El pazo de Franco: el informe que quiere hacerlo público y las 19 fincas que lo rodean

La que fue residencia gallega del dictador Francisco Franco sigue dando que hablar, aunque ya no esté en el NODO. Este pasado viernes se anunció la venta de la que fue originalmente un día casa de la escritora Emilia Pardo Bazán en una inmobiliaria de lujo con un curioso nombre, que nada apela al alto standing. La santanderina Mikeli la ha sacado en venta por 8 millones.

La reacción de la Diputación de A Coruña ha sido firme. La Diputación Provincial tiene en su poder un informe jurídico que avala de una manera "sólida y contundente" la reclamación en los tribunales del pazo de Meirás, para que deje de ser propiedad de la familia Franco y se convierta en bien público. Con ello, el sueño de los herederos de Carmen Franco Polo puede truncarse. El vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda, ha apelado a la búsqueda de "alguna fórmula", en la comisión técnica de expertos, para que el pazo de Meirás no pase "a manos privadas" en este proceso de venta.

Carmen Martínez-Bordiú y sus hermanos no tienen fácil la negociación. El pazo de Meirás está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), de modo que el artículo 49 de la Ley de Patrimonio Cultural gallega recoge que su transmisión le deberá ser notificada, de forma fehaciente, a la consejería competente en materia de patrimonio, la de Cultura de la Xunta de Galicia, con indicación del precio y de las condiciones en que se proponga realizar aquella. Además, la administración autonómica dispondrá de un plazo de tres meses para ejercer el derecho de tanteo y tiene preferencia para adquirirlo al mismo precio que se haya acordado con un vendedor privado.

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Nadie habla de las fincas que rodean a Meirás. Exactamente 19 minifundios que superan las dos hectáreas de terreno. A nombre de Carmen Polo, sí, la mujer de Franco, aparecen todavía múltiples propiedades. Hay nada menos que 19 fincas en Meirás -sí, donde el famoso pazo de la polémica-, en el término municipal de Sada, en A Coruña. Todas ellas suman 3 hectáreas y 12 áreas, una suerte de minifundios al abrigo de la dictadura.

La Xunta ha encontrado en estas propiedades signos de irregularidades. Desde el organismo público se está explorando los posibles vicios de nulidad en la adquisición de la propiedad de Meirás, no tanto por la propia familia Franco, sino por la Junta Pro Pazo, formada en 1938, que realizó una cuestación entre la sociedad coruñesa para obtener fondos y comprar el inmueble a los herederos de Emilia Pardo Bazán. Estas fincas colindantes que aparecen en el registro podrían haber sido expropiadas de manera dudosa.

Sorprendentemente, el pazo de 5 hectáreas y 96 áreas de terreno y 1.200 metros de casa con dos pabellones y sus característicos torreones sigue a nombre de la esposa del dictador. También una granja en Velo Tareo y una pequeña casita en Ferrol de herencia familiar del dictador en la calle María. 86,2 metros cuadrados donde aún figura el nombre de Francisco Franco. Se ve que la familia es perezosa a la hora de ir al Registro de la Propiedad.

El pazo de Meirás puede abrir la puerta (de la expropiación) para otra propiedad de la familia:

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