Es noticia
Menú
El recuerdo de Lina Morgan: hablamos con personas a las que marcó en su vida
  1. Famosos
INOLVIDABLE

El recuerdo de Lina Morgan: hablamos con personas a las que marcó en su vida

Los actores Jesús Olmedo y José Sacristán, así como el director teatral Juan Carlos Pérez de la Fuente, el último que la dirigió sobre las tablas, nos hablan de esta artista única

Foto: Lina Morgan, en una escena de 'La tonta del bote'. (RTVE)
Lina Morgan, en una escena de 'La tonta del bote'. (RTVE)

No es fácil ser artista y marcar a varias generaciones. Lina Morgan lo hizo. En los años gloriosos de las vedettes más deslumbrantes e imponentes y de los espectáculos de revistas, logró brillar por encima de muchas mujeres y lo hizo sin poseer el físico escultural que se presuponía necesario para muchas de estas funciones. El encanto de Lina Morgan residía en un atractivo con un enganche mucho más duradero: la simpatía, la gracia natural y su don para la comedia, unidas al talento.

Foto: Lina Morgan, en una imagen de archivo. (Getty)

Ese sentido del humor y el desparpajo sobre el escenario fueron ganándose un hueco en generaciones futuras. Hoy, incluso cómicos cuyo punto fuerte es un humor que podríamos calificar como más intelectual o surrealista (en cualquier caso, menos convencional o comercial) y cuyo universo nada tiene que ver, a priori, con el de Lina Morgan, confiesan su admiración. O al menos el hecho de que, sin saber por qué, les logra arrancar una sonrisa. “Hay gente (…) que tiene un discurso que no me interesa nada y, sin embargo, me divierte. Me pasaba con Lina Morgan y discutía con mis amigos por ello. ¿Son contradicciones? Pues sí”, afirmó, por ejemplo, Javier Cansado (‘Faemino y Cansado’) en una entrevista concedida a ‘Diario Vasco’ en junio del año pasado.

placeholder Imagen de Lina Morgan, en su funeral. (EFE)
Imagen de Lina Morgan, en su funeral. (EFE)

El resultado es que, en la actualidad, Lina Morgan es una de las actrices más queridas y recordadas. Muchos artistas pertenecientes a las nuevas generaciones la reconocen como una referencia a seguir. Otros que tuvieron la suerte de conocerla quedaron marcados para siempre tras haberse cruzado con ella en su camino.

Este domingo, 20 de marzo, Lina Morgan habría cumplido 85 años. En una fecha tan señalada en el calendario, desde Vanitatis queremos rendirle nuestro particular homenaje hablando con personas que recuerdan experiencias vividas junto a ella.

Es el caso, por ejemplo, del actor Jesús Olmedo. Con más de 25 años de carrera en el mundo de la interpretación, es uno de los rostros más habituales de la pequeña pantalla.

La trayectoria del sevillano Jesús Olmedo comenzó en su tierra natal, en la cadena autonómica andaluza, hasta que Lina Morgan se cruzó en su camino y cambió su destino: "Llevo y llevaré siempre a Lina en mi corazón. Fue mi 'madre televisiva'. Las relaciones son imprevisibles y a veces, solo a veces, se produce la magia. Lo nuestro fue amor a primera vista. Fui a Madrid desde mi Sevilla natal para hacer una prueba para un personaje que aparecería en la serie de TVE ‘Hostal Royal Manzanares’. Me eligieron y ahí tuve la enorme fortuna de conocer a Lina Morgan. Más allá de ser un referente, una artista completa, se convirtió en mi ángel de la guarda. Nuestra relación fue preciosa, mágica. Entre la admiración y el cariño, jugábamos cada día a disfrutar de una serie que ha hecho historia en la televisión”, comenta a Vanitatis.

placeholder Jesús Olmedo, en una imagen de archivo. (EFE/Kiko Huesca)
Jesús Olmedo, en una imagen de archivo. (EFE/Kiko Huesca)

No fue el único trabajo que Olmedo realizó con Lina Morgan: “Después de trabajar con ella en ‘Hostal Royal Manzanares’, yo volví a Sevilla a seguir con mi carrera. En ese momento me llamó para su siguiente serie, ‘Academia de Baile Gloria’, de TVE1, donde haría de su hijo. A mí me faltó tiempo para volver a Madrid con ella. Así que lo de 'madre' nunca fue más apropiado. Fue un éxito, como siempre, como todo lo que tocaba”.

El actor recuerda con emoción el momento en el que tuvo que separarse de Lina Morgan para continuar con otros proyectos. “Fue ella la que me apoyó y me dio el empujón definitivo para que, como ella decía, abandonara el nido. Grabando la segunda temporada de ‘Academia de Baile Gloria’, me llamaron de Telecinco para protagonizar la serie ‘Esencia de poder’. Lina, con lágrimas en los ojos, me dijo: 'Tienes que aceptar ese nuevo proyecto, tienes que volar. A mí ya me tienes y siempre estaré aquí para ti, pero ahora te toca crecer en tu carrera. Ve a por ello'. Ambos acabamos abrazados, llorando... No sé qué habría sido de mi carrera o dónde estaría en este momento sin aquel empujón de Lina”, rememora.

