Rocío Carrasco: su gran temor con su hijo que verbalizó en su litigio con Rocío Flores

Aunque la tormenta mediática ha comenzado ahora con la emisión de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', fue Vanitatis el primer medio que tuvo acceso a la ingente documentación que desmontaba el relato que hasta entonces se había realizado sobre los problemas familiares de la hija de 'la más grande'. Nos tenemos que retrotraer al 22 de febrero de 2020, cuando publicamos el primero de los siete capítulos de Flores-Carrasco Confidencial con el que empezábamos a arrojar luz sobre más de dos décadas de conflicto entre Antonio David Flores y Rocío Carrasco. Y uno de los elementos más importantes, como está dejando de manifiesto la serie documental, es la relación con sus hijos, sobre la que estamos en disposición de aportar nuevos datos, especialmente en lo que concierne a David y el gran temor de su madre, que acabaría viéndose cumplido.

Para entender el rumbo de los acontecimientos tenemos que seguir teniendo muy presente esta fecha, el 27 de julio de 2012, cuando se produce la agresión de Rocío Flores Carrasco hacia su madre. Sin embargo, sería esta quien la denunciaría en el cuartel de la guardia civil de San Agustín de Guadalix, acusándola de haberla maltratado. El caso fue sobreseído a principios de 2013, aunque se trasladó toda la información a la Fiscalía de Menores, que abrió de oficio una investigación paralela, que acabaría condenando a la que fuera concursante de 'Supervivientes'. Por cierto, una gran defensora de su padre y de la mujer de este, Olga Moreno, quien este jueves inicia su propia andadura en el mencionado reality. De hecho, Flores Carrasco está en estos días mostrándole a través de sus redes sociales todo su apoyo y ánimo a la mujer de Antonio David, quien en declaraciones a 'Semana' manifestara que había sido la tabla de salvación para Rocío y David.

En esas circunstancias tan dramáticas, que se desconocían hasta la publicación de la excusiva de Vanitatis, como medida provisional, se le quitó la custodia de su hija a Rocío Carrasco, que la tenía compartida con su exmarido desde 2003. Sin embargo, la situación de su hijo David siguió siendo la misma, aunque en términos reales existía la novedad de que tenía que pasar la mitad del tiempo separado de su hermana. Algo que su madre no consideraba beneficioso, como queda de manifiesto en la documentación de la que disponemos del proceso por el que acabaría siendo condenada Rocío Flores: "Este conflicto también se aprecia en el caso del menor David, especialmente ante la limitación que implica (según ella percibe, Rocío Carrasco) separar a los hermanos".

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En el caso que nos ocupa, el Juzgado de Menores nº 4 de Madrid dictaba sentencia condenatoria el 4 de marzo de 2013 contra la nieta de Rocío Jurado por "un delito de maltato habitual, un delito de maltrato, una falta continuada de amenazas y una falta continuada de injurias". Aunque Antonio David recurrió esta sentencia (Rocío Flores era menor de edad cuando sucedió lo narrado, tenía 15 años), su recurso fue desestimado y la condena firme les ofrecía dos opciones: cumplir 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad o mantenerse durante 6 meses de libertad vigilada, lo que suponía ser sometida a evolución durante ese periodo. Rocío eligió la segunda opción y el periodo de supervisión acabó el 2 de abril de 2014, con una evaluación favorable para ella.

Antes de llegar a esta sentencia, se realizaron numerosas pruebas periciales y se aportaron informes psiquiátricos que evidenciaban el deterioro de la convivencia de madre e hija desde que esta tenía 9 años, aunque serían tres años a los que hace mención la sentencia. "(Rocío Carrasco) considera que desde ese momento (a los 9 años) su hija es víctima de una manipulación permanente por parte del Sr. Flores para provocar rechazo y obtener su custodia", leemos en la documentación a la que hemos tenido acceso.

"La tensión relacional entre la señora Carrasco y su hija contribuye a minar la estabilidad emocional de la madre, según ella describe, y en marzo de 2012, esta situación provoca un empeoramiento de la sintomatología", recoge un informe fechado el 20 de marzo de ese año. Como ya es sabido, ella misma desveló en la serie de Tele 5 que padece un trastorno de adaptación mixto, crónico, con ansiedad y depresión, un cuadro compatible con el apartado F43.2 de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS.

"La señora Carrasco considera inviable la convivencia con su hija y admite sus dificultades para manejar la actitud oposicionista de la menor, que atribuye a la influencia paterna. En el caso de su hijo menor, considera adecuado mantener su situación actual (custodia compartida alternante) si bien percibe riesgo de que termine desarrollando la misma actitud de su hermana", leemos en los documentos.

Como la propia Rocío ha descrito en el documental, David Flores se marchó a pasar las vacaciones de verano con su padre, pero ya no regresó para asistir a su boda con Fidel Albiac, el 7 de septiembre de 2016. Una situación que la llevó a denunciar a Antonio David el 23 de diciembre de ese año, una semana antes de que él alcanzara la mayoría de edad, el 30 de ese mes.

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Así consta en la denuncia, en la que le acusa a su exmarido de tres delitos, quebrantamiento de los deberes de custodia y de la inducción de menores y un delito de sustracción de menores, y a la que hemos tenido acceso en Vanitatis: "El padre solicitó a la madre que el menor, David, pasase los dos meses de verano con él. La madre accedió en la creencia de que el padre entregaría al menor en el domicilio materno a principios del mes de septiembre, con el fin de que el hijo pudiera asistir a la boda de la madre, celebrada el 7 de septiembre de 2016. Sin embargo, llegada la fecha de 1 de septiembre, el denunciado no entregó al menor, tras habérselo solicitado fervientemente, pero además, tampoco permitió la asistencia del hijo a la boda, además tampoco lo entregó a la madre la segunda quincena de septiembre, y lo que es más grave, a día de hoy continúa sin llevar al menor con su madre, quien no ha podido verle desde antes de las vacaciones de verano".

La fractura total de Rocío Carrasco con sus dos hijos ya se había consumado. Según ella ha manifestado en el documental, no alberga esperanzas de recuperarlos y por el momento no se han producido movimientos para retomar su relación.