Polémica por la venta del pazo de Meirás por 8 millones en una inmobiliaria de lujo

Dos meses después del fallecimiento de la matriarca del clan Franco, Carmen Franco Polo, el pazo de Meirás ya está en venta. La familia ya había confesado en diversas ocasiones su intención de deshacerse de la villa en la que pasaba los veranos el dictador Francisco Franco. Un pedazo de nuestra historia que ahora se encuentra en la web de la inmobiliaria cántabra de Mikeli con un anuncio que avisa a los posibles compradores que ya está oficialmente a la venta por un montante de 8 millones de euros. Y con ello comienza la polémica.

Nada más percatarse de que el pazo de Meirás de Sada figura en el catálogo de lujosas residencias a la venta de la citada inmobiliaria, la Diputación de A Coruña ha exigido a la Xunta de que inicie “de forma inmediata” un expediente sancionador contra la familia Franco por desoír las advertencias de que no puede vender este pedazo de su patrimonio. Una cuestión que el clan ha preferido no atender ante su deseo de desprenderse de esta propiedad cuanto antes para obtener liquidez y ahorrarse los quebraderos de cabeza que su gestión les provocaba.

La web especializada en venta de villas, palacios, grandes mansiones e incluso islas privadas acerca el pazo de Meirás a los futuribles compradores como “un inmueble singular en venta en Sada”. Muestra una amplia colección de fotografías que enseñan los exteriores del edificio, así como algunos de sus enclaves más destacados y de relevancia. También varios vídeos en los que aparece con detalle el estado estructural del edificio o imágenes de su dueño más conocido, Franco.

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Àlex Lázaro

“La inclusión del pazo de Meirás en el catálogo de Mikeli Luxury Real Estate supone un gran hito profesional para la empresa, pues se trata de un lugar emblemático y muy conocido no solo en España, sino también fuera de nuestro país”, aseguran desde la inmobiliaria al diario 'Público'. Ahora habrá que esperar si encuentran un comprador para tan histórica edificación, así como si finalmente la Diputación de A Coruña consigue frenar su traspaso a manos ajenas a los Franco.