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Verónica Casado: las lágrimas por el covid-19 de la mejor médico del mundo
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CRISIS MUNDIAL

Verónica Casado: las lágrimas por el covid-19 de la mejor médico del mundo

La consejera de Salud de Castilla y León conocía personalmente a uno de los sanitarios fallecidos cuyo nombre aparecía en la lista que quiso leer para recordales como homenaje

Foto: Lágrimas de Casado al recordar a los sanitarios fallecidos por covid-19. (EFE)
Lágrimas de Casado al recordar a los sanitarios fallecidos por covid-19. (EFE)

Llevaba 30 años en el terreno, atendiendo a una media de 35 pacientes al día. Verónica Casado, actual consejera de Salud de Castilla y León, fue médica de familia durante décadas antes de aceptar, en 2019, el cargo político por el que está al frente de la Sanidad castellana. Y no era cualquier médico, era la mejor. La mejor de Europa, la mejor de Iberoamérica, la mejor del mundo. Una doctora que no ha podido soportar el dolor de las muertes de los sanitarios producidas por el covid-19 y que, ya metida en política, con cargo al frente de la pandemia mundial, se rompió.

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En una rueda de prensa en la que debía contar los sanitarios fallecidos por covid-19, Casado empezó a llorar desconsolada. Quiso dar sus nombres, recordarlos, y su discurso se quebró. "Lloró por el impacto", señalan desde el departamento de prensa de la Consejería, "y porque conocía a uno de ellos, solo profesionalmente, pero lo conocía". Casado empezó a leer los nombres y se tuvo que detener cuando llegó el momento de decir el de Antonio Gutiérrez. "Tengo que poder", decía entre lágrimas. Antonio Gutiérrez era el coordinador del centro de salud rural de Eras de Renueva, en León, y falleció el 2 de abril a causa de la pandemia.

placeholder La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado. (EFE)
La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado. (EFE)

Antonio Gutiérrez falleció por patologías derivadas del Covid-19, según confirmaron los médicos en su momento. El médico fallecido era "un gran profesional, con algo más de sesenta años, y su pérdida nos ha conmocionado", señalaron sus compañeros. Casado y Gutiérrez se conocían por motivos profesionales.

Larga carrera en Medicina

Antes de entrar en política, Verónica Casado ya había tenido sus ‘escarceos’ en cargos públicos. En 1990 entró en equipos de gestión y pasó a ser directora médica, gerente de Atención Primaria y subdirectora de planificación sanitaria del Ministerio de Sanidad, en 1997. Pronto volvió al terreno y antes de ser consejera ejercía la medicina de familia en el Centro Universitario de Salud Parquesol de Valladolid, donde atendía a 35 pacientes diarios. Allí también trabajaba como profesora.

Además, fue la presidenta de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria de Castilla y León, y miembro del consejo directivo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria desde 1994 a 2004.

Ayuda a la comunidad

En 2018, en el Congreso Mundial de Medicina de Familia y Comunitaria de la WONCA World (Organización Mundial de Médicos de Familia), Casado recibió los votos de manera unánime y se erigió en la mejor médica de familia del mundo. La organización representa a medio millón de médicos de familia en todo el mundo y se reúne cada dos años, cuando celebran su congreso. En esta cita se fija el rumbo para la atención primaria y de los profesionales de la medicina de familia a nivel mundial.

Casado ganó por su trabajo como proveedor de asistencia con una visión integral, y también por su capacidad de tomar decisiones, de trabajar en equipo o de atender a la comunidad en su conjunto. El congreso que distinguió a Casado entre todos los médicos de familia del mundo se celebró en Seúl y fue la primera vez que un español recibía el galardón.

Marido y Bioética

La consejera de Salud está casada con un médico de familia especializado en Bioética. El premio que recibió Verónica Casado en 2018 no era el primero. En 2017, en Praga, fue nombrada la mejor médica de familia de Europa, y en 2018 en Cali, la mejor médica de familia de Iberoamérica.

Cuando se hizo público el premio, los medios españoles destacaron que el galardón suponía un reconocimiento implícito a la medicina primaria española, considerada un referente de calidad en el mundo. Cuando aceptó el cargo de consejera admitió que había sido una de las decisiones “más difíciles” de su vida porque vivía “instalada en el confort” de sus pacientes y alumnos. Pero el desafío pudo más que la placidez de los conocido. Seguramente nunca pensó que el reto al que se enfrentaba iba a ser la crisis sanitaria más dura jamás conocida en los últimos tiempos.

Llevaba 30 años en el terreno, atendiendo a una media de 35 pacientes al día. Verónica Casado, actual consejera de Salud de Castilla y León, fue médica de familia durante décadas antes de aceptar, en 2019, el cargo político por el que está al frente de la Sanidad castellana. Y no era cualquier médico, era la mejor. La mejor de Europa, la mejor de Iberoamérica, la mejor del mundo. Una doctora que no ha podido soportar el dolor de las muertes de los sanitarios producidas por el covid-19 y que, ya metida en política, con cargo al frente de la pandemia mundial, se rompió.