Anna Ortiz (Andrés Iniesta), el adiós patrio a una 'wag' diferente
Estudió Derecho y trabajó como interiorista, pero su única ambición son sus hijos. La esposa del astro es el reverso de su moneda: "Somos como nos veis, tenemos los pies en el suelo"
Andrés Iniesta se marcha al fútbol chino. Tiene 33 años. Es un secreto a voces que se anunciará en los próximos días, tal y como el propio jugador del Barça ha avanzado. Con él se va una forma de entender el fútbol desde la honestidad y la humildad, algo infrecuente entre las estrellas del deporte rey. Son las mismas cualidades que las distintas fuentes consultadas por Vanitatis destacan en Anna Ortiz, la mujer con la que comparte su vida desde hace una década y madre de sus tres hijos. Ella es una 'wag' diferente.
Se conocieron la noche de San Juan del año 2007. Por aquel entonces, Anna estudiaba Derecho y esa noche estaba sustituyendo a una amiga detrás de la barra de un bar de Mataró. "Nos habían avisado de que iba a ir Iniesta esa noche, pero yo no sabía muy bien quién era", contó ella en una entrevista en la radio (una de sus escasas intervenciones en los medios de comunicación hasta la fecha, por cierto). Para él fue un flechazo. Le pidió el teléfono a un amigo común y no paró hasta que consiguió quedar a cenar un día con ella. El primer mensaje que Anna recibió de él empezaba: "Hola, soy Andrés, nos conocimos la otra noche". Un detalle que define bien al personaje porque para entonces el apellido Iniesta ya era conocido en todo el globo.
Los pies en el suelo
A partir de entonces, Anna y Andrés formaron equipo personal. "Somos como nos veis. Tenemos los pies en el suelo. Lo único complicado de este trabajo es el calendario, cuadrar las fechas, pero nosotros seguimos estando en nuestro mundo. Sigo con mi gente, mi familia, mis amigos...", ha admitido Ortiz. Él no lleva tatuajes ni se tiñe el pelo, ella aborrece el look Kardashian y la exposición pública a la que están sometidas otras esposas de futbolistas. "Es una chica encantadora y normal", remarcan sus amigos.
La única excepción que hicieron a su norma de mantener un perfil bajo fue con motivo de su boda civil, en julio de 2012, en el Castillo de Tamarit. Invitaron a buena parte de la plantilla del Barça y de la selección española, también a su familia y amigos. En aquella ocasión, la interiorista Asun Antó, que se había encargado de la decoración de su casa, también les ayudó a ambientar el enlace con un toque cálido y romántico. "Es gente sencilla, de verdad; ella es encantadora. Le gustaba tanto el interiorismo que estuvo trabajando unos meses conmigo -explica a Vanitatis- y seguimos manteniendo una amistad".
Su colaboración con Coton et Bois, la firma de Antó, es la única experiencia laboral de cara a la galería que se le conoce. Ha rechazado varios contratos publicitarios. Tampoco aparece su nombre en las empresas de Andrés Iniesta, que están gestionadas por la familia del futbolista. La gran ambición de Ortiz son sus tres hijos, Valeria, Paolo Andrea y Siena. Por el camino perdió otro hijo, algo que ha superado por su carácter positivo y la llegada de la pequeña Siena hace un año. Últimamente también se ha aficionado al deporte y sigue un protocolo de entrenamiento personal puesto en marcha en Alemania, Freeletics, al que está enganchando a Iniesta. Son habituales las imágenes de la pareja practicando deporte en sus redes sociales.
La familia reside en Ciudad Diagonal, una exclusiva urbanización de Esplugues de Llobregat (Barcelona), cerca de la ciudad deportiva del Barça. La casa, de 700 metros cuadrados y un precio que ronda los 4 millones de euros, está en un vecindario de potentados y futbolistas. Viven una vida acomodada pero no se extralimitan en los lujos, y siempre que se lo solicitan apoyan causas como la creación de un centro de neonatología avanzada en el Hospital Vall de Hebrón. "No encontrarás nada polémico de ellos porque no son polémicos. Se fueron a Cerdeña un verano y coincidieron con Fábregas y Daniella Semaan, los medios publicaron que estaban juntos pero fue pura coincidencia; son la noche y el día", explica un periodista seguidor de la actualidad del Barça.
Anna Ortiz proviene de una familia muy unida de clase media. Tiene una hermana a la que adora, Marta, con miles de seguidores en redes. Dejarles es uno de los puntos negativos que han valorado a la hora de su presunta marcha a China, pero creen que será temporal. Porque al final, no todo es cuestión de dinero. "Los dos son muy familiares y están muy apegados a sus respectivas tierras. Saben que les va a costar adaptarse a otro país -apuntan fuentes de su entorno-, pero la decisión está tomada".
Andrés Iniesta se marcha al fútbol chino. Tiene 33 años. Es un secreto a voces que se anunciará en los próximos días, tal y como el propio jugador del Barça ha avanzado. Con él se va una forma de entender el fútbol desde la honestidad y la humildad, algo infrecuente entre las estrellas del deporte rey. Son las mismas cualidades que las distintas fuentes consultadas por Vanitatis destacan en Anna Ortiz, la mujer con la que comparte su vida desde hace una década y madre de sus tres hijos. Ella es una 'wag' diferente.