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Pío Cabanillas, su faceta menos conocida y su alianza artística con Casilda López-Quesada
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ENCUENTRO DIGITAL

Pío Cabanillas, su faceta menos conocida y su alianza artística con Casilda López-Quesada

Exponen juntos sus fotografías y dibujos bajo el título 'Kusonga. On the move', en el espacio MADOS de Madrid desde el próximo 27 de septiembre hasta el 2 de octubre

Foto: Pío Cabanillas, en uno de sus múltiples viajes. (Cortesía)
Pío Cabanillas, en uno de sus múltiples viajes. (Cortesía)

Hace casi dos décadas que Pío Cabanillas dejó la política para pasarse a la empresa privada. Durante años fue una figura que la opinión pública estaba muy acostumbrada a ver, primero por su cargo como director general de RTVE y posteriormente como ministro portavoz del Gobierno de José María Aznar, hasta 2002, cuando dio el paso a la empresa privada.

En paralelo fue desarrollando su actividad como fotógrafo, una pasión que ya estaba arraigada en su infancia, y que le ha llevado a viajar por todo el mundo, que ha mostrado en libros y exposiciones de gran calado como la que hoy nos ocupa. Único hijo del exministro Pío Cabanillas y de María Teresa Alonso García, fue director general de Imagen Corporativa y Marketing Global de Acciona hasta 2016 y, aunque -como él mismo nos desvela- realiza algunos trabajos externos, está practicamente centrado en la fotografía. Actividad, por cierto, que le ha dado satisfacciones enormes y cada vez mayores reconocimientos.

placeholder Casilda López-Quesada, junto a uno de sus dibujos. (Cortesía)
Casilda López-Quesada, junto a uno de sus dibujos. (Cortesía)

En esta ocasión ha unido fuerzas con Casilda López-Quesada, quien además de haber estudiado Arquitectura en Milán y Madrid, ha desarrollado sus habilidades como dibujante desde su infancia hasta convertirse en una artista consolidada, que ya ha expuesto en ciudades como Bruselas o París. La sinergia de ambos creadores nace bajo el título de 'Kusonga. On the move'. En swahili, la mencionada palabra significa 'en movimiento' (on the move) y con ella, como subrayan, pretenden definir "el deambular constante que caracteriza la vida en África y la lucha por la supervivencia de los más débiles". La artista es hija de Ignacio López Quesada Abelló, quien tras pasar por el BBVA se dedica ahora a gestionar la 'family office', el patrimonio familiar, que tiene un gran peso agrícola, y su madre es la escritora e historiadora María José Rubio, artífice entre otros libros de 'El cerrajero del rey' o la saga 'Reinas de España. Los Austrias' y 'Reinas de España. Siglos XVIII al XXI".

La cita con esta exposición es desde el 27 de septiembre al 2 de octubre en el espacio MADOS de Madrid, pero como aperitivo mantenemos un encuentro digital con ambos artistas para descubrir el origen de esta muestra y que nos desvelen sus vínculos con el continente africano. Lo primero que percibimos es que entre ambos hay una gran afinidad y entusiasmo por este proyecto conjunto, que surge porque Pío conocía al padre de Casilda y quedó impactado por los dibujos de ella, mientras que la dibujante también era admiradora de sus fotografías, que conocía a través de sus libros.

"Como fotógrafo siempre ha habido muchas cosas que me han apasionado, la luz en África, que es absolutamente especial. Los atardeceres africanos son un espectáculo único. Existe una gran variedad de culturas, tradiciones y costumbres, que te quitan esa arrrogancia que tenemos los occidentales en ese sentido de la superioridad al ver que hay otras prioridades, otras motivaciones que son tan legítimas como las nuestras y que tienen la misma profundidad que nosotros", nos dice Cabanillas.

placeholder Una de las fotografías de Pío Cabanillas presentes en la exposición. (Cortesía)
Una de las fotografías de Pío Cabanillas presentes en la exposición. (Cortesía)

Casilda, ¿qué te enamoró de África?

