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La voluntaria desaparición de Luis Medina: sin redes ni visibilidad pública
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La voluntaria desaparición de Luis Medina: sin redes ni visibilidad pública

El hijo de Naty Abascal nunca se ha llevado bien con su vertiente de personaje famoso. Una información le implica en una presunta comisión millonaria por la venta de mascarillas

Foto: Luis Medina, en una imagen de archivo. (Getty)
Luis Medina, en una imagen de archivo. (Getty)

Hasta ahora, Luis Medina Abascal aparecía en los medios por dos motivos. Uno, por su vida personal: es hijo de Naty Abascal, la gran modelo y estilista española, y el anterior duque de Feria; ha mantenido sonados noviazgos y durante su juventud nada divertía más a la prensa del corazón que encontrar una nueva pareja aún más guapa y de mejor familia que la anterior. Otro, por sus negocios en el mundo de la moda, donde llegó a hacerse un nombre con Showme. Decimos 'hasta ahora' porque una información publicada por 'ElDiario.es' ha roto ese marco de glamour. Según esta noticia, Medina habría recibido un millón de euros por poner en contacto con los responsables de compras del Ayuntamiento de Madrid a otro empresario amigo suyo, que se embolsó 5 millones. La Fiscalía persigue indicios de falsedad documental, delito fiscal y blanqueo de capitales en la intervención de los dos intermediarios.

Luis Medina Abascal es un hombre guapo, de cara a la galería lleva una vida envidiable y su árbol genealógico le vincula con una de las cuatro casas nobiliarias más notables del país, la casa de Medinaceli. Uno pensaría que con esas armas, su exquisita educación en internados extranjeros y una agenda de contactos imposible para cualquier mortal, su potencial como influencer es objetivable. Salvo por un detalle: que desde hace años él no quiere serlo. "Cada vez estoy más desconectado de las redes sociales, son muy intensas, todo el mundo ahí poniendo su vida... No sé, no va conmigo", explicaba hace un tiempo a Vanitatis, cuando le llamamos para consultarle si ese, el de influencer, era su futuro profesional.

"La fama no paga facturas"

El hermano del duque de Feria dio un paso más en esa estrategia de invisibilidad que lleva siguiendo unos años y eliminó su perfil de Instagram, donde contaba con más de 30.000 seguidores y había promocionado alguna marca publicitaria. "Todo muy bien, la verdad, gracias", respondía a este medio cuando le llamamos para consultarle, sin dar más detalles de por qué había tomado esta decisión. Ahora, cuando le hemos consultado por la noticia de su presunta comisión millonaria, ha preferido el silencio.

Quienes le conocen saben que esta desaparición era algo que iba a pasar tarde o temprano. En el verano de hace dos años, una cámara de televisión le 'pilló' cuando salía de cenar en un restaurante con una amiga. Medina a duras penas pudo sujetarse el enfado, aunque nunca perdió los papeles con los periodistas. En la última entrevista en profundidad que concedió, al 'XL Semanal', ya hablaba de esa nueva actitud hacia la fama que quería tomar. ¿Rentabilizarla? No, más bien ahuyentarla. "La fama te proporciona ciertas comodidades, pero no paga las facturas de tu casa", dijo. En otro momento de la entrevista, el aristócrata ni siquiera se reconocía como un personaje público. "Ahora no soy tan exigente ni con la ropa ni con nada. En los noventa sí, entonces me compraba una camisa en Gucci si me encantaba. Antes era un personaje público y tenía que cuidar mi imagen. Pero lo que tengo que cuidar ahora es mi vida personal, y punto".

placeholder Luis Medina, Naty Abascal, Laura Vecino y Rafa Medina. (Getty)
Luis Medina, Naty Abascal, Laura Vecino y Rafa Medina. (Getty)

El hijo de Naty Abascal ha sido famoso prácticamente desde la cuna. Mientras los medios dábamos cuenta de sus novias serias, las menos serias y en general de todas sus peripecias amorosas (reales e inventadas), él se iba labrando un nombre propio en el mundo de la moda. Luis puso en marcha hace años junto a otros socios un showroom en el barrio más cool de Madrid. Showme That llevaba firmas muy potentes, de esas que forman parte del abecedario de las mejores estilistas. También funcionaban como una especie de agencia de comunicación. Ahora, Medina se ha desvinculado de ese negocio y tiene nuevos horizontes.

Luis fundó en mayo de 2020 una nueva empresa, de la que es administrador único y accionista mayoritario. Sextante Trade Desk es una sociedad limitada cuyo objeto social es "la intermediación del comercio de productos diversos". Un sextante es un instrumento de navegación, y un 'trade desk' en el universo del marketing digital es "un grupo de personas, expertas en la compra programática, que sirve de enlace entre los anunciantes y los espacios de publicidad disponibles". ¿Se dedicará ahora Luis al negocio estrella del siglo XXI?, nos preguntamos en Vanitatis. "Lo siento pero no es un proyecto de cara al público, no puedo ayudarte", respondía el propio Medina cuando le interrogamos sobre su futuro profesional.

A pesar de su apagón digital, su perfil se incluyó durante un tiempo en la web de Artist Space, la empresa del conocido agente Carlos la Banda para bloggers e influencers. Allí se podía leer: "Aristócrata, empresario y socialité, Luis es uno de los invitados VIP más reclamados en los front rows de los desfiles de todo el mundo y en las alfombras rojas de los eventos más exclusivos. En los últimos años se ha convertido en referente para las marcas de moda masculina, debido a su poder de prescripción tanto en el mundo online como offline". Todo es correcto, pero el hijo de Naty Abascal y de Rafa Medina parece moverse mejor en el segundo plano.

El aristócrata ha cultivado en estos años su faceta empresarial. Además de su actual proyecto, Medina ha sido administrador único de Azulalia Essential SL (que cerró en 2018 su hoja registral) y en 2013 puso en marcha otra compañía cuya sede se encuentra en Barcelona y que lleva el nombre de su conocida perrita. Tula Creative Studio se dedica a 'otras actividades de consultoría de gestión empresarial'.

placeholder Medina Abascal, en un acto promocional. (Cordon Press)
Medina Abascal, en un acto promocional. (Cordon Press)

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Hasta ahora, Luis Medina Abascal aparecía en los medios por dos motivos. Uno, por su vida personal: es hijo de Naty Abascal, la gran modelo y estilista española, y el anterior duque de Feria; ha mantenido sonados noviazgos y durante su juventud nada divertía más a la prensa del corazón que encontrar una nueva pareja aún más guapa y de mejor familia que la anterior. Otro, por sus negocios en el mundo de la moda, donde llegó a hacerse un nombre con Showme. Decimos 'hasta ahora' porque una información publicada por 'ElDiario.es' ha roto ese marco de glamour. Según esta noticia, Medina habría recibido un millón de euros por poner en contacto con los responsables de compras del Ayuntamiento de Madrid a otro empresario amigo suyo, que se embolsó 5 millones. La Fiscalía persigue indicios de falsedad documental, delito fiscal y blanqueo de capitales en la intervención de los dos intermediarios.

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