pequeño oasis urbano –con gran terraza y barra exterior rodeadas de una profusa vegetación– es que te sometas a un pequeño ritual sedante y depurador consistente en un agradable lavamanos con agua aromatizada y recolocación de chakras añadido. Después de esta pequeña ceremonia purificadora de cuerpo y espíritu, se accede a un evocador comedor que te hará sentir en el interior de algún cuidado establecimiento de lugares tan alejados de tu día a día como la medina de Fez, de Marrakech o de Saná.

La acertada calidez decorativa –obra de Parolio– y su sutil ambientación aromática de la gran 'lujojaima' te preparan para la primera experiencia gustativa: saborear alguna de las insólitas mezclas de la larga y bien construida lista de cócteles de su 'ruta de las especias' – más de 20 combinados diferentes– con nombres tan sugerentes como Acre, Ceilán, Sumatra, Beirut, Palmira, Bereber, Samarkanda….

La carta del restaurante es un completo repertorio de las elaboraciones más características de la cocina panárabe. Lo ideal es empezar pidiendo un surtido de 6 diferentes hummus para compartir y continuar probando algunas de las muchas recetas que nos ofrece Nômâda: ensaladas tan apetecibles como tabbouleh -tomate, cebolla, perejil, sémola de trigo, aceite y limón- o baba ganous -berenjena asada con limón y granada-; tapas frías o calientes como muhamara -crema de pimiento asado, pan rallado, cebolla, nueces, aceite y salsa tahini-, falafel -croquetas de verduras, cebolla, perejil y salsa tahini- o halloumi -queso libanés a la plancha, tomate y pesto-, popeyeh -empanadilla rellena de espinaca cocida con cebolla y especias, melaza de granada, mezclada con queso cremoso-.

La lista de posibilidades continúa con sabrosos platos de carne como shish moruno -pinchos de cordero o ternera especiados al carbón-, phaki -pollo relleno de espinacas con huevo cocido y especias arábicas- o castaletas -chuletitas de cordero marinadas a la parrilla-. La carta se completa con algunos platos de pescado como samakaka dorada -hecha al horno con verduras- o khalamar persa -calamar cocido a fuego lento relleno de arroz y verduras con hummus–. Para finalizar, algún postre como la tarta Selena, un hojaldre de fideos, crema con aroma de vainilla y pistacho.

Nômâda es el segundo restaurante que inaugura el inquieto empresario hostelero Kike Sierra en las Galerías Serrano, donde ya abriese hace poco más de un año Bar Carallo.

Por el momento, Nômâda únicamente servirá cenas, aunque si la demanda de mesas continúa al actual ritmo no sería raro que, no tardando mucho, sirviesen también comidas a mediodía. En Nômâda es también es posible reservar mesa a partir de las once de la noche y disfrutar de una estupenda performance de bailarinas y música.

Una planta más abajo del lugar que ocupa Nômâda, y para completar las noches de miércoles a domingo sin necesidad de engorrosos desplazamientos, se puede pasar a Isthar, el primer bar Dom Pérignon de España, ambientado por conocidos djs internacionales.

Si Nômâda mantiene los actuales niveles de servicio en sala y de calidad y sabor en el plato, auguramos a este lujoso y evocador espacio gastro–urbano–beduino un éxito continuado más allá del típico, tópico y simple efecto 'wow' de muchos locales de moda.