La nueva vida de Javier Hidalgo: de Globalia a la producción audiovisual y la inmobiliaria

"Javier se ha instalado en Marruecos y está haciendo allí muchos negocios", desliza una fuente a Vanitatis. Otra desmiente: "No, viaja mucho, pero su cuartel general sigue estando en Madrid". Desde que abandonara la empresa familiar, no es fácil seguir los pasos del que fuera CEO de Globalia y 'enfant terrible' de la prensa salmón. El hecho de que el ejecutivo haya dejado la primera línea no significa, sin embargo, que haya estado de brazos cruzados. Hidalgo hijo ha montado en este tiempo varias empresas, una de ellas dedicada a la producción audiovisual.

Hace tiempo que las noticias relacionadas con el señor Hidalgo tienen más que ver con su perfil empresarial que con el del joven melenudo que deleitó a la prensa del corazón al lado siempre de bellas mujeres. Hoy lidera un holding de sociedades e inversiones que suma más de 115 millones de euros en activos. JHG Investment Models tiene como objeto social una amalgama de actividades tan heterogéneas como él mismo: desde la explotación de bienes inmuebles a la operación con valores, la gestión de modelos publicitarias, la compra y explotación de barcos y amarres o la adquisición, enajenación, mantenimiento y custodia de relojes nuevos y usados.

De JHG penden otras entidades, como Globasol Inversiones (dedicada a proyectos energéticos), Mediterránea Concerts (una promotora de eventos que tiene a medias con su amigo Pino Sagliocco, presidente de Live Nation), Nice Fashion & Music (dedicada al comercio textil al por mayor, con el restaurador Pio Di Biase), Gestasol Integral (también en el sector de la energía), Beach Resort (promoción inmobiliaria en Baleares) o La Restinga Inversiones (tiene un 25% del restaurante La Máquina de Jorge Juan). En diciembre de 2019 vendió las participaciones sociales que tenía en la agencia de modelos View Management. Además, a través de JHG, Javier tiene acciones de Telefónica valoradas en 12.772.320 euros (en 2019 tenía 24 millones de euros en títulos de esta empresa).

La estructura empresarial de Hidalgo ha alumbrado en estos meses cuatro entidades nuevas con nombres ciertamente exóticos. La matriz es Cofa y Amura de Babor SL (términos náuticos), dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia y fundada en el mes de julio. De esta empresa, cuyo accionista principal es Javier Hidalgo, penden Global Margarida SL, Inversiones Totemoi SL y Sian Kaan MX SL. La primera nace con vocación de 'holding', la segunda se dedica a la construcción de edificios residenciales y la tercera, que toma su nombre de la reserva de la biosfera mexicana, a "la producción y realización de programas para televisión, spots publicitarios y documentales y en general a todo tipo de producciones audiovisuales".

¿Da el salto definitivo Javier Hidalgo al sector audiovisual? Este medio ha contactado con el empresario, aunque al cierre de estas líneas no habíamos logrado despejar la duda. Todas las nuevas empresas de Hidalgo han sido fundadas en los últimos meses y de momento no tienen propiedades a su nombre con las que negociar. Parecen los primeros pasos de un futuro profesional ya muy lejos de Globalia, la empresa familiar a la que volvió cuando su padre le pidió ayuda para asegurar el futuro del 'holding'.

La dimisión

Cuatro de noviembre de hace dos años, Luis Gallego, entonces presidente de Iberia, y Javier Hidalgo, entonces consejero delegado de Globalia, se daban la mano sonrientes ante la prensa mientras anunciaban uno de los compromisos matrimoniales más portentosos del tejido empresarial español. Iberia había decidido comprar Air Europa por 1.000 millones de euros, con la intención de convertir el aeropuerto de Barajas en un 'macrohub' al estilo del aeropuerto de Frankfurt. Hoy, ni Gallego es presidente de la aerolínea española ni Hidalgo es CEO de Globalia. El primero ascendió y el segundo dimitió hace más de un año. La operación nunca llegó a realizarse.

Javier Hidalgo, como su hermana María José, fue un recambio necesario en todo este proceso. El hijo del fundador de Globalia había regresado en 2016 al seno de la empresa familiar cuando su padre le pidió que se hiciera cargo de una transición ordenada. Llegaba con la medalla del éxito en la solapa al haber logrado un auténtico pelotazo con el traspaso de PepePhone a la que ahora es MásMóvil, una de sus grandes apuestas personales, junto a Rosauro Varo.

Pepe Hidalgo le encomendó la misión de deshacer el holding (que facturaba cerca de 4.000 millones de euros al año) y vender la mayor parte de sus negocios para que a su muerte sus hijos heredaran básicamente dinero y el imperio no se desangrara. "Hidalgo padre, ya con 80 años, le pidió que, ante los distintos puntos de vista de los tres hijos (Javier, Maria José y Cristina), lo mejor era deshacerse poco a poco de las filiales, de tal forma que cada uno recibiese la herencia en dinero y que tomasen los caminos que consideraran oportuno", explicaba entonces Agustín Marco en El Confidencial.

Cuando se anunció su dimisión, Javier Hidalgo ni siquiera estaba en España y prefirió mantenerse al margen de la polvareda pública, un lugar donde ha permanecido desde entonces. Tiene su cuartel general en Madrid, en su casa de Puerta de Hierro. Desde el fin de la pandemia ha recuperado su gusto por "viajar" y "hacer vida familiar", según revelan fuentes familiares. Entre sus destinos, Latinoamérica, Marruecos (sí, pero para hacer negocios) o Dubái.

Según explican, tiene una muy buena relación con Sol González, su pareja durante unos años y madre de su hija, lo que le permite pasar todo el tiempo que quiere con ella. Si hasta hace unos años chocaba con su padre por temas relacionados con su vida privada, ahora se admiran mutuamente en el aspecto profesional y coinciden en la tozudez y la audacia a la hora de hacer negocios. "Con Elo, su madre, suele comer una vez a la semana si está en Madrid", explican. Hay un mundo más allá de Globalia. Mucho más allá.