El tribunal de Miami apunta a Arantxa como única culpable ante el Banco de Luxemburgo
La propia tenista declaró que su marido "no tenía nada que ver" con la deuda que ella había contraído con la entidad bancaria para pagar sus deudas con Hacienda
Arantxa Sánchez Vicario tiene un futuro complicado por delante. La querella que presentó el Banco de Luxemburgo en su contra, y que después amplió contra su exmarido, Josep Santacana, sigue su curso en un juzgado de Barcelona. Y si tenemos en cuenta la opinión de algunos jueces, la cosa se plantea difícil para la excampeona. La jueza de Miami que ha resuelto (con un duro alegato en su contra) que sea un tribunal español el que decida sobre su divorcio ha aprovechado el escrito para cargar toda la responsabilidad sobre Arantxa. No es un tribunal competente, se trata de un gesto simbólico, pero ilustra sin duda la realidad de la que fuera mejor tenista española de todos los tiempos.
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“La esposa [que es como se refiere a la tenista en todo momento] no cumplió con sus obligaciones tributarias durante varios años antes del matrimonio de las partes y contrajo una deuda por impuestos que se remontaban aproximadamente al año 2000”, así se despacha la jueza, quien añade: “Antes de la celebración del matrimonio la esposa había firmado un acuerdo con el Banco de Luxemburgo para contribuir a la liquidación de su deuda tributaria española”.
Ella misma exculpó a Santacana
Precisa en el relato de los hechos, la jueza cuenta todo lo sucedido a partir de escuchar a ambas partes. Y en ese relato señala que la propia Arantxa exculpó a su marido en el caso del fraude a Hacienda. La sentencia revela que en la declaración jurada por videoconferencia que tanto Arantxa como Santacana realizaron en noviembre de 2017, ella “afirmó ante dicho juzgado que su esposo no tenía nada que ver con esta cuestión”.
Sí, en su declaración la extenista desvincula a Santacana de los hechos. Según su testimonio, “el esposo no estaba relacionado en modo alguno con la deuda de 5,2 millones de euros y el motivo por el que debe ella ese dinero al Banco de Luxemburgo se deriva de haber ella declarado ser residente en Andorra con anterioridad a la celebración del matrimonio entre las partes”.
El documento judicial dice que “en 2013 se dictó una sentencia firme contra la esposa en España y favorable al Banco de Luxemburgo que exigía a la esposa el pago de aproximadamente 5,2 millones de euros correspondientes a la deuda tributaria pagada en su nombre".
El tribunal recoge todos los detalles del caso y recuerda que en 2016 se presentó una querella criminal contra la esposa que fue ampliada en 2016 contra el esposo. Y se muestra duro en todos los sentidos: “El tribunal determina que la esposa acude al tribunal actuando de mala fe y ha presentado una demanda simple de divorcio para intentar presentar reclamaciones de reparto equitativo contra los bienes privativos del esposo para saldar, según parece, sus propias infracciones tributarias de carácter penal en España, que están pendientes desde el año 2000”.
La pareja, según ambos han declarado y el tribunal ha podido comprobar, no posee bienes gananciales. “El único posible bien ganancial que tenían se transfirió en su totalidad a la esposa a principios de 2018”. Se refieren aquí a un apartamento de lujo situado en Ocean Drive que el matrimonio compró como inversión y que ahora Arantxa ha puesto a la venta, pese a tener una orden de embargo de sus bienes por parte de un juzgado español.
Arantxa Sánchez Vicario tiene un futuro complicado por delante. La querella que presentó el Banco de Luxemburgo en su contra, y que después amplió contra su exmarido, Josep Santacana, sigue su curso en un juzgado de Barcelona. Y si tenemos en cuenta la opinión de algunos jueces, la cosa se plantea difícil para la excampeona. La jueza de Miami que ha resuelto (con un duro alegato en su contra) que sea un tribunal español el que decida sobre su divorcio ha aprovechado el escrito para cargar toda la responsabilidad sobre Arantxa. No es un tribunal competente, se trata de un gesto simbólico, pero ilustra sin duda la realidad de la que fuera mejor tenista española de todos los tiempos.