He de decir que yo no conozco África, salvo la parte norte de Marruecos. Sí que es verdad que tengo una especie de sentimiento encontrado, porque mi abuela, mis tíos y mi padre estuvieron hace algunos años en Sudán, que ahora no puedo visitar por razones obvias, pero me encantaría conocerlo. Y fíjate, que tuvieron una muy mala experiencia, porque estaban haciendo un safari, les secuestraron con metralletas y les metieron en un coche. Incluso mi abuela tuvo que cambiar su alianza de casada por un botiquín, porque habían golpeado a uno de ellos. Por suerte, no les pasó nada. En mi familia dicen que no hay que viajar a un país donde una vida vale menos que una bala, pero a mí me apetecería ir. Me llama la atención de una manera especial porque me parece lo más distinto que existe, supersalvaje en el sentido más gráfico de la palabra. Es una experiencia que no solo consiste en ver paisajes o animales, que es lo que dibujo yo, es algo más.

Tu contacto con la naturaleza tiene mucho que ver también con una finca familiar donde siempre has pasado mucho tiempo y en la que has encontrado la inspiración.

Sí, desde pequeña he pasado mucho tiempo en el campo, con animales. Me encanta, lo disfruto muchísimo y para mí es un sitio donde de verdad encuentro paz, además de que he pasado mucho tiempo en familia y tengo unos recuerdos fabulosos asociados a ella. La naturaleza es una parte superimportante de mi vida y está ahí desde que tengo recuerdo.

placeholder Uno de los dibujos de Casilda. (Cortesía)
Uno de los dibujos de Casilda. (Cortesía)

Pío, tu pasión por la fotografía viene de muy atrás, también de tu infancia, incluso heredaste de tu padre sus equipos fotográficos. ¿Cuándo te diste cuenta de que podías dedicarte a ello de una manera más profesionalizada?

Yo empecé desde muy niño gracias a mi padre. A él le gustaba mucho la fotografía y me llevaba mucho de viaje con él. Su educación cultural con respecto a mí era muy activa. Casi todos los fines de semana estábamos visitando ciudades, museos, castillos y siempre llevaba encima una máquina. Recuerdo una frase que me solía decir y que ha sido muy importante para mí en la fotografía. Puede parecer a veces una obviedad, pero yo creo que va a la esencia del fotógrafo: "Fotografía lo que ves, pero lo que tú ves". Es decir, siempre hacía fotos y yo las miraba. Él me decía que no copiara, que solo fotografiara lo que yo viera.

A partir de ahí lo estuve haciendo de una manera amateur y mucha gente me decía que tenía que exponer, hasta que casi por casualidad, hace entre 15 y 20 años, un galerista vio fotografías mías y dijo que esto no podía seguir así. A partir de ahí ya ha sido una constante, totalmente profesional, de la que no solo me siento especialmente contento, también soy un privilegiado porque pocas veces en la vida puedes hacer lo que te gusta. Por eso me estoy dedicando tan a fondo a ello, porque puedo hacerlo.

¿Lo compaginas con otros trabajos?

Dejé Acciona hace ya cuatro años y he seguido compaginándolo con otras actividades en el área de la comunicación, incluso en temas jurídicos y corporativos, pero siempre como externo. La fotografía va llenando poco a poco cada vez más. Ahora estamos a un nivel casi completo.

placeholder Pío Cabanillas, en otro de los viajes. (Cortesía)
Pío Cabanillas, en otro de los viajes. (Cortesía)

Casilda, tú también empiezas en tu infancia, lo has profesionalizado, pero también has estudiado Arquitectura en Roma y en Madrid. ¿Ejerces esa profesión?

