Telma Ortiz y Robert Gavin Bonnar, pareja de incógnito en una de las fiestas post-Goya

Los Goya siempre se visten de fiesta. Y no solo en la ceremonia. Como todos los años, una vez entregados todos los premios, recibidos todos los elogios y contados todos los chascarrillos, los actores, directores, productores y demás trabajadores del cine se van a bailar hasta el amanecer. Este año, tras la victoria del escuadrón Almodóvar y su ‘Dolor y gloria’, había mucho que celebrar.

[LEA MÁS. 'Dolor y gloria' arrasa en los Goya: el listado completo de los ganadores]

No solo hubo una, sino dos fiestas en una Málaga que se vistió de colores para recibir a la industria. En una de esas celebraciones, casi de incógnito, estaban la mismísima Telma Ortiz, hermana de la reina Letizia, y su pareja, Robert Gavin Bonnar.

El lugar de ese fiestón vip y exclusivo fue el palacio del Limonar, con sus jardines convenientemente iluminados para albergar a casi toda la troupe del cine español.

Con Orson Salazar como anfitrión, la post-party también contó con la presencia de Belén Rueda, Carlos Areces, Alejandro Albarracín, un solicitado Pablo Alborán (que demostró que lo de bailar se la da igual de bien que lo de cantar) y Jon Kortajarena.

Entre planta y planta del palacete (incluyendo un sótano con discoteca en la que no dejó de sonar reguetón), los invitados comentaban que habían visto a la hermana de la Reina, pero pocos pudieron atestiguarlo. Al parecer, la pareja se instaló en un rincón discreto del palacete y, al contrario que el común de los mortales, prefirieron no dar vueltas para disfrutar de los diferentes espacios de la fiesta. La discoteca, dicen, ni siquiera la pisaron.

Telma y Robert también pasaron de tapadillo, unas horas antes, por la ceremonia de los Goya. Se les vio al lado de Remedios Cervantes, pero, como era de esperar, no pisaron la alfombra roja ni fueron objeto de ningún plano malicioso del realizador de Televisión Española. Algunos solo se enteraron de que habían estado allí al día siguiente.

En la fiesta, que duró hasta las 6 de la mañana, pudieron charlar con alguna personalidad del cine español, aunque no se quedaron hasta el final y prefirieron retirarse pronto.

En otro rincón de la capital de la Costa del Sol, el hotel Barceló, se celebró la otra gran fiesta en honor a una de las grandes películas del año: ‘La trinchera infinita’.

Allí estaban los Javis, felices por el Goya a la mejor actriz principal de su amiga, una efusiva Belén Cuesta. También Marta Nieto y Rodrigo Sorogoyen. La actriz, que pese a ser la gran favorita por su interpretación en ‘Madre’ se acabó yendo de vacío y mostró un semblante serio al conocer quién era la ganadora (o, al menos, eso reflejaron las cámaras de Televisión Española), estuvo bastante animada y no paró de bailar sobre la pista. Amaia y su chico, Álex de Lucas, o Antonio de la Torre también pasaron por allí.

Menos ostentosa que la fiesta del palacete, la celebración sí contó con un nutrido grupo de stars patrias. Algunas de ellas incluso se atrevieron a tirarse por un tobogán que conectaba la primera planta del hotel con la recepción. Y que nadie sufra, porque todas las estatuillas cosechadas quedaron a salvo.

Las celebraciones (al menos las oficiales) acabaron con las primeras luces del día. Para entonces, la hermanísima de la Reina y su marido abogado habían desaparecido sin dejar ni rastro...