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Joana Sanz, mujer de Dani Alves: "Estoy triste, asustada y yendo al psicólogo"
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Joana Sanz, mujer de Dani Alves: "Estoy triste, asustada y yendo al psicólogo"

La esposa del futbolista acusado de violar a una mujer el pasado 30 de diciembre en Barcelona habla en esta entrevista del impacto que ha supuesto esta noticia en sus vidas

Foto: Dani Alves y Joana Sanz, en Londres. (Reuters/Henry Nicholls)
Dani Alves y Joana Sanz, en Londres. (Reuters/Henry Nicholls)

Joana Sanz, la esposa del futbolista Dani Alves, acusado de violación, habla por primera vez de cómo ha vivido estos meses, en una charla con el periodista Marc Leirado, quien decide, contando con su consentimiento, publicar en Vanitatis esta conversación íntima con la modelo. Joana no ha percibido cantidad económica alguna por la publicación de esta entrevista, dado que en los quince años de historia de esta revista jamás un personaje ha cobrado por sus declaraciones.

PREGUNTA. Joana, ¿crees en la inocencia de tu marido?

RESPUESTA. Sí, claro que creo que Dani es inocente. Hasta donde yo sé, todavía no ha habido un juicio. No podemos condenarlo antes de que eso ocurra.

P. ¿Cómo te enteraste de la noticia?

R. Pues imagínate. Yo me entero por los medios de comunicación. Te lo juro. No sabía nada hasta que lo hicieron público. Y así es como me he ido enterando de todo.

P. ¿Cómo fue la primera conversación con Dani?

R. En principio yo no daba crédito a nada. Me quedé en shock. Y todo me parecía gravísimo. Él entró en prisión sin haber pruebas. No nos olvidemos de que fue a declarar voluntariamente. Que no tuvo ninguna notificación para ir a hacerlo, nadie se lo pidió. Y de allí directamente lo llevaron a prisión.

P. Y ahora que tienes toda la información, ¿cuál es tu opinión?

R. Creo en su inocencia y espero no equivocarme. Conociéndolo, puedo decir que Dani no es una mala persona. Que ha metido la pata con nuestro matrimonio, hasta el fondo, sí. Pero creo que él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo. Es demasiado grave.

P. ¿Y por qué Dani ha dado tantas versiones?

R. Pienso que lo hizo por mí, por no darme otro palo. Cuando entró en prisión, hacía una semana que mi madre se había muerto y supongo que no quería hacerme sufrir más. Creo que no quería contarlo para evitar provocarme más dolor en el peor momento de mi vida. Pero lo más terrible no es eso, sino lo que yo veo y oigo constantemente en los medios de comunicación. Es inaguantable.

"Nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo. Es demasiado grave"

P. Si crees que es inocente, ¿por qué entonces estáis en trámites de divorcio?

R. Yo me planteo el divorcio porque descubro que me ha sido infiel, pero, a pesar de todo lo que se ha dicho, aún no hemos iniciado los trámites. Seguimos casados. De momento solo es de palabra. Dani y yo tenemos una conversación pendiente porque ha roto unos valores que yo considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza. Pero, pese a todo esto, seguiré estando ahí porque Dani es mi familia.

P. En el momento en que ocurrieron los hechos, ¿cómo estaba vuestra relación de pareja?

R. Estábamos superbién, nosotros nunca discutimos. Jamás hemos tenido un problema por nada. Yo soy una persona muy fácil y no discuto. Lo que más me duele de que haya pasado todo esto es que el amor está intacto.

P. Y si tanto os amabais, ¿por qué crees que pasó lo que pasó aquella noche?

R. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Dani cometió un error y ha perdido todo lo que teníamos por esto.

P. ¿Cómo es ahora vuestra relación?

R. Lo voy a ver a prisión. No hay mal rollo. Hemos estado juntos ocho años y yo no me quedo solo con esto, que ha roto nuestra relación como pareja. También me quedo con otras muchas cosas buenas que hemos vivido y compartido juntos. No le deseo el mal a nadie, y muchísimo menos a él. Siempre me he llevado muy bien con mis exparejas, así que cómo no me voy a llevar bien con el hombre con quien he compartido ocho años de mi vida.

placeholder Dani Alves, durante un partido de fútbol. (Reuters)
Dani Alves, durante un partido de fútbol. (Reuters)

P. O sea, sientes que ahora no lo puedes dejar solo, a pesar de lo que te ha hecho.

R. Siempre nos quedamos con el rencor y con el mal que nos hacen, pero que nos hagan algo malo no significa que tengamos que devolverlo con algo malo. Él ahora está encerrado entre cuatro paredes de cemento. Aún no ha tenido un juicio, aún no ha sido condenado. Y eso mentalmente tiene que ser tremendo.

