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Antonio Flores, inmortal, cumple 60 años: los hechos (y testimonios) que le hacen único
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Antonio Flores, inmortal, cumple 60 años: los hechos (y testimonios) que le hacen único

Algunos de sus conocidos nos explican por qué Antonio Flores sigue tan presente y qué tenía de especial el hijo de Lola Flores

Foto: Antonio Flores, en una imagen de archivo. (Getty)
Antonio Flores, en una imagen de archivo. (Getty)

Con el paso del tiempo, Antonio Flores ha demostrado que tenía mucho más que siete vidas. Tenía una, pero eterna. Hace más de 26 años que murió. Este domingo 14 de noviembre habría cumplido 60 años, pero Antonio Flores está más presente que nunca, en los espacios radiofónicos y televisivos, en la calle, en las tertulias, en los grupos de amigos que brindan y corean sus canciones; en definitiva, en el recuerdo colectivo de una sociedad que no quiere ni puede olvidarlo.

Foto: Rosario Flores. (7 y Acción)

Su prematura muerte a los 33 años, tan solo 14 días después del fallecimiento de su madre, Lola Flores, lo convirtió en mito. La tragedia mostró a todos a un ser extremadamente vulnerable, con una sensibilidad tal que lo desbordó cuando la tristeza irrumpió en su forma más cruel. La sociedad española quedó conmocionada. Se marchaba un gran talento con un prometedor futuro en el mundo de la música. Entonces y aún hoy es inevitable pensar todo lo que su muerte nos arrebató, todo aquello que podría haber creado para deleite del público y que se quedó en el camino. Pero también se fue un ser entrañable, una personalidad que si ya llamaba la atención, despertó aún más curiosidad después de su fallecimiento.

placeholder Antonio Flores, en la portada de uno de sus discos.
Antonio Flores, en la portada de uno de sus discos.

Antonio tenía algo que lo hacía especial y único. Miembro de una de las grandes sagas de artistas de nuestro país, fue popular desde su nacimiento, al igual que sus hermanas, Lolita y Rosario.

Todos ellos supieron ganarse el cariño del público, con su arte y su llamativa presencia allá donde fueran. Pero la personalidad de Antonio siempre pareció despertar un cariño especial. Desprendía humildad, honestidad, simpatía mezclada con algo de timidez, inocencia y rebeldía a partes iguales.

No existe hoy persona que mencione a Antonio Flores porque lo haya conocido en vida que no hable bien de él. En el caso de sus familiares, por razones más que obvias. El resto, no por cumplir, no porque haya muerto. Cuando las personas que lo conocieron lo recuerdan y lo nombran, un brillo aparece en los ojos y en la voz de todas ellas. Se nota cuando el halago es impostado o es real. En el caso de Antonio Flores, siempre es auténtico.

“Era una buenísima persona, con una sensibilidad extraordinaria y una gran creatividad. Era un ser profundamente humano y generoso. Era muy honesto y solo se hizo daño a sí mismo”, nos comenta Massiel, quien siempre tuvo una relación muy allegada con la familia Flores.

“Yo quiero mucho a toda la familia. La muerte de Antonio nos partió. Recuerdo que Lolita se me abrazó llorando y me dijo: 'Qué egoístas son… Solo querían estar juntos”, añade, haciendo referencia al sólido vínculo maternofilial que existía entre Lola Flores y a su hijo.

placeholder Lola y Antonio Flores. (RTVE)
Lola y Antonio Flores. (RTVE)

Antonio Flores poseía un espíritu bohemio con ese algo de sufridor que convive con la melancolía, haciéndola casi compañera de vida. Parecía especial, sí. Debió de serlo cuando se convirtió en el ojito derecho de su madre. La Faraona, la gran Lola Flores, siempre tuvo un ojo puesto en su vida profesional y mediática y el otro pendiente de su hijo, con el que, dicen, pasaba horas y horas hasta la madrugada hablando en el jardín de la casa familiar, sobre la vida, las estrellas, todo aquello que él parecía necesitar comprender para no caer en una espiral de sinsentido terrenal. Lola era consciente de que su hijo no era como los demás.

“Era una persona con mucha luz, con una hipersensibilidad impresionante, tremendamente cercana. Sabía detectar el talento y estaba muy por encima de la media”, nos comenta Cristina Tárrega. Ella fue la última persona a la que Antonio Flores concedió una entrevista antes de fallecer. “La última entrevista que dio antes de suceder lo que sucedió fue en mi programa y tuve la mala suerte de que el día que muere, el gripo Prisa me encargó a mí el especial. Recuerdo que yo no podía verbalizar en la radio… Me fui para su casa y estuve en su entierro. Para mí fue durísimo. No puedo olvidar esa imagen, de haberlo tenido tan reciente vivo y verlo así”.

Si hay algo que no solo personas como Massiel o Cristina Tárrega, sino todos lo que lo trataron de cerca, suelen destacar cuando hablan sobre Antonio Flores, es la gran generosidad que poseía: “Yo he salido con él o me lo he encontrado muchas noches cuando era joven. Su comportamiento era de auténtico señor en cualquier hora de la noche en la que le encontraras. Era muy generoso y muy cariñoso”, retrata Massiel.

placeholder Antonio Flores, en una imagen de archivo. (Getty)
Antonio Flores, en una imagen de archivo. (Getty)

Debía de serlo cuando Cristina Tárrega no duda en afirmar que “no tenía nada porque lo daba todo”. Ella misma recuerda una anécdota con Antonio que marcó de por vida a la presentadora y que le hizo ver la tremenda generosidad desinteresada del hijo de Lola Flores. “Fue la persona que no permitió que yo me fuera de Madrid. Cuando yo vine a Madrid a trabajar, hubo un momento en el que yo quise tirar la toalla. Me veía en una situación complicada en Madrid y yo no quería pedirles nada a mis padres. Me acordaré toda la vida cuando Antonio me dijo: '¿Se trata de dinero? Pues toma'. Y sacó 5.000 pesetas. 'No consentiré que tires la toalla y te vuelvas a Valencia', me dijo. Así era Antonio”.

Si a todo esto le unimos un enorme talento artístico, el cóctel para convertirse en eterno está servido. “Las pocas canciones que hizo, no le dio tiempo a hacer más, ahí siguen porque tenían lo que él tenía: sensibilidad, poesía y verdad”, destaca Massiel.

Cristina Tárrega también pone de relieve ese don del artista: “Sigue vive en el recuerdo, primero porque es un Flores, aunque nunca quiso hacer uso del apellido y luchó por su independencia. Y porque fue muy pionero en su manera de componer. No era una composición al uso y fácil”.

Con el paso del tiempo, Antonio Flores ha demostrado que tenía mucho más que siete vidas. Tenía una, pero eterna. Hace más de 26 años que murió. Este domingo 14 de noviembre habría cumplido 60 años, pero Antonio Flores está más presente que nunca, en los espacios radiofónicos y televisivos, en la calle, en las tertulias, en los grupos de amigos que brindan y corean sus canciones; en definitiva, en el recuerdo colectivo de una sociedad que no quiere ni puede olvidarlo.

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