Ahora mismo no ejerzo como arquitecto, pero sí he trabajado de ello. Es una parte que también me ha ayudado mucho en la manera de dibujar, porque la arquitectura no deja de tener esa parte creativa. Una cosa ayuda a la otra. Mis dibujos me sirven para transmitir todo lo que he aprendido desde pequeña. Paso mucho tiempo en el campo y es el reflejo de momentos y experiencias, y mi forma de transmitir, como dice Pío, lo que yo veo. Al igual que sus fotografías, mis dibujos también tienen mucho movimiento. En relación con la arquitectura, la parte de composición y la parte más racional que también tiene el dibujo sirve de gran ayuda. Tengo la suerte de poderme dedicar al dibujo, porque me apasiona, me encanta, pero sí me gustaría volver a la arquitectura. Son dos cosas perfectamente compatibles.

Pío, ¿volver a la política es una opción en la actualidad?

Ni siquiera la política es mi profesión. Cuando has estado en la política y tu imagen, por la portavocía, era muy pública, automáticamente te adscriben, ya eres político. Y yo siempre lo pienso, he sido político tres años de mi vida y he estado en los medios de comunicación treinta. No soy una persona de la comunicación aparentemente y soy un político para cierta gente. Con la fotografía pasa lo mismo. Llevo toda la vida, desde niño, haciendo fotos y, sin embargo, me queda el cliché de político. Siempre me defino como "un fotógrafo que estuvo en política", no "un político que hace fotografías".

placeholder Un dibujo de Casilda que se verá en la muestra. (Cortesía)
Un dibujo de Casilda que se verá en la muestra. (Cortesía)

Has viajado mucho por lugares impactantes como Siria, ¿cuál es la esxperiencia que más te ha impactado como fotógrafo a nivel humano?

Siria, de hecho, fue a posteriori. Yo estuve allí pocos meses antes de que empezara la guerra civil. Fui a un país por el que desde siempre, desde las lecturas de niño, me había interesado y emocionado muchísimo. Encontrarse con todos esos monumentos, recorrerla con calma y disfrutar de todas esas culturas que son parte de nosotros mismos como españoles: griegos, romanos, omeyas, fenicios... Todos estaban allí, el núcleo central de donde surgió la civilización occidental. Llegué con el ánimo de algo que me hacía ilusión de siempre, iba a disfrutarlo. Después empezó la guerra y llegó la segunda perspectiva, ver que todo aquello que admirabas y adorabas se destruye desde la barbarie, desde el horror. Fue cuando creí que mi pequeña contribución tenía que ser crear una pequeña memoria permanente de la grandeza de la civilización frente al horror de la barbarie.

Desde el punto de vista de la naturaleza, no dejo de sorprenderme. A veces preparo un viaje, que siempre lo hago con bastante detalle, y acabo fotografiando algo que no tenía previsto, porque es tan rica y tan variable, depende del clima, del momento, de la luz, de tu estado de ánimo... Es como una especie de gigantesca película permanente a la que le puedes buscar miles de matices. Islandia es para mí un lugar muy especial, también la Patagonia, los desiertos me atraen muchísimo. Es difícil elegir un lugar.

Como civilizaciones o pueblos, estoy muy ligado a la cultura masái, porque tengo una fundación allí, y les tengo una predilección especial, pero también hace poco estuve en el lago Victoria y sin comerlo ni beberlo me encontré con un pueblecito de pescadores y pasé con ellos unos días porque era un auténtico mundo para mí totalmente nuevo y apasionante. Creo que es la gran maravilla viajar, primero porque es una cura de humildad y segundo porque es un libro abierto en el que cada día escribes una página.

placeholder Casilda, con uno de sus dibujos de gran formato. (Cortesía)
Casilda, con uno de sus dibujos de gran formato. (Cortesía)

Casilda, ¿te ocurre a ti lo mismo cuando viajas? ¿Encuentras nuevas fuentes de inspiración para lo que haces?

Me encanta viajar y tengo la suerte de poder haber dedicado mucho tiempo a ello. Conoces sitios interesantes y personas fascinantes. Como dice Pío, es una cura de humildad. En cuanto a los desiertos que mencionaba, yo estuve hace unos años en Palestina y fue una experiencia que me sorprendió para muy bien, la gente y el sitio. Del desierto lo que más me sorprendió es el silencio, porque siempre en cualquier lugar de la naturaleza hay sonidos de pájaros, de árboles, agua... El silencio del desierto fue impactante. Me encantan los viajes que compaginan arquitectura y naturaleza. Siempre encuentro cosas interesantes viajando, nunca me he arrepentido de ir a ningún sitio.