P. ¿Y por qué vas a verlo? ¿Sigues queriéndolo?

R. No, voy a verlo al margen de la relación. Voy a verlo porque él estuvo siempre que yo lo necesité. Es cierto que, cuando yo más lo necesitaba, él me hizo esto, pero antes también hemos compartido nuestra vida, y él también ha estado a mi lado en otros momentos muy duros. Vino al funeral de mi madre. Cogió un vuelo desde México el mismo día que murió y se plantó en Tenerife. Estuvo conmigo, así que ahora cómo no voy a estar yo con él, cómo no voy a ir a verle.

P. ¿Y vas muy a menudo?

R. Mucho no, voy cuando puedo. Al final, por mi trabajo, estoy viajando todo el tiempo, pero cuando me cuadra y estoy en Barcelona voy a verlo. En total creo que he ido unas cuatro veces desde que entró en prisión.

"Aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan. Aún no he podido ni insultarlo"

P. ¿Y cómo son esas visitas en prisión? Se ha hablado de posibles vis a vis entre vosotros

R. Es muy complicado. Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos. Son cabinas transparentes en las que, a los lados, tienes más personas que, si hablas un poco alto, te escuchan. Por eso me resulta tan violento y por eso aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan. Aún no he podido ni insultarlo [risas].

P. Pero él también te llama desde prisión, ¿no?

R. Sí. Hablo con él todos los días por teléfono. Porque es la única manera que tengo de saber que está vivo. Yo no puedo llamarle, ni mandarle un mensaje. Y necesito saber cómo está. Si ha comido, si duerme, si hace ejercicio. Necesito saber que anímicamente está bien, para yo estar tranquila. Me preocupa que está en un sitio donde le puede pasar algo. No puedo evitar preocuparme por él, pero eso no significa que no esté dolida por lo que me ha hecho. Si estuviera en casa, seguramente lo tendría bloqueado y dejaría que cuidaran de él sus amigos. Pero la situación en la que está es diferente.

P. Se especula con que Dani podría irse del país…

R. Pero ¿a dónde va a ir? Si fue voluntariamente a declarar y en ningún momento ha huido de nada. Además, lo que él me dice es que la persona a la que más quiere soy yo y que por eso jamás se iría de España. Y hoy en día lo tienen muy fácil poniendo medidas: la retirada del pasaporte, un GPS, no sé, es que hay un montón de opciones.

P. ¿Cómo está Dani? ¿Cómo lleva estar en prisión?

R. Pues imagínate. El primer mes que estuvo allí, solamente lloraba. No tiene a nadie con quien hablar. Está solo con sus pensamientos. Ahora, con el paso del tiempo, está siendo más fuerte, haciendo ejercicio como puede y leyendo mucho para tener su cabeza ocupada.

placeholder Dani Alves y Joana Sanz, en los premios Fifa the Best 2018. (EFE)
Dani Alves y Joana Sanz, en los premios Fifa the Best 2018. (EFE)

P. Y tú, ¿cómo estás?

R. Mal, tras la muerte de mi madre y todo lo de Dani, y asustada, por miedo a que toda la repercusión mediática pudiera afectar en mi trabajo. Estoy yendo al psicólogo para que me ayude, porque si no, el cerebro dice ‘ciao’. Es tremendo todo lo que ha ocurrido. Y me está salpicando todo a mí sin haber hecho nada. Al revés, yo soy una víctima también. A mí me está tocando lidiar con algo que me he encontrado, sin comerlo ni beberlo, porque no soy ni denunciante, ni denunciada.

P. ¿Podría haber una reconciliación entre vosotros?

R. No. Y me duele en el corazón porque yo lo amo y lo voy a amar siempre. Ha sido una etapa muy importante de mi vida y por eso seguiré estando ahí, por respeto, pero no como pareja.

"A mí me está tocando lidiar con algo que me he encontrado, sin comerlo ni beberlo, porque no soy ni denunciante, ni denunciada"

P. ¿Cómo está tu relación con la familia de Dani?

R. Bien, yo hablo con sus hermanos, con sus hijos y con Dinora. Con la madre no he hablado, porque sé que ella, emocionalmente, lo está pasando muy mal y no quiero ser invasiva. Pero sí que hablo con los hermanos, que son más jóvenes y gestionan las cosas de otra manera, y les digo que cuiden mucho de su madre. De verdad que tengo mucho apoyo por parte de todos ellos. Cada vez que se publica que la familia de Dani habla mal de mí, se ponen en contacto conmigo para recordarme que me respetan mucho y para disculparse y prometerme que ellos no han dicho nada de todo lo que se dice. Hasta Dinora ha estado en mi casa apoyándome y secándome las lágrimas. Yo no me llevo mal con nadie.

