Vicky Martín Berrocal, ilusionada tras su mudanza: "¿Expatriada por amor? Sí, pero bendito sea"
La diseñadora y colaboradora de televisión nos ha confesado sus sentimientos ante su nueva vida en Portugal junto al amor de su vida, Joâo. Sin duda, atraviesa su mejor momento personal y profesional
Esta mañana hemos tenido una cita de lo más curiosa con Vicky Martín Berrocal, en una suite de hotel y rodeados de duchas. Un encuentro de lo más original en el que se ha mostrado tan clara como siempre. “Soy verdad”, ha asegurado con la contundencia que marca siempre su discurso. “Bueno, soy verdad e inmune”. Y es que, tal y como nos ha confesado, la diseñadora ha pasado el covid tras 17 días de aislamiento absoluto, como tantos españoles. Unos días en los que ha tenido tiempo de reflexionar sobre su situación actual, sus proyectos, su vida, y hasta para contestar comentarios uno a uno en Instagram.
Tras un año lleno de luces y sombras en la vida de una de las celebrities patrias más queridas, nos hemos sentado a tomar un café con ella para hacer balance de este 2020 de la mano de la Llorona, la ducha inventada en Toledo que la tiene absolutamente loca.
De su mudanza a Portugal a la emoción al pensar en el gran amor de su vida, esto es todo lo que nos ha confesado Vicky, hasta con lágrimas en los ojos (¿acaso puede haber más sinergia con el producto del día?).
Un cambio de vida
“Es un momento tranquilo de mi vida. Fíjate, llevo dos años en los que la vida me llevó ahí y vivo a otro ritmo. Yo creo que Portugal también me ha ayudado mucho a vivir a ese ritmo. Allí la calidad de vida es fantástica, no hay estrés. Allí se respira otra historia”, nos confiesa Vicky en este año en el que le va todo a las mil maravillas, en el plano laboral y personal .
A caballo entre Sevilla (donde graba su programa con Bertín en Canal Sur), Madrid (donde vive su hija) y Portugal (donde acaba de fijar su residencia), parece mentira que con todos los malabares que hace a lo largo del día para llegar a todo afirme que está más tranquila que nunca. Desde luego, está serena y con una piel resplandeciente que solo grita una cosa: es plenamente feliz.
“No paro, sigo. Porque parar es morir, como decía siempre mi padre. ¿Queréis que pare? Pues cuidadito y peligro porque yo el día que pare pueden pasar cosas muy feas. Me cuesta parar hasta en vacaciones. Me gusta mucho trabajar”, continúa. Algo que no puede negar. No nos extraña, no hay duda de que disfruta extraordinariamente de lo que hace.
Hoy es embajadora de Llorona, una ducha que se cuelga del cuello evitando mojar el pelo y facilitando la movilidad bajo el agua al dejar ambas manos libres. “Que haya gente en este país que sea capaz de llegar a más. En qué momento este hombre se puso a pensar esto, que yo me he pasado una vida entera duchándome con la cabeza para atrás. Ahora este hombre de Toledo viene a enseñarme a mí un accesorio de ducha que me ha solucionado la vida. Estoy fascinada”, nos relata. “Yo la tengo en casa desde hace dos o tres meses”. En su casa nueva de Portugal, de la que nos hablará más adelante con detalle.
Imparable en televisión
Y es que, por muy tranquila que esté, Vicky está imparable. No hay semana que no salga en televisión en un programa o en otro. Una semana como invitada en ‘MasterChef’, a la siguiente en el sofá de Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’ y ahora en su programa nuevo en su casa.
“Estoy haciendo el show de Bertín en Canal Sur y estoy disfrutando muchísimo. El día que me dijo ‘te quiero conmigo’, me sentí superprivilegiada. De la gente que hace televisión, yo con Bertín me identifico mucho. Es muy yo, de no pensar, de decir lo que quiere y como quiere; de equivocarse y de reírse de sí mismo. Siempre me gustó y quién me iba a decir que iba a hacer televisión con él y encima en mi tierra”, prosigue emocionada. Un fenómeno fan que ha encandilado a la audiencia. “Es el programa más visto de Canal Sur”, comenta con mucha ilusión.
