“Pintora, blogger, musa y esteta”: así ve la prensa francesa a Lulu Figueroa Domecq

“Se llama Lulu, tiene treinta años y es descendiente de grandes de España”. Así empieza el extenso artículo que la revista francesa Point de Vue dedica a la nieta de la fallecida condesa de Romanones.

Lulu sirve a la publicación de 'cicerone' en un recorrido por los rincones de Madrid. Así, aparece retratada en el parque de el Retiro, en la pastelería La Duquesita disfrutando de un suculento desayuno, en una tienda de materiales de pintura donde ella compra lo que necesita para sus trabajos o en el Museo del Prado. “En el Prado pude admirar durante horas la familia de Carlos IV de Goya. Nunca me canso de escrutar, trazo a trazo, la cara de cada uno de los personajes que aparecen en la pintura”, comenta a la publicación.

Uno de los rincones que también aparecen en el reportaje es la galería Échale Guindas, “una de las primeras en confiar en mí a través de Through Time & Space, mi última exposición en este lugar que duró un año".

En el artículo, se define a la aristócrata como una de las personalidades más importantes de España, resaltando su perfil como pintora (ha tenido hasta cinco exposiciones individuales), blogger (lulumai.com) y musa de varias marcas de lujo (ha posado para Loewe, Dior o Max Mara), al tiempo que describe a la capital madrileña como “moderna, glamurosa y efervescente”.

En el artículo, Lulu recuerda la figura de su abuela, Aline Griffith. “Cuando llegó a España en 1943 solo tenía 20 años y era espía de la CIA, modelo y periodista en la ciudad. Al final escribió sus memorias como agente secreto, una lectura recomendada”, cuenta su entusiasmada nieta.

¿Lulu? Oui, c'est moi

La nieta de la fallecida condesa de Romanones está en un momento pletórico de su vida después de que a principios de año fuera madre por primera vez de un niño llamado Ciro. Al mismo tiempo, su carrera en el mundo del arte se ha ido afianzando con su cuadros vitalistas y llenos de color.

Casada desde 2016 con Adrián Saavedra, el enlace tuvo lugar en la finca familiar de los Domecq en Jérez de la Frontera. Un año después, la pareja ya comentaba su intención de ser padres: "Me apetece mucho, me encantan los niños, pero voy a esperar un poco más", decía entonces la aristócrata. Finalmente, en febrero de 2019, la artista y el historiador eran padres de un niño que se adelantó un mes.