P. Entonces, ¿para quién iban destinados esos mensajes que publicó el hermano de Dani?

R. Sinceramente, no los he visto, pero si es un mensaje de ataque puede que sea por los amigos o por las personas que ya no están a su lado. No lo sé, pero por mí espero que no, ya que no tendría sentido que un día me apoyen y al otro no.

P. ¿Por qué te has ido de Barcelona? ¿Te han echado?

R. No, nadie me ha echado. ¿Cómo me van a echar de mi casa? Dani me ha suplicado que no me vaya, pero me he ido porque necesito trabajar. Necesito separar las cosas y volver a recuperar mi vida.

placeholder Joana Sanz felicita a Alves tras un partido de la selección brasileña. (EFE)
Joana Sanz felicita a Alves tras un partido de la selección brasileña. (EFE)

P. Pero ¿has abandonado definitivamente el hogar de Barcelona?

R. No, seguiré yendo para ver a mis perros. También mantengo algunas cosas ahí, y a mis amigas. Lo único que quiero es sentir que mi base, ahora, está en otro lugar. Esa es la casa familiar y tiene demasiados recuerdos. Necesitaba buscar otro lugar para enfocarme en mis proyectos y en mis cosas. Así que cuando me apetezca estar en Barcelona, simplemente iré.

P. ¿Dani te paga los gastos? ¿Te está pagando tu nuevo piso?

R. No, yo siempre me he resuelto sola. La casa familiar sí que la paga él, pero las casas o apartamentos en los que vivo, para trabajar o por ocio, me los gestiono y los pago yo. Creo que esto es uno de los factores que ha mantenido nuestro matrimonio sano. El que cada uno dé y reciba, no que alguno se sienta con algún deber por tener mejor posición económica. Como por ejemplo los viajes, yo también pago viajes, no a su nivel, pero sí que lo hago. Igual que los regalos espontáneos. Eran más cosa mía, él no es tan detallista.

P. Y ¿cómo estás a nivel profesional?

R. La verdad es que estoy muy agradecida y muy contenta. En un principio me asusté mucho, porque yo soy hija única y cuando mi madre cayó enferma tuve que dejarlo todo durante tres meses para irme con ella a Tenerife. Y después de fallecer y con lo que ha pasado con Dani pensé que no tendría fuerzas para volver al trabajo. Unido a la incertidumbre de cómo me iba a afectar todo esto mediáticamente. Fue en ese momento cuando le pedí ayuda económica a Dani para irme de España, porque toda la presión mediática está aquí y yo no sabía cómo lidiar con esto, y no sabía si iba a volver a trabajar. Me quería ir a París pero, al precio que están los pisos allí, no iba a poder pagarlo. No sabía qué hacer, necesitaba largarme como fuera. Y solo por salud mental le pedí ayuda para poder dejar España. Pero Dani me dijo que no.

"Sí, he tenido muchas ofertas y con dinero por delante para dar exclusivas, pero no quiero entrar en el meollo"

P. ¿Por qué crees que Dani no quiso ayudarte?

R. Tengo dos versiones. Primero la que él me dijo, que es que ahora no podía económicamente. Y la otra, que no quería que me fuera de casa. No quería que me alejara para no perder ese contacto conmigo. Obviamente yo me lo tomé a mal, porque nunca en la vida le he pedido nada, siempre me lo he gestionado yo sola todo, y sin embargo he visto como a sus amigos y a personas que acababa de conocer los ayudaba en todos los sentidos. Por eso me molestó. En ese momento lo necesitaba, llevaba meses con mi madre enferma, sin poder trabajar y me veía en la necesidad de irme del país por la situación mediática en la que me encontraba, sin tener culpa de nada. A partir de ahí ya no quise volver a hablar más con él de dinero, bastante me dolió pedirle algo como para que encima me lo negara. Me dije a mí misma que tenía que salir adelante sola, así que me he buscado la vida como hago siempre.

P. ¿Él ya sabe que estás en otra ciudad?

R. Sí, sabe que me he venido a Madrid. Me preguntó que por qué me sigo moviendo por España si me siento tan agobiada por la prensa. Me animó a irme fuera del país, pero le recordé que yo tengo los pies en el suelo y que no puedo irme a donde me gustaría. Que no me lo podía permitir… A lo que él me respondió que me iba a ayudar. Pero ahora ya no quiero. Es tarde. Me he cogido mi apartamento, me lo pago yo solita y, gracias a Dios, estoy saliendo a flote. He visto que, mediáticamente, todo esto no está afectando a mi trabajo y que los clientes siguen apostando por mí. Ahora tengo un proyecto en Madrid que es muy importante para mí. Voy a ser embajadora de una empresa que tiene que ver con la salud.