Juan Carlos Pérez de la Fuente fue el último director de teatro que intentó dirigirla sobre los escenarios. ‘Lina Morgan, o no’ era el título de la obra que había ideado para ella en el año 2003 y que iba a protagonizar la actriz, con quien vivió una estrecha relación y algunos ensayos de esta función que finalmente no vio la luz. A Lina Morgan le pudieron el miedo y la inseguridad, algo que recuerda muy bien Pérez de la Fuente hablando para este medio.

“Mi relación con ella comenzó a mediados de los 90, en la época en la que Lina arrancó la serie ‘Hostal Royal Manzanares’. En aquel tiempo dirigí durante 5 años espectáculos en su teatro, en La Latina. Le llenaba el teatro y ella me tenía mucha estima. Me decía que quería que la dirigiera algún día. Fui el último director que la dirigió en teatro. La idea de la obra ‘Lina Morgan, o no’ era plasmar aquellos proyectos que a ella le hubiera gustado hacer y que nunca le ofrecieron. Se trataba de que ella representara pequeñas escenas de textos que nunca había abordado, como Lorca, Bertolt Brecht, Pirandello... Al verla siempre transitando por el género de la revista y por la comedia, esta obra trataba de sacarla de ese registro para colocarla sobre el escenario abordando textos más poéticos, profundos y melodramáticos. Yo no quería dirigirla en una revista. Yo creía de verdad que ella tenía perfecta capacidad para adentrarse por territorios de melodrama y de poesía y así se lo hice saber. A ella la idea le dio mucho morbo. Pero no pudo ser… En aquella época coincidieron dos cosas: acababa de tener un cáncer de garganta, algo que le generaba inseguridad con la voz; además, se rodeaba de un círculo de personas, entre los que estaba José Luis Moreno, que no hacían más que decirle que la crítica la iba a machacar. Las compañías fueron siempre el problema de Lina Morgan. Al final le dije que no merecía la pena hacerlo si le generaba tanta inseguridad y sufrimiento”, relata.

placeholder Juan Carlos Pérez de la Fuente. (EFE/Emilio Naranjo)
Juan Carlos Pérez de la Fuente. (EFE/Emilio Naranjo)

El director retrata a una Lina Morgan cercana y cordial en las distancias cortas: “Compartimos muchas comidas y cenas. Era una mujer con mucha fuerza. Piensa que era una chica hecha a sí misma que, junto con su hermano, soñaron un día tener un teatro. Ella confiaba mucho en mi trabajo y comenzó una relación muy estrecha en la que me llegó a confesar cosas como que ella sentía que no convencía a la crítica. Había mucho dolor en ella por falta de reconocimiento en la crítica. Eso me llamaba mucho la atención. Hablamos mucho y me contó gran parte de su vida. Ella ganaba mucho en la cercanía y sin máscaras. Era una mujer muy cordial y muy normal, pero luego, cuando aparecía el público, se convertía en otra cosa. Es que era un icono. Era una relación casi religiosa con su público”.

Un gran amigo y admirador de Lina Morgan fue también el actor José Sacristán. Junto a él trabajó en películas como ‘Señora Doctor’ o ‘La graduada’, ambas dirigidas por Mariano Ozores. Incluso, el nombre de Sacristán resonó durante un tiempo en los medios como uno de los posibles grandes amores de Lina Morgan. El propio actor se encargó de aclarar en el programa ‘Lazos de sangre’ que 'la palabra novio habría sido una palabra excesiva' para definir lo que él y Lina Morgan tuvieron, que no fue otra cosa que un flirteo que no cuajó en nada duradero. Sin embargo, sí perduraron en el tiempo la amistad y la admiración mutua.

placeholder Lina Morgan y José Sacristán en una escena de la película 'Señora doctor'.
Lina Morgan y José Sacristán en una escena de la película 'Señora doctor'.

En Vanitatis, José Sacristán nos cuenta que “Lina, más que buena actriz, era un fenómeno social, era un acontecimiento. Lo que esta mujer provocaba en el público iba más allá de las bondades de un intérprete. En lo personal, era alguien con un magnetismo, con una fuerza y con una singularidad como pocos. Por otra parte, era una persona sencilla, muy asequible y muy buena compañera. Lamento las noticias que tuvimos de sus últimos años, que fueron dolorosos, pero lo que nos deja en la memoria es la brillantez, el talento, el ingenio y el trabajo, trabajo y trabajo. Poseía unas facultades que son excepcionales, que se dan una vez cada mucho tiempo. El poder de convocatoria que ella tenía lo han tenido uno o dos a lo largo de la historia del mundo del espectáculo. Iba más allá de las bondades que caracterizan a una intérprete. Ella era un espectáculo en sí misma, en todos los aspectos”.

No es fácil ser artista y marcar a varias generaciones. Lina Morgan lo hizo. En los años gloriosos de las vedettes más deslumbrantes e imponentes y de los espectáculos de revistas, logró brillar por encima de muchas mujeres y lo hizo sin poseer el físico escultural que se presuponía necesario para muchas de estas funciones. El encanto de Lina Morgan residía en un atractivo con un enganche mucho más duradero: la simpatía, la gracia natural y su don para la comedia, unidas al talento.

Lina Morgan
El redactor recomienda