Pío, he leído en alguna entrevista que alguna de tus hijas podría seguir tus pasos en la fotografía, ¿es eso cierto?

Los más jóvenes hoy en día todavía tienen que aprender algo muy importante que es la paciencia. En concreto, hay una de ellas que tiene ojo, pero meterla en la disciplina de una máquina de fotos esa es otra cosa. El móvil es ahora demasiado potente para ellos como para intentar enseñarles. Uno de los elementos más importantes, más allá de estudiar y estar en talleres, es leer muchísimo lo que escriben otros fotógrafos, al final se trata de hacer fotos, ser tú mismo, tener un espíritu autodidacta. Una máquina abre tantas posiblidades que al final es un poco como los ordenadores, no los utilizamos más allá del 10% de su capacidad. Ojalá supiéramos sacar partido a esas posibilidades que tienen. Lo mismo ocurre con las máquinas. Si te gusta la naturaleza y eres un amante de la naturaleza documental y tienes ante ti un espectáculo permanente como la naturaleza y encima tienes una buena máquina, no hay límites, no hay fronteras. Eso se gana con el tiempo. Los jóvenes ya caerán en eso.

placeholder Otra fotografía de Pío Cabanillas, quien al igual que Casilda ha optado por el blanco y negro para la muestra. (Cortesía)
Otra fotografía de Pío Cabanillas, quien al igual que Casilda ha optado por el blanco y negro para la muestra. (Cortesía)

Es vuestro momento para que vendáis vuestra exposición. Si quieres empezamos por ti, Pío, y acabamos con Casilda...

La idea de la exposición es el movimiento, los animales en movimiento. El contraste que hay entre los herbívoros, en constante movimiento buscando los pastos y, al mismo tiempo, porque es su manera de defenderse. Y los depredadores, que están en la posición contraria. Ellos son muy territoriales y están al acecho. En la exposición vemos ese constante peregrinar de los unos y esa espera de los que van a acabar decidiendo el destino de los primeros. La idea era plasmarlo en dibujo y en fotografía, intentando algo que es muy difícil. Casi todo está fotografiado de estos animales, por eso hemos buscado el dinamismo del animal en movimiento para ser un poco originales.

Casilda, cierras tú la conversación...

Hemos tardado unos meses en montar esta exposición y te diría que casi lo que más tiempo nos ha llevado, incluso más que hacer las fotos o pintar, era decidir qué cosas eran diferentes, qué cosas no se han visto ya o de qué manera podemos sorprender, combinar la fotografía y un dibujo realista para que no sea una competición entre una cosa y la otra sino que sumen. Estamos muy contentos con el resultado. Hemos logrado un discurso muy bonito en torno al movimiento y la diferencia entre los depredadores y los herbívoros.

Hay millones de dibujos o cuadros de un león, por ejemplo, en todos los formatos, así que teníamos que buscar una interpretación de la realidad de cada uno y encontrar ese discurso también en la fotografía. Es un compendio de mi estudio de los animales y de todos los viajes que ha hecho Pío. Hemos aprendido un montón y nos lo hemos pasado bien preparándola. Como anécdota graciosa, te diré que el nombre tardamos en encontrarlo y cuando elegimos la palabra en swahili que significa 'en movimiento', le decía a Pío que fuera a allí a decirlo a ver si se entendía o nos la estábamos inventando. Creemos que vamos a sorprender y que a la gente le va a gustar.

Hace casi dos décadas que Pío Cabanillas dejó la política para pasarse a la empresa privada. Durante años fue una figura que la opinión pública estaba muy acostumbrada a ver, primero por su cargo como director general de RTVE y posteriormente como ministro portavoz del Gobierno de José María Aznar, hasta 2002, cuando dio el paso a la empresa privada.