P. ¿Has tenido muchas ofertas para hablar, contar y explicarte?

R. Sí, he tenido muchas ofertas y con dinero por delante para dar exclusivas, pero no quiero entrar en el meollo. Primero, porque yo lo paso mal con una cámara delante. No es lo mismo posar por trabajo que hablar de mi vida privada. Eso me resulta muy incómodo y lo paso mal. Yo soy muy expresiva y muy transparente, y por eso no quiero exponerme. Si es algo de moda, aún, pero es que mi trabajo no es ni de influencer ni de celebrity. Yo no voy a los eventos a hablar de mi vida y tampoco vivo de colaboraciones de Instagram. Puedo vivir perfectamente sin las redes. Mi trabajo es hacer campañas o anuncios.

P. ¿Cómo llevas eso de estar en el foco mediático?

R. No me gusta. Me gustaría ser anónima, pero ahora estoy jodida. Ser anónimo es maravilloso. A mí lo que me fastidia es sentir que tengo que comportarme y mantener unas formas y una imagen. Hacer periodismo así, como el que estás haciendo tú, que eres un amigo, para que te exponga mi opinión, es una cosa, pero otra es el morbo de grabar una parte íntima. Eso es lo que a mí me choca muchísimo y por eso no quiero participar en nada del universo ‘celebrity’. Yo no cobro nada por hablar contigo.

P. ¿Por qué decidiste cerrar tus redes? ¿Y por qué volviste al poco tiempo?

R. Me agobié y hasta me puse a llorar. Recuerdo un día que salí a cenar y a tomar algo por Madrid con una amiga anónima que es doctora, y lo último que quería es que la grabasen y que saliera por todos lados que estaba a las 4 de la mañana tomando unas copas. Yo en mi subconsciente creía que sin redes no iba a pasar todo esto y que con cerrarlas funcionaría. Pero al final volví a las redes el día que fui a la presentación de una canción de mi amiga Lola Índigo. Sentí que la letra iba como para mi madre, me puse a llorar porque justo ese día hacía tres meses de su fallecimiento y tuve esa necesidad de compartirlo a través de las redes sociales. Pero ahora intento no publicar cosas de mi vida privada. Ni cuando quedo con mis amigas, ni nada. Quiero frenar esa presión que sienten, porque ellas me dicen que no se quieren exponer. Así que por respeto solo publico cosas de trabajo. Por eso también estoy dando estas declaraciones, para intentar no tener que llenar mis redes de respuestas a las falsedades que se publican. Me parece alucinante la cantidad de supuestas exclusivas que se escriben sobre mí y que son mentira.

P. ¿Tienes una nueva ilusión?

R. No, no tengo tiempo para eso. La nueva ilusión de mi vida soy yo [risas]. Estoy centrada en mi trabajo y en mí misma. ¿Por qué siempre tiene que haber otra persona? ¿No podemos estar bien con nosotros mismos y ya está? No tengo cabeza para eso ahora mismo, con todo este lío que hay, es como si estuviera en medio de una turbulencia.

P. Se ha dicho que estás en contacto con Hiba Abouk, a la que le ha sucedido algo parecido con su expareja.

R. No la conozco y no ha habido ninguna comunicación entre nosotras.

"No la conozco [a Hiba Abouk] y no ha habido ninguna comunicación entre nosotras"

P. Además de la moda, ¿tienes más proyectos?

R. Sí, trabajo con la asociación de animales Patitas, Casa de Acogida, y ahora que Dani insiste en que me quiere ayudar con mi apartamento, como ya lo tengo pagado, le he dicho que, si me quiere ayudar para sentirse mejor, que haga una donación a Patitas. Tenemos un montón de perritos y de gatitos que se recogen de las calles. Judith, que es la creadora, paga muchas cosas de su bolsillo. Y yo dono mensualmente lo que puedo, pero siempre falta dinero. Una cosa buena es que, cuando no hay espacio suficiente en la asociación para tantos animales, tenemos casas de acogida. Hay personas que se llevan el animal a casa hasta que alguien lo adopte, pero, claro, a esas personas hay que darles dinero para que cuiden del animalito. Entonces ese dinero se utiliza para esto. Los animales te dan el amor incondicional más bonito del mundo.

Joana Sanz, la esposa del futbolista Dani Alves, acusado de violación, habla por primera vez de cómo ha vivido estos meses, en una charla con el periodista Marc Leirado, quien decide, contando con su consentimiento, publicar en Vanitatis esta conversación íntima con la modelo. Joana no ha percibido cantidad económica alguna por la publicación de esta entrevista, dado que en los quince años de historia de esta revista jamás un personaje ha cobrado por sus declaraciones.

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