Las cuatro bodas (y un funeral) de Esther Doña
La viuda del marqués de Griñón y el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz han anunciado su próximo enlace en las revistas. Si llega a celebrarse, será el cuarto para ella. Sus dos primeros maridos son sendos desconocidos
Esther Doña ha anunciado boda. Su romance con el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, con el que comparte su vida desde hace algo más de un año, va a culminar en un ‘sí, quiero’ que están planeando con mucha ilusión, tal como ellos mismos han hecho público. No se trata de la primera boda para ninguno de los dos, pero para ella, concretamente, tiene un tinte muy diferente a las tres veces anteriores que ha pasado por vicaría. En esta ocasión lo ha anunciado antes de hacerlo, lo está preparando para disfrutar del momento con los suyos y no le ha importado que trascienda la noticia. Ni ella ni el juez se han pronunciado de momento ante el sorprendente rumor que habla de ruptura a pesar de la exclusiva de esta semana.
Nada que ver con sus dos maridos previos, pues de aquellas relaciones no existe rastro alguno. Jamás han querido hablar de ella, aun constándole a este digital que diferentes medios lo han intentado, y nunca se ha hecho pública una sola fotografía de aquellas bodas, algo que resulta sorprendente teniendo en cuenta que casi de un momento a otro se convirtió en la mujer del marqués de Griñón. Pero empecemos por el principio.
Esther, después de varias relaciones de juventud, una de ellas con el actor Máximo Valverde, reconocida por él mismo, conoció a Francisco Garrido, un empresario de economía modesta que era 25 años mayor que la por entonces modelo. Se casaron en 2004, cuando ella acababa de cumplir el cuarto de siglo y se estrenaba en el mundo de las maniquíes de la mano de las agencias Chic Models y Nueva Moda sin demasiado éxito.
Juntos invirtieron en un piso en el barrio de Santa Eugenia en el que vivieron hasta su ruptura, y que posteriormente vendieron. Poco antes del divorcio, ella abrió un centro de estética propio en Madrid, Karma Estética, pero no tuvo demasiado éxito y en poco menos de un año tuvo que cerrar.
De su segundo matrimonio ha trascendido aún menos información que del primero. Se sabe que fue con un empresario español al que no le gusta que se dé su nombre. Se conocieron en Londres, fue junto a él con quién Esther empezó a moverse por el ambiente de la alta sociedad y con el que su vida, y sobre todo su estatus económico, cambió de forma radical. A pesar de ello, no vivió sus días más felices junto a él, o al menos ella dice no guardar un buen recuerdo de entonces en el libro que escribió tras fallecer don Carlos Falcó, ‘La vida de un gran hombre a través de mis ojos’.
Se casaron en 2011, ella tenía 33 años y él 52. Durante toda la relación vivieron entre la capital de Reino Unido y España, lo que combinaban con numerosos viajes por el trabajo del empresario a los que ella, si podía, siempre le acompañaba. Igual que en la ocasión anterior, no constan detalles de la boda; de hecho, lo único que se sabe es que se celebró en Londres y que, según ella, no tiene validez en España puesto que aquí jamás se registró.
Su tercera boda, con Carlos Falcó, también fue muy discreta contra todo pronóstico, pues era una pareja sobre la que recaía la atenta mirada de la prensa y la sociedad. Tanto que se preparó y celebró en secreto. Fue en el palacio de El Rincón, junto al marqués de Griñón, con el que había comenzado una relación un año antes y con la única presencia de dos testigos, amigos de él, y el alcalde de Aldea del Fresno, la localidad donde está ubicada la finca, que también guardaba amistad con el marqués. Al día siguiente de celebrarse, fue la agencia EFE la que comunicó la noticia para estupefacción de la familia y, sobre todo, de los cinco hijos de Falcó, que no daban crédito.
Casi un año después dieron una glamurosa fiesta en el mismo enclave que, esta vez sí, fue retransmitida, vía exclusiva, por su revista de cabecera. La novia lució dos diseños de Rosa Clará y hubo 150 invitados, prácticamente todos del entorno de él, porque nunca se ha conocido a la familia de ella, todos ellos testigos de aquel momento. Hubo también grandes y comentadas ausencias, pues tres de sus cinco hijos decidieron no estar aquel día junto a su padre. Los más pequeños, Duarte y Aldara, estuvieron a su lado; Xandra, Manuel y Tamara prefirieron no hacerlo.
Ahora, dos años después del fallecimiento del marqués, Esther ha anunciado vía exclusiva en la revista ‘¡Hola!’ sus planes de contraer matrimonio con Santiago Pedraz. La pedida de mano tuvo lugar en Mallorca este verano previa petición a la madre de la modelo, tal como ella misma ha explicado ilusionada. Su intención es poner la fecha a mediados de 2023 y celebrarlo en Madrid, que es donde residen la mayoría de sus amigos. Para él tampoco son las primeras nupcias, ya que estuvo casado primero con la madre de sus dos hijos mayores y posteriormente con la periodista Paula Arenas, con la que compartió 20 años y tuvieron un hijo. ¿Será este el matrimonio definitivo para Doña y Pedraz, en caso de que llegue a celebrarse?
Esther Doña ha anunciado boda. Su romance con el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, con el que comparte su vida desde hace algo más de un año, va a culminar en un ‘sí, quiero’ que están planeando con mucha ilusión, tal como ellos mismos han hecho público. No se trata de la primera boda para ninguno de los dos, pero para ella, concretamente, tiene un tinte muy diferente a las tres veces anteriores que ha pasado por vicaría. En esta ocasión lo ha anunciado antes de hacerlo, lo está preparando para disfrutar del momento con los suyos y no le ha importado que trascienda la noticia. Ni ella ni el juez se han pronunciado de momento ante el sorprendente rumor que habla de ruptura a pesar de la exclusiva de esta semana.