Matthias Kühn, pareja de Norma Duval: 60 millones en juego por una urbanización
Tras una serie de actos vandálicos, el ayuntamiento de Sóller ha decidido cerrar al tráfico el acceso a la propiedad para evitar accidentes
Cuando Matthias Kühn compró en 1999 a través de una sociedad la urbanización Muletas II, situada en la bahía de Sóller, no se podía ni imaginar el embrollo en que se vería involucrado. Estamos hablando de una nueva fase de la urbanización Muletas I, esta primera construida en los años 70 y en pleno funcionamiento. Nada hacía presagiar que la segunda, preparada desde 1990 para echar a andar, nunca se iba a hacer realidad.
Esta urbanización fantasma ha vuelto a ser noticia porque el ayuntamiento de Sóller ha decidido cerrar el acceso a los vehículos para evitar que sigan produciéndose actos vandálicos como en los de estos días, en los que se ha descubierto que se han robado al menos cuatro compuertas de las alcantarillas, lo que podría suponer un peligro tanto para peatones como vehículos, según informa 'El Diario de Mallorca'.
Este episodio es uno más de una serie de vicisitudes que han desembocado en un largo proceso que podría todavía tardar tres o cuatro años en resolverse, por vía judicial, según nos informa Miguel Ramis de Ayreflor, letrado de la sociedad a través de la cual adquirió el empresario los terrenos. Ahora lo que está en juego es la indemnización por daños patrimoniales que reclama el novio de Norma Duval: "Son 43 millones de euros más los intereses, lo que podría ascender finalmente a 60 millones", nos dice el letrado.
De momento, el caso está siguiendo la vía administrativa (se interpuso la reclamación el pasado diciembre) y el Gobierno balear tiene seis meses para pronunciarse. Después podría llegar la vía judicial que, según nos comenta el abogado, podría extenderse bastante en el tiempo porque son procedimientos que tardan en resolverse, como ya ha quedado demostrado en los diversos giros de guion que ha sufrido el caso.
Según nos cuenta el abogado, el litigio surge porque cuando Matthias Kühn adquirió este terreno en la isla de Mallorca, cuyo precio no se nos desvela, era edificable. Posteriormente, el criterio sobre la propiedad cambió y se desclasificó. O lo que es lo mismo, pasó de ser urbanizable a rústico (y por lo tanto, protegido): "La Administración consideró que por encima del desarrollo económico estaban los valores medioambientales. El Gobierno tiene derecho a desclasificarlo, pero deben indemnizar a mi cliente por las pérdidas ocasionadas. En 2013, con la Administración bajo mínimos, lo reconoció como suelo urbanizable, pero en 2017 cambiaron de criterio. Aunque no era la primera vez, ya había ocurrido en 2008".
El propio Matthias declaraba en 2013 a 'El Mundo' que su reclamación en ese momento ascendía a 100 millones de euros: "Cuando compré, en el año 1999, era suelo urbano. Se lo compré a una familia mallorquina y el solar ya contaba con los servicios instalados. Medio año después, el alcalde de Sóller ya nos empezó a dar largas. Había que resolver un tema de agua. Y el siguiente tampoco lo arregló. Con el tercero, Carlos Simarro, firmamos el convenio urbanístico por el que reducíamos los planes iniciales de construir 80 apartamentos a 33 villas". Seis años más tarde, nada de eso se ha podido llevar a cabo.
Cuando Matthias Kühn compró en 1999 a través de una sociedad la urbanización Muletas II, situada en la bahía de Sóller, no se podía ni imaginar el embrollo en que se vería involucrado. Estamos hablando de una nueva fase de la urbanización Muletas I, esta primera construida en los años 70 y en pleno funcionamiento. Nada hacía presagiar que la segunda, preparada desde 1990 para echar a andar, nunca se iba a hacer realidad.