Cambio de lugar y muchos nervios: cuenta atrás para la boda de Ramón Hermosilla

Si ya es normal que cuando se acerca un enlace los novios y sus más allegados sean presa de la inquietud, la climatología adversa ha hecho que en el caso del hijo de Silvia Gómez-Cuétara la tensión sea aún mayor. Porque a solo unas horas para que comiencen las celebraciones y ya iniciada la cuenta atrás para la boda de Ramón Hermosilla y Karla Covarrubias, las lluvias de los últimos días en la zona de México donde está previsto que contraigan matrimonio han obligado a los protagonistas del gran enlace del fin de semana a cambiar de ubicación casi en el último momento.

Desde hace días, estaba todo preparado. Este mismo viernes tiene lugar la fiesta prenupcial, que en México se llama 'rompehielos', un encuentro para que se conozcan los amigos y familiares del novio y de la novia. Será a la una del mediodía, hora mexicana, y -aquí viene la novedad- en el Desierto de los Leones, uno de los parques nacionales más importantes de Ciudad de México. No era la ubicación inicial, pero precisamente ha sido uno de esos cambios que la incensante lluvia ha obligado a llevar a cabo a la empresa organizadora, Canela Wedding.

Ramón y Karla querían hacer esta fiesta 'rompehielos' en en el Museo Anahuacalli, al sur, en la alcaldía de Coyoacán. Un edificio diseñado por el máximo exponente del muralismo mexicano, Diego Rivera, y que pone de manifiesto la cultura precolombina de la capital. Un sitio emblemático y que se convertía en el mejor escenario para combinar con el dress code que los novios han requerido a los invitados: traje de cóctel colorido para ellas, guayabera para ellos y, en ambos casos, calzado cómodo. Pero finalmente no ha podido ser.

Viendo que la climatología no acompaña a los preparativos desde hace unos días, Ramón y Karla habían solicitado instalar unas carpas para evitar que sus invitados se mojaran. Pero la solicitud fue rechazada, puesto que el Museo Anahuacalli es un monumento artístico y está protegido. De ahí que los novios hayan tenido que escoger a última hora otra ubicación y avisar a todos sus invitados por WhatsApp para informarles del cambio de escenario. Aunque los que hayan llegado de fuera del país, la inmensa mayoría este mismo jueves, no tendrán mucho problema a pesar de la distancia que tendrán que recorrer ahora para ir a la fiesta prenupcial.

Y es que los contrayentes estaban decididos a que sus invitados tengan una estancia lo más cómoda posible y así está siendo. Han planeado todo al detalle y han ofrecido dos hoteles para que puedan alojarse, el Four Seasons y el Hyatt Polanco. Desde cada uno de ellos habrá transporte tanto a la fiesta 'rompehielos' como a la propia ceremonia del sábado y posterior recepción, por lo que los asistentes no tienen que preocuparse de mucho. De hecho, hay incluso servicio de peluquería y maquillaje, además de servicio de azafatas y chóferes para todo aquello que se les ofrezca a los invitados.

Está previsto que la fiesta dure desde la una de la tarde hasta las diez de la noche. Nueve horas de diversión, en las que no faltarán los elementos más tradicionales del folclore mexicano, como los mariachis, y la gastronomía de la zona. Tendrán tiempo de descansar, además, puesto que la ceremonia en la que Ramón Hermosilla y Karla Covarrubias se darán el 'sí, quiero' no será hasta las siete de la tarde del sábado. Y en esto, afortunadamente, no ha habido cambio de planes: será en el interior del inexpugnable exconvento de las Vizcaínas, ubicado en el centro histórico de Ciudad de México.

Es uno de los escenarios sociales más exclusivos de la ciudad, entre otras cosas por el precio de alquilarlo para un evento. Un importe que, según varias webs dedicadas al mundo nupcial del país, oscilaría entre los 20.000 y los 22.000 euros en función de la temporada. El recinto cuenta con una capilla y un enorme patio central, capaz de albergar a más de 1.200 personas, y que en otra época fue el claustro del convento. Aquí será donde, tras ser testigos de la ceremonia, los invitados se reunirán para disfrutar del cóctel y la cena. Tanto en la boda como para la celebración posterior, la etiqueta, lógicamente, será muy diferente a la de la fiesta prenupcial, puesto que se pide vestido largo a las mujeres y esmoquin a los hombres.

Y entre los invitados, veremos a muchas caras conocidas, que viajarán hasta México como amigos del novio. Entre ellos destacan nombres como Marta Ortega y su marido, Carlos Torretta; Alonso Aznar y su novia, Renata Collado, así como los hermanos Felipe y Carlos Cortina con sus respectivas mujeres, con las que ambos contraían matrimonio el año pasado. Y, por supuesto, Silvia Gómez-Cuétara, madre del novio y madrina del enlace. La gran duda es si asistirán Álvaro Falcó e Isabelle Junot, que siguen de luna de miel casi un mes después de su boda. La pareja está realizando un recorrido de ensueño por varios países del continente americano, por lo que no habría que descartar su presencia, ya que además un enlace por todo lo alto sería la mejor forma de rematar su viaje de novios.