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La reinvención de Charlie Centa, viudo de Bimba Bosé, tres años después de su muerte
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ANIVERSARIO

La reinvención de Charlie Centa, viudo de Bimba Bosé, tres años después de su muerte

El marido de la cantante y modelo ha montado una empresa de marketing digital en Gran Bretaña, ha cerrado sus redes a ojos extraños y parece haber logrado pasar página

Foto: Charlie Centa y Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Charlie Centa y Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

La vida puede ser maravillosa. Es lo que tiene que pensar cualquiera que tenga 27 años y un futuro por escribir. Aunque haya experimentado, como Charlie Centa, la cara perversa del relato. El joven inglés es el 'viudo' de la cantante, modelo, DJ y artista multidisciplinar Bimba Bosé, fallecida un día como hoy de hace tres años cuando apenas contaba con 41 años. Ambos se trasladaron a una casa en Sotogrande cuando el cáncer de ella planteaba sus últimas jugadas. Se habían conocido de forma casual, en la calle, cuando Bosé se fijó en un chico que montaba en monopatín y que parecía "un ángel caído del cielo". A pesar de la juventud de Centa, que entonces tenía 24 años, el británico estuvo a la altura de las duras circunstancias que le tocó vivir, desde organizar su último adiós al desmontaje de aquella casa de Sotogrande que había sido la última morada de la pareja.

Durante los primeros meses de ausencia de Bimba, Centa pasó el duelo como mejor supo. Compartió en varias ocasiones imágenes de ella, recordándola en fechas clave como San Valentín. Se hizo un tatuaje que había diseñado la propia Bimba, mantenía contacto regular con las hijas de la modelo, pero en algún momento decidió poner tierra de por medio y abandonó España. Su vida ha sido un continuo viaje desde entonces, de México a Buenos Aires, pasando por Puerto Rico, Tailandia, Bali, Escocia u Oporto. Pero han pasado ya tres años y es hora de pasar página.

La vida de Charlie Centa hoy no tiene demasiado que ver con la moda. "¿Cuántas veces te has despertado con esa sensación de hundimiento? Ya sabes: el que cuestiona todo lo que estás haciendo con tu negocio. Has invertido todo lo que tienes en él, pero no parece estar obteniendo el crecimiento que sientes que merece. Y conocemos este sentimiento porque lo hemos pasado muchas veces nosotros mismos. Es un sentimiento que casi todos los emprendedores pasan en algún momento, pero solo los exitosos descubren cómo superarlo". Son las primeras palabras con las que se presenta Charlie Centa en su perfil como experto en marketing digital y cofundador de Take Traction, una agencia que no quiere serlo. Sonriente, con sus gafas.

placeholder Alaska, Mario Vaquerizo y Bimba Bosé actúan durante un desfile de David Delfín. (Getty)
Alaska, Mario Vaquerizo y Bimba Bosé actúan durante un desfile de David Delfín. (Getty)

Charlie se asoció meses después de la muerte de Bimba, a finales de 2017, con otro colega para poner en marcha esta consultora afincada en el Reino Unido que pretende asesorar a las empresas en sus estrategias de marketing, aunque de una forma totalmente personalizada y alejada del modelo tradicional de agencia. "Cada uno de nosotros ha fundado varias compañías de seis cifras, incluida una agencia donde juntos ayudamos a muchos empresarios a hacer crecer sus negocios de seis y siete cifras. Hemos probado y probado cientos de estrategias de marketing diferentes a lo largo de los años y hemos aprendido de nuestros fracasos tanto como de nuestros éxitos".

Empresario veinteañero

Este perfil de Centa como experto en marketing digital y empresario es 'nuevo' para los periodistas españoles, que le teníamos clasificado exclusivamente como un hombre guapo que se ganaba la vida como modelo. Lo cierto es que Centa es -y ha sido- mucho más que eso. En 2013, cuando acababa de llegar a la veintena, creó su primera empresa, una marca de ropa urbana, y al año siguiente montó Real Boys Real Toys en el Reino Unido, compañía que vendió siete meses más tarde.

placeholder Charlie Centa y Bimba Bosé, en enero de 2014. (Getty)
Charlie Centa y Bimba Bosé, en enero de 2014. (Getty)

