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Alojarse en un castillo del siglo XIV y sentirse como un rey en pleno Ampurdán
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Alojarse en un castillo del siglo XIV y sentirse como un rey en pleno Ampurdán

El Hotel Castell d'Empordà es una fortaleza de 1301 reconvertida en alojamiento turístico en pleno valle, rodeada de olivos. Cuenta con una nueva apuesta: el chill out dedicado a Dalí

Foto: Hotel Castell d'Empordà.
Hotel Castell d'Empordà.

Sentirse rey o reina por un día, acaso princesa. Subir escaleras milenarias, sentarse en altas butacas de terciopelo, rodearse de historia e incluso ver la batalla de Waterloo casi en directo (en miniatura). No es un sueño. El Hotel Castell d’Empordà, en pleno paraíso, es una realidad que convierte a sus huéspedes en auténticos privilegiados.

Este establecimiento tiene 20 años de historia aunque la realidad va más allá, mucho más. Se remonta al siglo XIV, fecha de la que data este monumento reconvertido en hotel por el holandés Albert Diks, y su mujer, Margo Verijken, enamorados de los parajes bucólicos del Ampurdán.

placeholder Una de las terrazas del hotel castillo.
Una de las terrazas del hotel castillo.

Tanto, que hace dos décadas decidió comprar un castillo semiderruido para crear desde cero un hotel a su medida, un rincón mágico en el que se respira paz, naturaleza y buena gastronomía. Y todo, a 20 minutos de algunas de las mejores playas de la Costa Brava.

Foto: Bless Hotel Ibiza.

El hotel ha ido evolucionando y creciendo con el tiempo. Este mismo verano, por ejemplo, han inaugurado el nuevo y espectacular espacio Dalí d’Empordà, ubicado sobre una colina, donde huéspedes y visitantes pueden darse un chapuzón en su espectacular piscina chill-out de lujo, saborear una deliciosa comida o cena con increíbles vistas al valle y disfrutar de cócteles al ritmo de animados DJ's, mientras presencian la magia de una de las puestas de sol más increíbles de Cataluña.

Desde 1301

El Castell d’Empordà se construyó en 1301 y aquí sigue, cerca de La Bisbal d’Empordà, un bonito pueblo en el que se puede disfrutar de maravillosas tiendas de prodcutos de la zona, tanto de verduras como de carnes, pastelería y su famosa cerámica. Además, hay numerosas tiendas de muebles rústicos que hacen las delicias de quienes buscan un objeto especial para su casa. En este ambiente de lujo ampurdanés, en el que lo chic se mezcla con las balas de paja, se erije majestuoso este hotel como testigo de la historia.

placeholder Puesta de sol en el valle.
Puesta de sol en el valle.

Lo dice su propietario: “La historia muere si no se puede revivir”. Así, la propiedad conserva su preciosa capilla del año 1600, junto a valiosas obras artísticas que decoran sus espacios y hasta espectaculares sorpresas como el modelo a escala más grande de Europa de la Batalla de Waterloo, con 2.000 soldaditos de plomo y 500 caballos de plomo pintados a mano.

Foto: Las habitaciones de Aguas de Ibiza son dignas de un selfie Kardashian. (Cortesía)

Las 57 lujosas habitaciones de este hotel, divididas por sectores, desde las más antiguas, dentro del castillo propiamente dicho, hasta las más modernas, en la zona Dalí, que rinden homenaje al glamur de la Costa Brava en los años 70 y ofrecen vistas a la campiña. Las habitaciones ubicadas en el interior del castillo reproducen la sensación de los días pasados, con elementos ornamentales y pinturas coleccionadas por los propietarios durante sus viajes. Y si lo que se quiere es una experiencia histórica de lujo, se puede pedir alojamiento en la exclusiva Suite Pere Margarit, con un salón clásico, una bañera original victoriana y un ambiente majestuoso, obra del famoso diseñador Menno Kroon.

Bodas entre olivos

El Hotel Castell d’Empordà es también uno de los lugares más distinguidos de España para organizar citas como bodas, puesto que en sus variados espacios se refleja la historia envuelta en el interminable manto de olivos del Ampurdán.

placeholder Hay obras de arte en todo el castillo hotel.
Hay obras de arte en todo el castillo hotel.

La oferta gastronómica también tiene un rincón especial en este espacio, en el que el chef Yuri Hovius ofrece platos selectos basados en los productos frescos locales con un toque diferente en el Restaurante Drac. La interpretación de los clásicos que nunca pasan de moda con base de kilómetro 0: mar y tierra, pescados como merluza o rape, todos cocinados al punto con hortalizas de la zona. Con unas vistas espectaculares, rodeadas de prado, olivos y balas de paja, la experiencia es única. En otra zona del hotel se encuentra el Restaurant Tres Margarit, situado entre las torres antiguas del castillo, en el que la oferta se basa en para compartir, con pescado y carne a la brasa.

Foto: Fachada de Cap Rocat.

Este castillo cuenta con dos piscinas, ambas con vistas al valle. Son tranquilas, de diseño, con iluminación nocturna y hamacas en las que uno se quedaría durante horas. Dicen que este año ha tocado quedarse en España, que es mejor dedicarse al turismo local. Lo que pocos dicen es que se puede viajar a otros tiempos sin salir del país. En este castillo, lo decíamos al principio, uno puede ser rey o reina por unos días. Todo depende de nuestra imaginación.

Sentirse rey o reina por un día, acaso princesa. Subir escaleras milenarias, sentarse en altas butacas de terciopelo, rodearse de historia e incluso ver la batalla de Waterloo casi en directo (en miniatura). No es un sueño. El Hotel Castell d’Empordà, en pleno paraíso, es una realidad que convierte a sus huéspedes en auténticos privilegiados.

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