Shakira dice que colabora con la justicia, pero desoye a la jueza y solo responde a su abogado

Una imagen vale más que mil palabras. Que fácil es usar refranes, cierto, pero qué bien nos va en este caso. La cantante Shakira ha tenido que declarar ante la jueza, acusada de seis delitos fiscales y tras su comparecencia ha enviado un comunicado en el que dice que está “en disposición absoluta de colaborar con la Administración Tributaria en aras de solucionar la diferencia de criterio”. Lo curioso es que su primer gesto ha desconcertado y hasta indignado en los tribunales porque se ha saltado la primera orden dada por la jueza. Hechos contra palabras.

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Según fuentes judiciales, la cantante tenía “la orden clara y expresa de la jueza de entrar por la puerta principal”, como cualquier ciudadano. Pero ella decidió alquilar una plaza de parking en el edificio y entrar por una puerta secundaria, burlando así la orden judicial. No es punible, matizaban desde el juzgado, pero no les ha gustado “nada”. Los representantes de la artista negaban la mayor: “No es cierto que hubiera una orden expresa. Además, ella lo único que ha hecho es entrar por otra puerta, que no es ilegal. Lo ha hecho porque así lo ha considerado y no tenemos nada más que añadir al respecto”.

Plan perfecto

El plan urdido por la cantante y su equipo ha resultado ser perfecto. En la finca donde están los juzgados hay oficinas privadas de la empresa Núñez i Navarro. Desde Vanitatis hemos llamado para informarnos y nos lo han contado muy claro: “Las plazas de parking para coche pequeño cuestan 60 euros al mes y hay algunas disponibles. Para coche grande cuestan 80 euros al mes, pero en estos momentos no hay ninguna”. Puede ser que Shakira haya pagado solo 60 euros, porque ha acudido a los juzgados con un Audi negro más pequeño que el coche que suele usar de manera habitual. A veces el ingenio es más útil que el dinero.

La mañana del jueves ha sido movidita en el barrio judicial. De calles estrechas, algunas sin salida, con obras en el pavimento y una fuerte presencia policial, tanto de Mossos d’Esquadra como de Policía Local, todo estaba preparado para que la estrella entrara a pie en las instalaciones. Incluso habían cortado la calle. Alérgica a los medios cuando no se trata de hablar de su trabajo, Shakira ha querido despistar de todas las maneras posibles.

La doble de Shakira

Un portavoz policial comentaba a Vanitatis, entre risas, que iba acompañada de tres mujeres que le iban a hacer de pantalla. “Están incluso ensayando cómo salir para que no la podáis ver y hay una mujer que parece su gemela, una doble o figurante, para confundiros”. “Es una casualidad -responden desde el entorno de la cantante-. Se trata de una chica que trabaja con su equipo en Estados Unidos y que ha querido acompañarla, no lo ha hecho a propósito”.

Lo cierto es que ha sido casi imposible tomar una imagen nítida de Shakira. Llegaba y salía en un coche de cristales oscuros y el corto pasillo por el que ha tenido que entrar en la sala lo ha recorrido rodeada de hasta siete personas. Dos mujeres a cada lado, su hermano Tonino (su sombra) y un asesor delante y la ‘doble’ detrás, lo que ha confundido a más de uno que se pensaba que había tomado imágenes de la cantante.

Solo responde a su defensa

Hay más contradicciones: Shakira no ha querido responder a las preguntas más que de su abogado, según fuentes judiciales, en un interrogatorio que se ha prolongado durante una hora y cuarto. La acusación se basa en las declaraciones tanto de IRPF como de Patrimonio de los años 2012, 2013 y 2014 en un proceso en el que también ha sido inculpado su asesor fiscal. En la causa están personados el Ministerio Fiscal, la Abogacía de la Generalitat y la Abogacía del Estado, todos ellos como acusación.

Para defenderse, el comunicado enviado tras la vista señala que “su conducta en materia tributaria siempre ha sido intachable en todos los países en los que ha tenido que tributar, y ha confiado y seguido fielmente el criterio de los mejores especialistas y expertos asesores”.

Pero los inspectores de Hacienda investigaron a la cantante durante meses, rastrearon su vida y llegaron incluso a entrevistar a su peluquero. Ella, sin embargo, asegura que durante ese tiempo vivía a caballo entre Bahamas, donde tenía fijada su residencia; Estados Unidos, donde era jurado de 'The Voice' -llegó a ir con su hijo Milan al programa-; y España, donde trabaja su pareja, el futbolista Gerard Piqué. El jugador blaugrana, por cierto, no ha aparecido por los juzgados.

Para sustentar sus argumentos, los inspectores de Hacienda visitaron y se entrevistaron con empleados de lugares frecuentados por Shakira, como peluquerías, gimnasios y centros de estética, para verificar su presencia continuada en Barcelona. La cantante, tal y como publicó este medio a partir de la investigación de los Panamá Papers, administra desde 2007 la empresa Malta Tournesol Limited, sociedad radicada en la homónima isla mediterránea y en la que la cantante colombiana figura con domicilio en Bahamas.

Una vida de 'Gran Hermano'

Su abogado de entonces, Ezequiel Camerini, que admite la residencia de Shakira en Barcelona, justifica el domicilio en un paraíso fiscal de la sociedad, ya que "ella como artista internacional ha tenido diferentes residencias a lo largo de su vida profesional, estando siempre en total cumplimiento de las leyes de todas las jurisdicciones en las que reside".

Ante este proceso, los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) mandaron ayer un comunicado para avisar que ven inevitable un acuerdo entre la Fiscalía y la Abogacía del Estado y Shakira y sus asesores, por el que la colombiana sería condenada a 24 meses y evitaría entrar en prisión -si no comete cualquier otro delito en ese periodo- al sustituir dos de las penas del Impuesto sobre el Patrimonio 2013 y 2014 por multas, y además se rebajarían las sanciones en casi 20 millones de euros, hasta los 27 millones. Algo con lo que se mostraron muy críticos y piden a la Abogacía del Estado que no rebaje la pena.

Mientras, ella sigue con su vida, donde cabe ser ama de casa y una estrella de anuncio. Pese a estar siempre bajo la presión de su Gran Hermano particular, perseguida por la prensa y hasta los inspectores de Hacienda, Shakira intenta mantener el perfil de persona normal. Siempre que puede, claro.