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Los pros y contras de las campanadas de Pedroche en cifras: ¿le beneficia o le perjudica?
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NO CONVENCE A LAS MAYORES DE 30

Los pros y contras de las campanadas de Pedroche en cifras: ¿le beneficia o le perjudica?

La presentadora que este año dará las uvas por séptimo año consecutivo se enfrenta a la paradoja de ser la mujer más vista de la noche: arrasa en conocimiento, se desploma entre las mujeres de más de 30

Foto: Cristina Pedroche, con su vestido de las campanadas 2018. (Antena 3)
Cristina Pedroche, con su vestido de las campanadas 2018. (Antena 3)

Cristina Pedroche vio hace siete años cómo su popularidad subía como la espuma tras presentar sus primeras campanadas con un vestido semitransparente firmado por Charo Ruiz. Un punto de partida que jamás imaginó que tendría el resultado que experimentamos hoy en día: no solo dio el salto definitivo a la fama, sino que la convirtió en el mejor reclamo de la televisión privada (que hasta entonces no se había atrevido a enfrentarse a TVE, reina indiscutible) y en todo un símbolo de la última noche del año.

El fenómeno Pedroche es absolutamente innegable, eso sí, más allá del extraordinario nivel de conocimiento que tiene entre los españoles, ¿le beneficia o le perjudica dar las campanadas? ¿La gente tiene en mente su calidad como profesional o no es capaz de ver más allá de su vestido? Y eso, ¿cómo repercute en las marcas que invierten en ella?

Para sacarnos de dudas, hemos consultado al barómetro Personality Media, que cada año entrevista a más de 15.000 consumidores que abarcan todas las franjas de edad a partir de 16 años arrojando unos resultados que reflejan cuáles son los puntos más débiles y los más fuertes de los rostros más conocidos de la escena patria. Un listado en el que, por supuesto, no falta Cristina Pedroche.

Valores al alza

Santiago de Mollinedo, portavoz de la consultora, referente en el sector, lo tiene claro. “No se ve un beneficio en imagen, sino más bien todo lo contrario”.

Con un alto nivel de conocimiento (del 95%), sus valores más fuertes siguen siendo la modernidad (7,5 sobre 10), el atractivo (7,5) y lo saludable que la ve la audiencia (7,4). Valores que transmite en su día a día en redes sociales, donde acumula la friolera de 2,8 millones de seguidores (es una de las españolas más seguidas).

“Tiene una alta afinidad a marcas de moda, pero no encaja con marcas que busquen un plus adicional”, continúa Mollinedo al hilo del estudio que llevan haciendo desde que comenzara a dar las campanadas hace casi una década.

No convence a las mayores de 30

¿El problema? La imagen que refleja en mujeres mayores de 30 años. “En esta franja de edad, hemos observado que recibe la valoración más baja en variables de imagen como llamar la atención (con una media de 4,9), natural (5,1), modelo a seguir (5,1) o confianza (5,5)". Estas son las variables que más se han deteriorado estos últimos años.

“Es cierto que su alta presencia mediática, gracias a su programa y las campanadas, así como su alto número de seguidores en redes sociales, le siguen reportando un alto beneficio económico en marcas donde le dan más importancia al alcance que puedan tener con ella que a la imagen que con ella estén transmitiendo. Es una situación que se da cada vez menos, pero que sigue sucediendo”.

Descenso en redes sociales

Analizando sus redes sociales, a pesar de su número más que rentable de seguidores, la curva ha descendido vertiginosamente desde abril de este año. Ha pasado de ganar más de 70.000 seguidores al mes (como hizo en enero de este año) o más de 129.000, como en verano de 2019, a sumar 4.000 en el mes de noviembre. Unos datos que se agravan si le restamos los más de 1.000 seguidores que ha perdido durante los primeros días de la Navidad.

¿Está perdiendo tirón Pedroche o es una racha que remontará tras las campanadas?

Cristina Pedroche vio hace siete años cómo su popularidad subía como la espuma tras presentar sus primeras campanadas con un vestido semitransparente firmado por Charo Ruiz. Un punto de partida que jamás imaginó que tendría el resultado que experimentamos hoy en día: no solo dio el salto definitivo a la fama, sino que la convirtió en el mejor reclamo de la televisión privada (que hasta entonces no se había atrevido a enfrentarse a TVE, reina indiscutible) y en todo un símbolo de la última noche del año.

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