"Ahora me dedico a la gastronomía, digamos que tengo una tienda, y aunque no me dedico a eso, básicamente me encanta cocinar, siempre me ha gustado y lo que tengo ahora, bueno, es mi novio el que lo tiene, pero yo le apoyo, una web que se llama Paleo Papeo, una tienda online de comida, de snacks básicamente, para quién practica la dieta paleo. [...] Es una filosofía por la que la gente sigue intentando llevar el tipo de vida antes de que la era industrial y antes de que el hombre fuera agricultor, de ahí el nombre, de paleolítico". La propia Bimba Bosé hablaba en una entrevista en 2016 de la nueva empresa que había abierto Centa meses antes. Ella ya luchaba contra el cáncer de mama que le fue diagnosticado en 2014 y que no pintaba bien. La compañía gastronómica, por cierto, duró un año.

Después, Centa trabajó en una firma de inversión, en una empresa de radiología y en una agencia de marketing. Además, ha compaginado estos trabajos con la publicidad. Y desde que falleció Bimba, con una vida nómada que le ha llevado a viajar alrededor del mundo de manera casi compulsiva. El año pasado volvió a residir en Reino Unido tras ocho años fuera de su país de origen, pero no ha dejado de viajar y este año ha visitado Bali, Tailandia, China, Portugal y hasta pasó unos días en la españolísima Alicante. Sigue practicando todo tipo de deportes, desde el skate a la escalada, y es un enamorado de la vida sana.

Sus hijas

En Madrid, mientras, la vida sin Bimba ha seguido sus cauces. Dora Salvatore (el año pasado cambió su apellido original, Postigo, por el de su madre), su hija mayor, tenía 12 años cuando ella falleció. La joven lanzó su primer disco el año pasado, con 14 años, y hoy tiene más de 53.000 seguidores en Instagram. El próximo 6 de marzo anuncia concierto y hay cierta expectación por ver en directo a la heredera más inmediata de la saga Bosé Dominguín. No le queda a la zaga su hermana June, que tenía cinco años cuando desapareció su madre y cuyos pasos pueden seguir en redes gracias a la pasión que su tío, el fotógrafo Gorka Postigo, siente por ella. El artista ha creado un hashtag para las imágenes que cuelga de su sobrina: #ijustcantstoplovingjune.

Las niñas y Charlie Centa han dado siempre una lección de vida ante la adversidad que les tocó vivir. Aún se ponen los pelos de punta cuando leemos aquel mensaje que escribió Dora en sus redes el mismo día en que falleció su madre: "Muchísimas gracias a todos los que me apoyáis y que sepáis que hoy no es un día de tristeza, porque a mi madre es lo que menos le gustaba, la tristeza. Hoy es un día para estar contentos por todos esos momentos que hemos vivido y disfrutado con ella".

"¡Feliz Año Nuevo a todos! 2018 ha sido un año de increíbles amistades para mí. El año pasado estaba bastante perdido por esta época y... bueno, todavía estoy perdido. Pero este año no me siento tan perdido porque estoy muy agradecido por todas las personas increíbles que hay en mi vida. Gracias a todos mis maravillosos amigos y familiares en todo el mundo... Reino Unido, España, Holanda, Tailandia, Estados Unidos, Argentina, México y muchos más. ¡Ustedes me hacen tan feliz que no puedo esperar a ver todas las cosas increíbles que vamos a hacer en 2019 y más allá!". Este fue el mensaje con el que Centa dio la bienvenida al año pasado. Este 2020 no sabemos, ha decidido cerrar sus redes y llevar una vida un poco menos pública. Pero feliz, siempre feliz.

La vida puede ser maravillosa. Es lo que tiene que pensar cualquiera que tenga 27 años y un futuro por escribir. Aunque haya experimentado, como Charlie Centa, la cara perversa del relato. El joven inglés es el 'viudo' de la cantante, modelo, DJ y artista multidisciplinar Bimba Bosé, fallecida un día como hoy de hace tres años cuando apenas contaba con 41 años. Ambos se trasladaron a una casa en Sotogrande cuando el cáncer de ella planteaba sus últimas jugadas. Se habían conocido de forma casual, en la calle, cuando Bosé se fijó en un chico que montaba en monopatín y que parecía "un ángel caído del cielo". A pesar de la juventud de Centa, que entonces tenía 24 años, el británico estuvo a la altura de las duras circunstancias que le tocó vivir, desde organizar su último adiós al desmontaje de aquella casa de Sotogrande que había sido la última morada de la pareja.