El velero de los sueños de Luis Medina, embargado por medidas cautelares

Hace un año, Luis Medina adquirió un velero valorado en trescientos mil euros. Ese dinero, según la información recabada por Vanitatis, fue el resultado de la comisión de un millón de euros recibida por su socio, Alberto Luceño, por la venta de material sanitario al ayuntamiento de Madrid. El hijo de Naty Abascal hizo de intermediario a la hora de poner en contacto a su socio.

Recibió el dinero, que ingresó en la cuenta de su banco, en la calle Génova. La entidad cumplió con las medidas obligatorias que obligan a solicitar el origen del dinero en ese tipo de transferencias. A partir de ahí, la Hacienda Pública investigó y el resultado fue la filtración del supuesto sobreprecio en la compra de ese material y el cobro tanto de Medina como de Luceño por ese trámite.

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Carla Hernández

Hace unos días, el juzgado de instrucción número 47 de Madrid abrió diligencias contra ambos por si hubo delito de estafa y blanqueo de capitales. En este sentido, explican a Vanitatis que tanto uno como otro no resultan demostrables en cuanto a que el marqués de Villahermosa (tituló que ostenta) ingresó esa cantidad y se limitó a ser intermediario, con lo cual, para que haya estafa se necesita engaño.

El ayuntamiento de Madrid se personará en la causa por ser damnificado por el sobreprecio del material sanitario, algo en lo que Medina no tuvo nada que ver. Así nos lo confirman: “Puede ser éticamente feo pero no ilegal. En aquel momento todos los partidos firmaron esos contratos. Desde Vox a Más Madrid, PSOE, Ciudadanos y PP”.

Según confirmaba El Español, el próximo 25 de abril, Medina y Luceño tendrán que acudir al juzgado número 47 de Madrid para testificar en la instrucción que preside el juez Adolfo Carretero.

Antes de que eso suceda, hay una nueva orden judicial. Se trata del embargo del velero que adquirió Luis Medina. Fuentes cercanas a la investigación confirman a Vanitatis que s e trata de un procedimiento muy común. “Siempre se embarga para hacer frente a la posibilidad de responsabilidad civil como consecuencia de una condena por delito. Esto sucede en todas las querellas y lo que se hace es ese trámite. En este caso, ha sido la propia fiscalía la que lo pide y el juez es quien lo ejecuta”.

Según publicaba Vanitatis en marzo, era el barco de sus sueños, un lujoso y espectacular velero al que ha bautizado como ‘Feria’ en honor al título nobiliario que ostenta la familia. Se trataba de un Leonardo Eagle 44 de fabricación holandesa con 13 metros de eslora y que está inspirado en los barcos de competición de la década de 1930 que navegaban en la prestigiosa Copa América.