Es su momento aunque se empeña en quitarle hierro: “Ahora me ves más porque hacemos menos en nuestra vida. El covid nos ha dado la vuelta a todo y nos ha llevado a un punto que no sabíamos ni que existía. ¿Vamos a volver a la de antes? Pues no lo sé. Pero lo que está claro es que esto es lo que tenemos y que nos tenemos que agarrar a ello, llevarlo lo mejor posible y sobre todo disfrutarlo. Adaptarse a lo que viene”. Algo que ella ha hecho como ha podido.
17 días de covid
“Yo soy verdad e inmune”, nos ha repetido como un mantra un par de veces durante nuestra conversación. Y es que Vicky acaba de superar como tantas personas el coronavirus. “Poder decir que soy inmune es un regalo de la vida después de pasar 17 días metida en una pecera, viendo a mi novio ir y venir como si yo no estuviera, lanzándome besos al aire y sin nadie que se fijara en mí porque era un bulto sospechoso (bromea)… De repente soy inmune. Soy verdad y soy inmune. Qué más puedo pedir”.
Una cuarentena que pasó aislada pero siempre cuidada por el amor de su vida, Joâo, con quien hace apenas unos meses, como adelantamos en estas páginas en primicia, Vicky se ataba la manta a la cabeza y en mitad de la desescalada, con el calor de Madrid en verano, se montaba en un camión para hacer una mudanza internacional.
Expatriada por amor
“Mira, estoy fascinada porque estoy viviendo un momento muy bonito. Porque los cambios son apasionantes y porque mi novio es lo mejor que me ha pasado en mi vida”, asegura con la emoción a flor de piel. “Es un hombre de una vez, es íntegro. Me emociona porque su corazón va por delante. Se lo dije a Bertín, es buen padre, es buen amigo, es buen compañero. Es bueno, con un corazón bueno y un alma tan pura que qué alegría encontrarle”, afirma enamorada. No hay duda de que es el hombre de su vida. “Es que hay cosas en Joâo que son de quedarse muerta. Me voy de mi país. Expatriada por amor, sí, pero bendito sea. Quién me iba a decir a mí que me iba a ir de aquí. Yo amo cada esquina, cada calle, me gusta hasta la M-30 de Madrid. Y de Sevilla todo. Ahí nací, ahí viví. Moverme de aquí para mí tiene que tener un sentido, un peso fuerte, y lo vi tan claro. Era el momento”, cuenta. Y es que casi ni se lo pensó. Ya saben, hay razones del corazón que la razón no entiende.
“Pasar el confinamiento separados, había demasiada distancia, luego solo viajaba allí de jueves a domingo y ya quería más, y tampoco quería que él estuviera solo. Si le gusta estar conmigo, a mí me encanta estar con él, pues, mira, por qué no. Y oye, lo que tenga que durar duró. No hay miedo. Es la primera vez en mi vida que no tengo miedos. Joâo llegó en el momento que yo le necesitaba a él y él me necesitaba a mí. Nos comprometimos desde el mismo momento que comenzó la relación y, bueno, eso es lo que estoy viviendo”. Un momento de felicidad plena que toca cada palo que conforma su vida (desde su marca hasta su creciente aventura televisiva). No obstante, hay un proyecto que destaca sobre todos los demás y del que esperamos pronto tener todos los detalles posibles.
“Nuestra casa en Portugal es emocionante porque se está haciendo poco a poco, estamos disfrutándolo, y cada vez que me dicen que quieren venir les digo que no hasta que esté todo. La terminaré en unos meses, pero estamos creando un hogar. Vienen sus hijos, mi madre… Les encanta venir y les encanta estar. Y a mí me encanta compartir mi vida con él”. Sin duda, 2021 promete para ella.
Esta mañana hemos tenido una cita de lo más curiosa con Vicky Martín Berrocal, en una suite de hotel y rodeados de duchas. Un encuentro de lo más original en el que se ha mostrado tan clara como siempre. “Soy verdad”, ha asegurado con la contundencia que marca siempre su discurso. “Bueno, soy verdad e inmune”. Y es que, tal y como nos ha confesado, la diseñadora ha pasado el covid tras 17 días de aislamiento absoluto, como tantos españoles. Unos días en los que ha tenido tiempo de reflexionar sobre su situación actual, sus proyectos, su vida, y hasta para contestar comentarios uno a uno en Instagram.